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La dureza de las señoras de cristal

Crystal Ladies representa unos de los momentos más impactantes del espectáculo 'Totem', de Circo del Sol l Las hermanas bielorrusas Tsodikova son creadoras del malabarismo de pies

La dureza de las señoras de cristal juan castro

Es uno de los shows más originales e hipnóticos del momento. Forma parte del espectáculo Tótem, del Circo del Sol, que permanecerá en Meloneras hasta el 22 de septiembre, y es una vuelta de tuerca -nunca mejor dicho-, al universo del malabarismo. Sus protagonistas son las hermanas bielorrusas Marina y Svetlana Tsodikova, también conocidas como Crystal Ladies, que son las fundadoras de este espectáculo realizado exclusivamente con los pies, también conocido como antipodismo, pero situado como el más singular y exitoso actualmente en todo el mundo.

Ambas hermanas utilizan varios cuadrados planos hechos con tela que las dos hacen girar simultáneamente en sus manos y piernas para, a continuación, lanzárselas de un pie a la mano de la hermana compañera y sucesivamente. Se trata de un show impactante, diferente y original. "Mi hermana gemela y yo estamos compenetradas desde que nacimos". Señala Svatlana. "De hecho tenemos tan solo un minuto de diferencia de edad entre las dos", añade. "Creamos esta p erfomance específicamente para el Circo del Sol. Hacemos girar unos cuadrados que movemos entre nosotras y luego hacemos el número de las pirámides que remata toda la dificultad anterior", añade. "Parece bastante sencillo desde el punto de vista visual, pero es más bonito que difícil ya que hay que entrenarse durante muchos años para poder hacerlo", añade a continuación.

Desde el pasado 5 de julio el Circo del Sol permanece en el sur de Gran Canaria ofreciendo uno de los montajes estrellas de su larga historia. Pero este show de las hermanas bielorrusas tiene 10 años de historia ya que prácticamente comenzó en 2010, "y para el Circo del Sol este espectáculo es uno de los de máxima complejidad", asegura. Crystal Ladies ha actuado, de forma independiente, durante todo este tiempo, en países del centro y este de Europa como Alemania, Suiza o Rusia, y han colaborado con infinidad de circos de todo el mundo. Pero, en opinión de Svetlana, "lo más importante ha sido que hemos conseguido el máximo en nuestra disciplina, que es actuar con el Circo del Sol, ese es el tope de nuestra carrera". Esto es así, porque en palabras de la malabarista, El Circo del Sol "ofrece un tratamiento de los espectáculos diferente" del resto de los circos. "También en lo referente a la luz y los espacios todo es especial".

Complicado

La malabarista reconoce que este montaje "requiere un entrenamiento muy profundo y complicado, en el que hay que estar muy fuerte y concentrado porque si no estás en plena forma física puede llegar a ser peligroso", asegura. Por eso, lo que mas le gusta a la malabarista bielorrusa es que "aquí podemos trabajar mi hermana y yo las dos juntas". Y el hecho de que se trate de un espectáculo dual produce que el resultado sea mucho más poderoso "y te permita transmitir algo con más energía y más impacto que si estuviésemos por separado", asegura la malabarista.

Cuando uno asiste al espectáculo Tótem se encuentra con que Circo del Sol ha creado un montaje de muchos aspectos, pero con una unidad temática. Sus representaciones combinan música, danza y actos circenses que incluyen contorsionismo, danza aérea, malabarismo, acrobacias y gimnasia sobre trapecios, alambres o cuerdas, trampolines, entre otros, y se caracterizan por tener una trama como hilo conductor de la producción.

Esto se ha ido perfilando en los últimos 35 años hasta llegar a mostrar montajes donde todo está preparado hasta el último detalle. Y la idea aquí es mostrar a la especie humana desde su origen anfibio hasta su deseo final de volar. Los personajes van evolucionando y evocando una tortuga gigante, el símbolo del origen para muchas civilizaciones antiguas, y explora los lazos que unen al Hombre con otras especies, sus sueños y su potencial infinito. Por eso, la a parte de las Crystal Ladies se podría interpretar como el de la plena liberación femenina. "En nuestra performance no hay un mensaje implícito", señala la gimnasta. "Pero sí que queremos demostrar que somos mujeres bellas, pero a la vez fuertes, y por eso la idea es enseñar al público que una mujer guapa no tiene que se delicada. La belleza y la fuerza no están reñidas con la potencia, la energía y el vigor".

Esto es algo que tiene más importancia de lo que puede parecer. Porque Svletana, fuera del escenario, sin el traje de lentejuelas y el maquillaje necesario, es una mujer de medidas perfecta, goza de una escultura perfecta que la asemeja a una auténtica modelo del este que podría desfilar sin problemas por cualquier pasarela de moda de Europa.

El espectáculo de las Crystal Ladies empieza con las dos hermanas realizando malabarismos a un mismo tiempo, pero cada una por separado. Posteriormente, cada una se va pasando las alfombras, realizando combinaciones con dichos objetos cada vez más complicados. En la trama final del espectáculo, una de las hermanas agarra a la otra por las piernas y forman una especie de trapecio con sus cuerpos. Es entonces que la que permanece en la parte superior tiene que mantener un equilibrio que casi reta a la teoría de la gravedad. Y la que queda en la parte inferior muestra una capacidad de resistencia prodigiosa, mientras las dos giran las alfombras.

Svetlana Tsodikova está casada con uno de los integrantes de las Baras Rusas con el que tiene un hijo de tres años. Esto ha impedido que cuente con el tiempo libre que sí tiene su hermana que, precisamente, no pudo participar en esta entrevista porque en ese momento se encontraba realizando un tour turístico por el norte de la Isla. "Mi hermana ya estuvo en Canarias anteriormente. Estuvo en Lanzarote y me dijo que tenía unos paisajes que parecían lunares. Por eso en esta ocasión, desde que ha tenido un poco de tiempo libre se ha ido a visitar el resto de Gran Canaria", asegura. "Creo mucho en la opinión de ella y me ha dicho que le gusta mucho lo que ha visto".

Con su visita a Canarias, el Circo del Sol ha llegado a la parte más meridional de Europa, aunque "hemos estado en Australia, Canadá, Singapur, Japón", señala. "Pero dentro de Europa nunca habíamos trabajado en un sitio tan al sur", asegura.

Las dos hermanas son de Minsk, la capital de Bielorrusia, país que se independizó de la Unión Soviética en 1991. En su ciudad son auténticos mitos ya que son un ejemplo de los grandes gimnastas que han salido de esta parte de Europa que destacan, además, por ir un paso más lejos de lo que suele ser habitual en los circos convencionales. Pero la pregunta es que si todo esto se produce con concesiones a la seguridad. "Lo que hacemos es complicado, pero no peligroso", afirma Svetlana. "Es cierto que siempre corremos el riesgo de que nos podamos caer. Y que nadie está libre de que, en algún momento, puedas sufrir una fatiga o un desmayo. Pero tanto yo como mi hermana nos hemos entenado muchísimo para que eso nunca suceda", añade. "También pueden haber errores porque somos humanos como todo el mundo, pero es un precio a pagar cuando te dedicas a lo que ha sido siempre tu ilusión".

Sin embargo, la acróbata añade que "he hecho esto durante muchos años y sé dónde están los errores y los riesgos, la parte más peligrosa. Pero como hacemos tantos shows, porque todos los días es lo mismo, al final todo sale sutilmente sin problemas".

Con Tótem, el espectador entra a un montaje lleno de color y energía, donde los más importantes profesionales del mundo del circo ofrecen sus mejores instantes. Uno de ellos es, sin duda alguna, el que realizan las Señoras de Cristal que, por cierto, la relación con la fragilidad de este material se queda tan sólo en el nombre, porque sobre el escenario ambas artistas desprenden una fuerza, una dureza y energía que rozan lo sobrehumano.

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