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Las letras robadas de Tomás Morales

El texto que lucía la tumba del poeta en el Cementerio de Vegueta ha desaparecido casi por completo l La Casa Museo tiene voluntad de "restaurar la lápida"

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Desperfectos en la tumba de Tomás Morales

Los restos mortales del poeta Tomás Morales Castellano (Moya, 1884 - Las Palmas de Gran Canaria, 1921) reposan en el Cementerio de Vegueta. El visitante encuentra el monumento funerario frente a la escultura del tenor Alfredo Kraus y su panteón familiar. El número 18 que figura en la piedra es la única referencia que sitúa la tumba del poeta modernista presidida por una escultura de Victorio Macho. El de Kraus, es el número 21.

Son de las primeras figuras que trazan el camino tras el pórtico del camposanto de Vegueta. El texto que luce la lápida de Tomás Morales, en letras en bronce, es una suerte de palabras desprovistas de sentido para quien lo busca. Las tuvo en el origen, y ahora son los restos de un epitafio en memoria del autor de Poemas de la Gloria, del Amor y del Mar, y Las Rosas de Hércules. Lo que falta del texto ha desaparecido. "Creo que es la tercera vez que se reponen, y como las letras son en metal, parece ser que la gente se las lleva, coge una letra y deja una flor", explica Guillermo Perdomo, director de la Casa Tomás Morales, en Moya.

La lápida original, según relata el responsable de la Casa Museo, es un diseño de un nieto del poeta, Javier Morales, quien dispuso que el monumento luciera un texto con la tipografía que frecuentaba Néstor Martín Fernández de la Torre, cuyo panteón, y de la familia, se encuentra a la izquierda del de Tomás Morales. El poema del diseño original es un fragmento de un texto del también poeta Fernando Fortún, en el que se podía leer: "Tu ambición fue cumplida / perfecto fuiste en condición extrema / que en nuestra pobre vida / ser bueno es el sistema/ y es la bondad la perfección suprema".

"Es una pena ver este maltrato, y en el caso de Tomás Morales las letras van desapareciendo como una especie de souvenir, y es triste que esto ocurra", lamentaba el pasado viernes Guillermo Perdomo. "La última vez que estuve hace dos semanas me dio a pensar que esas letras de bronce tal vez no sea lo mejor, aunque es precioso y es además un trabajo de un familiar del artista, pero las tumbas son de la familia", señala el director del centro respecto a su restauración.

Desde la Casa Museo hay "intención de reponer el texto", avanza Perdomo. Entre las actividades que organiza el centro están las visitas guiadas a este cementerio que fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 2010. "Ahí están además Fray Lesco, Saulo Torón, Alonso Quesada, Alfredo Kraus,..., se ha hecho un trabajo que permite tener localizado cada monumento funerario", señala acerca de este cementerio, un lugar que se reivindica como "el guardián de la memoria".

El cementerio es un BIC que rezuma arte. A la fachada atribuida a Luján Pérez y así está signada, y a la veintena de intervenciones que hizo Manuel Ponce de León para las familias de la época que solicitaron sus servicios entre capillas, panteones y otros proyectos ligados a este espacio, además de la pieza citada de Victorio Macho, entre otras que presiden las distintas estancias, este cementerio permite "recorrer las tumbas de nuestros escritores célebres". Lo recuerda Guillermo Perdomo. "Ya desde el pasado año vimos que toda la generación modernista estaba allí, y si una sociedad no respeta las tumbas, mal asunto".

El director del Museo Néstor, Daniel Montesdeoca, mostraba igualmente su preocupación de un patrimonio que, en este caso y en su opinión, debïa de estar al cuidado y de común acuerdo entre las familias propietarias y e Ayuntamiento. "Lo que ocurre es que muchas familias los han dejado perder, literalmente", lamenta. Asegura Daniel Montesdeoca que el Cementerio de Vegueta "es un sitio de interés". Señala Montesdeoca que "los cementerios son una manera de conocer la sociedad de ese país, siempre los visito cuando viajo, y por regla general los cementerios son exponentes de la cultura de un país".

"Y claro que me preocupa, porque allí está el panteón de Néstor [Martín Fernández de la Torre], diseñado por Miguel, y donde están enterrados Néstor con su madre, Miguel, etc..., y otros familiares, y pertenece a la familia, y es una obra importante en el catálogo, una tumba racionalista que en su momento se restauró".

Más allá de los "panteones con calidad artística", puntualiza el director, hay que reparar en que "están representando a personajes ilustres de la sociedad canaria, y somos muchos los que hemos realizado visitas guiadas, pero creo que es un lugar más para los propios que para los turistas".

Un lugar "con raigambre arquitectónica y artística, como son todos los panteones de la primera crujía", donde están Morales y Kraus, y que según Daniel Montesdeoca hay que respetar con sus elementos originales. En su opinión, "algunas de las reformas son un atentado al patrimonio y al diseño original, estamos alterando la historia".

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