La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La memoria de los pobres

Nacido en Argelia, el Premio Nobel Albert Camus vivió una niñez y una juventud llena de estrecheces y miserias; sufrió el irrespirable ambiente de la guerra

Ilustración de Carlos Merchán.

Albert Camus, que recibió el premio Nobel de Literatura en 1957, murió en un absurdo accidente automovilístico en 1960. Llevaba con él una cartera y en su interior fue encontrado el manuscrito de una novela titulada El primer hombre que evidentemente no pudo publicar (ni si quiera terminar) en vida.En 1994 la editorial Gallimard publicó la inacabada novela tras ardua labor de puesta en limpio del manuscrito, carente en algunas partes de signos de puntuación y salpicado de palabras de difícil lectura.

La actual edición española de Tusquets siguiendo la francesa ha añadido nuevas aclaraciones y detalles. Así podemos disfrutar de este texto hondo y sutil, luminoso e incluso preciosista; tenso, inquietante y a la vez relajante, escrito en plena madurez literaria por su autor.La edición incluye las anotaciones y apéndices precisos, entre los que se incluyen la carta de Camus a su maestro M. Germaine y la última contestación de éste; así como un posfacio de José María Ridao, que alude a las incógnitas que se habían planteado en torno a la interpretación de algunos de sus escritos, en particular de su primera novela El extranjero (1942) o a sus ensayos: El mito de Sísifo (1942) y El hombre rebelde (1951).Camus, nacido en Argelia, vivió una niñez y una juventud llenas de estrecheces y miserias; sufrió el irrespirable ambiente de una cruel guerra, la que se libró en este país contra el ejército de ocupación y la administración franceses. Sucesos que tan bien reflejó La batalla de Argel aquella película de 1966, dirigida por Gillo Pontecorvo con música de Ennio Morricone. Una guerra colonial que dejó terribles secuelas que marcaron de por vida al joven escritor e influyeron en sus concepciones artístico-literarias y políticas y su forma de expresarlas a través de su obra.

La lectura de El primer hombre no sólo es una invitación a recorrer un camino plagado de inquietudes y dificultades, sino también la llamada a una reflexión serena sobre la propia vida y las cuentas pendientes de cada cual con el pasado y la memoria. Memoria, la suya, perdida en la humildad de sus orígenes y la sordidez de la pobreza. Batalla inútil, reconocerá Camus mediada su novela pues, "el tiempo perdido solo lo recuperan los ricos?". Y es que los personajes creados por el autor en esta novela están arrancados de su propia realidad. Un niño, Jacques Cormery, que vive en los arrabales de Argel, no conoció a su padre, un emigrante pobre que murió, sin apenas dejar más huella que la de su muerte como soldado raso en 1914 en la batalla del Marne durante la Primera Guerra Mundial. A partir de esta premisa y ya con cuarenta años, Cormery se impone la necesidad de saber acerca de la vida de su padre, quién se casó con su madre, una española de Menorca, analfabeta y semisorda, con dificultades para expresarse, que se dejaba la vida trabajando y apenas podía atender a sus propios hijos.Instigado, precisamente por ella, Cormery localiza y visita la tumba de su padre en Saint-Brieuc en la Bretaña francesa. La comprobación de que "el hombre enterrado (...), que había sido su padre, era más joven que él", le perturba. Se ve asaltado por "la piedad (?) que un hombre formado siente ante un niño injustamente asesinado?".

La ingrata sensación de vacío generacional, de orfandad moral y emocional, de ser sin pretenderlo, "el primer hombre" no le abandonará en el transcurso de la novela, ni ?tomando el texto como metáfora de su memoria? en el de su propia vida.Albert Camus, a lo largo de su vida, de su escritura como creador de mundos (novela y relato, ensayo y periodismo, teatro?), buscará más allá de reconstruir el pasado, revivirlo para tratar de superarlo. El ambiente de "pobreza desnuda como la muerte" que El primer hombre transmite, convoca a lectura y a la implicación del lector.Revivimos, pues, la historia de un niño que por toda educación familiar recibe los latigazos de su abuela quedando a merced de la calle, mientras su madre sufre en silencio. Escapar a la playa, bañarse al sol... son paréntesis de vida y libertad. Es la historia personal del propio Camus hasta que pudo salir de la miseria económica, social y educativa. ¿Cómo se produjo este milagro? El primer hombre ofrece algunas respuestas. Huérfano de padres y sin agarraderos sociales de relieve, Cormery, lo mismo que Camus, forja su propio mundo y destino.

El primer hombre, una novela de Albert Camus tan bella y desoladora como imprescindible. ¿Inacabada? Puede pero dotada de un final, tal vez provisional, en el que el protagonista busca con "generosidad infatigable", la misma que "le diera sus razones para vivir, razones para envejecer y morir sin rebeldía".

Compartir el artículo

stats