El nombre de su banda es el de un fenómeno de la teoría del caos: una mariposa aleteando en Japón puede provocar un huracán en el resto del mundo. ¿Es esto lo que quieren conseguir con sus canciones?
Sí, nos gusta la teoría del caos, pero sin que sea caótico, es decir, de alguna forma se trata de quedarse con el mensaje de que algo que, en un principio, era muy pequeño, al final ha desembocado en algo mayor en otras partes. Empezar con una banda con un sueño en Fuengirola, en Málaga, y al final poder llegar a muchísimos sitios.
Cuando nacen en 2001, empiezan haciendo pop, después pasan al rock y finalmente tienen mucho éxito con sus baladas. ¿Por qué esta evolución?
Llevamos casi 20 años como Efecto Mariposa y, lógicamente, la madurez que vas adquiriendo a nivel personal, se refleja en la música que se hace. Las vivencias personales y la observación de lo que te rodea influyen mucho. También, desde hace unos cuantos discos hemos empezado a encontrarnos a gusto con la música que estamos haciendo y, desde ahí, ha sido una evolución lógica, pero nada de forma premeditada porque sería un error. Se trata simplemente de hacer la música que nos nace. La gente conoce los singles más que otras canciones porque han sido más radiados, pero hay un amplio abanico de estilos dentro de los discos.
¿Es la cantante del grupo, Susana Alva, la que marca el rumbo baladista?
Podría decir que soy yo porque compongo la música y dirijo la evolución y el camino a donde queremos ir, aunque la letra la escribo con Susana.
Con los 18 años transcurridos desde la fundación de la banda, ¿han pasado muchos apuros para mantenerse en activo?
Sí, creo que en 18 años en la vida de cualquier persona dedicándose a lo que sea siempre habrá altibajos. Esto es una montaña rusa. Sí es cierto que en la industria musical ha habido cosas ajenas a la banda que dificultan la trayectoria de la música. Hay que tener también en cuenta que en la música hay muchos filtros hasta que llega al oyente y luego el propio público es quien decide tu existencia. Creo que haciendo balance, el hecho de que sigamos aquí con ilusión se debe a que la balanza hacia lo positivo ha sido mayor.
Ocho álbumes editados hasta 2018, con multitud de singles de éxito ratifican dicho éxito. Entre las muchas bandas actuantes en España, ¿cuál creen que es su nivel de importancia?
Hay mucha gente muy buena en España. Leiva me parece, por la parte de compositor que me toca, que podría ser uno de los mejores compositores del país. Manolo García nos gusta muchísimo. También, Vetusta Morla, etc... Es cierto que ha habido unos años más enfocados a fenómenos de cantantes solistas, pero estamos muy agradecidos de que ahora haya vuelto una época en que predominan más las bandas. Nosotros vamos a pico y pala trabajando día a día con ilusión y humildad, esperando poder llegar a muchas personas que conecten con nuestra música. No nos gusta utilizar ni la palabra artista ni fama. Más que artistas nos consideramos artesanos de la música. La fama es la consecuencia, en un momento dado, de un trabajo de tanto tiempo. Lo que sí notamos, por parte de muchos amigos con los que llevamos en esto mucho tiempo y hemos podido trabajar, es un gran respeto hacia Efecto Mariposa que supone un honor.
Los dos discos titulados Metamorfosis , de 2003 y 2004, ¿señalizan el cambio del grupo hacia su definitivo estilo?
No podría hablar de estilo definitivo porque continuamente hay una evolución. Aunque no sea pasando del pop al heavy, nos sentimos cómodos en un abanico bastante amplio. Siempre estamos en la búsqueda de renovarnos y de incluir un sonido distinto en cuanto a arreglos. Continuamente estamos forzándonos a encontrar el sonido de banda al que damos mucha importancia. De hecho en la evolución de los discos es donde más se nota eso, en que el sonido más pop, cálido y suave ha ido mutando a algo más energético porque en los directos que ofertábamos la gente decía que el grupo ganaba más que en los discos. Intentamos tener eso en cuenta y mostrar esa carga emocional en los discos que hacemos ahora, grabando varios instrumentos a la vez, que no sea todo por separado, como se suele hacer. El estilo definitivo no creo que esté. Nosotros somos muy perfeccionistas para hacer una canción. Hasta que la enseñamos y va al disco ha habido unas nueve opciones de una misma melodía.
Después de ganar el premio al Mejor Grupo de Música en Español 2019, ¿han llovido los contratos?
También nos dieron el premio a la mejor canción en los 40 principales y hemos tenido premios Dial. Son como palmadas en la espalda por un trabajo que hemos hecho con todo el cariño y el esfuerzo. Poder seguir en esto realizando conciertos y con sitios que quieran contar con nosotros es ya la recompensa.
Esta banda tiene fama de cuidar a fondo la calidad de sus grabaciones, pero también han editado conciertos en vivo, en los que puede pasar de todo...
Sí, eso fue el Vivo en vivo que quisimos hacer en Fuengirola. En esa grabación estuvieron varios amigos nuestros como Coti o Pereza, Javier Ojeda y Belén Arjona. Fue algo que le propusimos a la compañía de entonces y cuadró la historia.
Su lugar de origen es Málaga y en Andalucía son numerosos los grupos rockeros. ¿Quieren acabar con el tópico flamenco y tonadillero de su tierra?
No, la identidad de la música de cada sitio es la que es. Nosotros estamos al margen de intentar hacer ningún cambio. Hay que tener un respeto máximo a todos los estilos de música y más cuando es música de raíz. Muchas veces, por ser de Málaga, nos han preguntado si nos atreveríamos con flamenco y siempre hemos dicho que no, que hay que saber hasta dónde uno llega.
¿Qué nos traen al FiestoRon de Arucas 2019?
Vamos a hacer un recorrido por las canciones más conocidas del grupo. Vamos a incluir canciones que hemos notado que producen mucha energía en el escenario. Incluiremos temas como No me crees, Por quererte, Diez minutos o Si tú quisieras. Y también melodías con las que hemos conectado con la gente sin ser single, como Ruido o Mágico. Queremos ofrecer temas que hagan participar al público.
