La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La segunda subasta del siglo pone a la venta 200 obras de arte en el Cicca

La capital grancanaria acogió ayer una nueva sesión pública con piezas de coleccionistas privados con el fin de "dinamizar el mercado"

21

Segunda subasta pública de obras de arte

Un precio de salida de 14.000 euros para el cuadro El nacimiento del drago, del artista Pepe Dámaso, comportó una de las apuestas más prometedoras de la segunda subasta de arte que celebra la capital grancanaria en menos de un año, después de casi medio siglo de letargo en el mercado artístico isleño. Esta nueva sesión pública impulsada por el Centro de Iniciativas Culturales de la Caja de Canarias (Cicca) y la empresa Artspace, bajo la dirección de la marchante Miriam Domínguez, puso ayer en venta una selección de 200 obras de arte procedentes de colecciones privadas, que combina pinturas, esculturas, litografías, grabados y dibujos de 65 artistas veteranos y noveles del circuito local y nacional.

La convocatoria congregó a numerosos compradores en el Cicca con el objetivo de dar salida a 200 lotes de arte, toda vez que la subasta anterior, celebrada en el mismo emplazamiento el pasado octubre de 2018, dio salida a 28 de las 79 obras de arte a subasta, lo que se tradujo en un 35% de compras, que coronó el Afrocán (1952) de Martín Chirino con el precio máximo de la jornada, valorado en 140.000 euros.

Este segundo conjunto de obras a subasta compila una variada selección de estilos, corrientes y lenguajes artísticos que recorren desde finales del siglo XIX hasta el presente y que trata de ser una muestra representativa del arte contemporáneo nacional, con el acento en la creación insular. En esta línea, los compradores pudieron pujar por las obras menos conocidas de los artistas más consagrados y universales del Archipiélago, entre las que desfilaban ocho cuadros de Pepe Dámaso; dos esculturas y una litografía de Martín Chirino; una acuarela y cuatro aguafuertes de Juan Ismael; cuatro grabados de Néstor y cinco piezas de Óscar Domínguez. Sus precios de salida oscilaban desde los 18.500 euros por la pintura Tres campesinas canarias (1930), de Felo Monzón, a 400 euros por la litografía Rosa, espejo y condón (1981), de Juan Hidalgo; 15.000 euros por La Raíz, de Martín Chirino; o 4.000 euros por un lote de cuatro grabados de la serie Mujer de España (1914) de Néstor.

Representación

Y junto a las obras de figuras tan destacadas como Jane Millares, César Manrique, Tony Gallardo, Lola Massieu o Jesús Arencibia, la subasta también hizo hueco a los cuadros de distintos artistas emergentes canarios, como Himar Suárez, María Torres, Paula Calavera o Daniel Rietti.

En el plano peninsular, la selección aloja piezas de artistas como Eduardo Arroyo, Joan Brossa, Antoni Tápies, Wifredo Lam o Rafael Alberti, entre los que la escultura Oposición de dos matrices, de Jorge Oteiza, ostentaba el precio de salida más elevado, cifrado en 700.000 euros.

El conjunto de las obras a subasta se exhibió desde el pasado mayo en la sala de exposiciones del Cicca, con la salvdad de algunas piezas procedentes de colecciones privadas de la península, como la citada escultura de Oteiza, que únicamente se mostraron a través de fotografías, con la premisa de trasladarlas a las islas en caso de compra.

A juicio de la Leticia Permuy, jefa de ventas de la prestigiosa casa Segres Subastas y conductora de las dos subastas en el Cicca, el objetivo de esta iniciativa es configurar un escaparate de promoción del arte canario, pero también "posibilitar que todo el arte de la península llegue a Canarias", con precios de salida "bastante asequibles". Al respecto de la selección de obras, Permuy destacó que esta segunda selección a subasta "no sólo reúne más del doble de obras con respecto a la primera, sino que, además, es una representación mucho más variada". "Por ejemplo, se ha conseguido mucha escultura, que es una disciplina muy interesante que no estamos tan acostumbrados a subastar y que, sin embago, se vende muy bien con respecto a la pintura, al igual que la obra gráfica", señaló la subastadora.

Además, otro de los alicientes de las obras a subasta reside en el escaso conocimiento que prevalece sobre las piezas. "Lo interesante en el mundo de las subastas es que se mueven obras de colecciones particulares y de herencias, porque si fueran obras que han estado en el mercado, galerías o anticuarios estaríamos hablando de obras que la gente conoce, mientras que en el otro caso hablamos de obras que apenas se han visto fuera del círculo del propietario", indicó.

Dinamización

Con todo, esta segunda subasta pública supone un paso hacia adelante para la dinamización del mercado del arte en Canarias, que, tal como señala Domínguez, "se encontraba bastante parado". Uno de los indicativos es que la subasta que acogió el Cicca el pasado octubre puso fin a un vacío de 40 años constituyéndose como la primera de carácter público que se celebraba en el siglo XXI en Canarias.

En esta línea, Permuy destacó que "el hecho de estar tan alejados de la península, donde hay muchas subastas, sobre todo, en Madrid y Barcelona, perjudica bastante al mercado, así que esta es una buena forma de moverlo y de ver que hay muchísimas obras en todas las islas, y que existe otra forma de darles salida más allá de las galerías". En este sentido, tanto la subastadora como la marchante confían en que esta iniciativa tenga continuidad y, según avanza Fernando Fernández, director general de la Fundación La Caja de Canarias, "esa es la idea".

Compartir el artículo

stats