La 36ª edición del Festival de Música de Canarias, que se celebra entre el 9 de enero y el 9 de febrero de 2020, ofrecerá 49 conciertos en 28 espacios de las ocho islas. El romanticismo europeo, el clasicismo y la música contemporánea son el hilo conductor de un festival que en su programación de abono, en los dos auditorios capitalinos, contará con la participación de siete grandes formaciones, incluídas las dos canarias. El concierto inaugural, el 9 y 10 de enero, en Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife, respectivamente, tendrán de protagonista a la Philharmonia de Londres, que con el joven maestro Santtu-Matías Rouyali al frente, ofrecerá un programa en el que figuran la Sinfonía nº 5, de Chaikovsky; y la Sinfonía nº 1, de Sibelius.

"Lo más importante no es la orquesta, sino el director que la acompaña, Santtu-Matias Rouyali", según Jorge Perdigón, director del Festival. En su opinión, un lujo de apertura la de 2020, con un maestro finlandés de 33 años que "está en la línea de lo extraordinario y es uno de los que la crítica especializada ha decidido que será uno de los directores del futuro, uno de los grandes. Su agenda está completa en los próximos cinco años".

Será el reencuentro con la Philharmonia londinense tras su paso por las Islas en la 24ª edición, en 2008, en la que estuvo Riccardo Muti en el podio con un doble programa: obras de Schubert, Hindemith y Scriabin en el primero; y un segundo junto al Orfeón Donostiarra con el Requiem, de Verdi.

Con un presupuesto que estará próximo a los dos millones de euros, de los que 1,4 millones los aporta el Gobierno canario, además de ingresos de "tres o cuatro patrocinadores", según Jorge Perdigón, y el retorno de abonos y entradas, "estamos ante un festival que viene a consolidar una programación de altísimo nivel, con siete grandes formaciones orquestales, un abanico sonoro importante sobre las distintas orquestas europeas", tal como aseguró ayer el viceconsejero de Cultura, Juan Márquez, en la presentación de la programación del Festival de Música en 2020, en un acto en que participaron además la consejera de Educación, Universidades, Cultura y Deportes, María José Guerra, y el director del Festival, Jorge Perdigón.

Según Márquez, la edición de 2020 ofrece "una programación potente que nos sitúa en ese circuito de festivales europeos de música clásica", y que permite al público transitar por las distintas geografías musicales europeas.

En este sentido, la consejeraMaría José Guerra se felicitó del cartel del Festival, que en su opinión "es un motivo de alegría para la toda la comunidad musical canaria". Parafraseando a Nietzche, dijo que "sin música la vida sería un error", y en este caso tal como recordó, "el Festival tiene ya una larga historia y trayectoria", al que le auguró "un espléndido presente y un inmejorable futuro". Según dijo, "el nuevo equipo de la consejería está muy ilusionado en seguir con esta larga historia del Festival de Música", sobre todo tras "el éxito de la edición anterior que contó con más de 26.000 espectadores".

Junto a la formación londinense, arropan esta 36ª edición en su programación de abono, la Orquesta de Cámara Mahler, conducida por la pianista Mitsuko Uchida; la Sinfónica de la Radio de Frankfurt, que ofrecerá un programa ruso con Andrés Orozco-Estrada en la dirección: la Sinfonía nº 5, de Shostakovich, y el Concierto para violín, de Chaikovsky, con el concurso del joven violinista japonés Fumiaki Miura; y la Sinfónica Nacional Danesa, que conducida por Juanjo Mena y con los solistas Mark Simpson (clarinete) y Jean Guihen Queyras, al chelo, interpreterá piezas de Gade, Nielsen, Schubert y Dvorák.

Las dos orquestas canarias tienen protagonismo. La Filarmónica de Gran Canaria se estrena el 16 de enero en el Alfredo Kraus (repite el 17 en Tenerife) con el director israelí Eliahu Inbal, de 83 años, con dos solistas invitados: el violinista Pinchas Zukerman, que regresa al Festival tras haber cancelado los conciertos programados en 2018 por razones de salud; y Amanda Forsyth, chelista y pareja de Zukerman. La Sinfónica de Tenerife llega al Festival de Música en su 50 aniversario. Y por ello, desde la dirección del certamen se ha propuesto a su títular Antonio Méndez, el 16 y 17 de enero, El anillo sin palabras, la adaptación que Lorin Maazel hizo de El anillo del nibelungo, de Wagner, pieza de una hora aproximada

La Orquesta de Paris, que clausura la programación de abono los días 8 y 9 de febrero de 2020, con el maestro Christoph Eschenbach y el violinista Daniel Lozakovich, que ofrecen el C oncierto para violín, de Mendelssohn; y la Sinfonía Fantástica, de Berlioz. Veteranía y nuevas promesas se dan la mano: un maestro de 80 junto a un virtuoso intérprete sueco de 18 años.

El festival permite adentrarse en el sonido inglés, francés, alemán y danés, entre otras latitudes sonoras en una programación que se estrena con Chaikovsky y se agota con Berlioz, en medio de un arco de compositores en el que además del 250º aniversario del nacimiento de Beethoven, asoman Mendelssohn, Schumann, Bruck, Liszt, Wagner, Sibeluis, Nielsen, Mahler, Mozart, Shostakovich, Dvorak, Berg y Stravinsky, entre otros; y creadores contemporáneos como Manuel Bonino, autor del estreno de encargo de esta edición, que interpreta en ruta por las Islas, la Filarmónica de Cámara Rusa de San Petersburgo, que conduce Juri Gilbo.

Junto a los de San Petersburgo, en itinerancia por el Archipiélago estarán el Cuarteto de Cuerda Ornati, que integran músicos de la OFGC con el monográfico de Beethoven; y el Dúo Cassadó, eel proyecto que la pianista Marta Moll y el chelista Damián Martínez, chelo, que estará entre el 14 y el 18 de enero en El Hierro, La Palma, La Gomera, Fuerteventura y Lanzarote con el programa denominado Ecos Iberoamericanos, con obras del propio Cassadó y de E. Halffter, Falla y Piazzolla.

Otras perlas del festival, según la organización. son el pianista ruso Arcadi Volodos, el 24 y 26 de enero con obras de Liszt y Schumann.; la Camerata de Royal Concertgebouw de Ámsterdam, con dirección del oboísta Lucas Macías Navarro, en gira por las Islas; y el Coro de Cámara Ainur y un grupo de la Orquesta Sinfónica, con José Brito y Mariola Rodríguez al frente, en distintas iglesias de Canarias con un repertorio de música sacra que incluyé el Réquiem de Fauré, de 1893.