Música en directo, un sistema de insonorización caduco, un medidor de decibelios a nombre de la Policía Local y un vecino cabreado. Con esa amalgama de factores, la historia sólo podía desembocar en un lío que mantiene al Centro Cultural Cicca en el centro de un buen enredo: denunciado por un residente de la calle Terrero, con tres conciertos ya cancelados por orden del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y con su programación musical -a corto plazo- en el aire.

De momento, la sala regentada por la Fundación La Caja de Canarias se ha visto obligada a suspender tres recitales: el de Atlantida, previsto para el pasado 14 de septiembre; y los de Frakaso Skolar y Michael Alonso, que se iban a celebrar esta semana (20 y 21 de septiembre, respectivamente). En todos los casos, la dirección del Cicca utilizó sus canales oficiales para comunicar la cancelación de los eventos. Y el argumento expuesto, para los tres conciertos, fue el mismo: motivos técnicos.

"Hemos iniciado un proceso para renovar el material técnico de la sala", apunta Fernando Fernández, director general de la Fundación La Caja de Canarias antes de admitir que "nosotros queremos organizar conciertos, pero también queremos convivir con nuestros vecinos, no generar problemas y cumplir con las normas. Por eso hemos optado por cambiar el equipo técnico de la sala, adquirir componentes más modernos y adaptarnos a los tiempos y las reglas de la ciudad para actualizar el recinto".

El ejecutivo de la Fundación La Caja de Canarias también reconoce que la renovación fue activada "tras recibir una notificación del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria tras una queja presentada por un vecino". Frente a este contratiempo, con la programación musical para lo que resta de año ya perfilada, Fernando Fernández subraya que "ya hemos empezado a devolver el dinero a las personas que compraron entradas para los conciertos suspendidos" y se marca "un plazo, más o menos, de un mes" para volver a organizar recitales musicales en el Cicca. "Por ejemplo, las obras de teatro", agrega, "no se suspenderán". "Tampoco afecta a los congresos ya previstos. Se mantienen en tiempo y forma. Esta medida sólo afecta a la música en directo y a la música enlatada", aclara el ejecutivo del centro cultural.

La denuncia del vecino, avalada en varias ocasiones por un medidor de decibelios de la Policía Local, pone en cuarentena al resto de la programación musical y llena de incertidumbre a los promotores con fechas reservadas en la sala de la Alameda de Colón. "Estamos a la espera de que nos comuniquen qué va a pasar", explicaron varios organizadores antes de añadir que "las fechas son muy ajustados y, en caso de que el Cicca no esté disponible, hay que buscar alternativas ya".

Siete citas

La programación del recinto de la Fundación La Caja de Canarias, además de los tres conciertos cancelados, tiene previstos otros siete recitales de aquí a diciembre. En el horizonte, más allá de las dos citas previstas para este fin de semana -Frakaso Skolar y Michael Alonso- y que ya han sido suspendidos, aparecen galas de Ismael Serrano -con dos fechas previstas: 18 y 19 de octubre-, Flor de Canela -el 26 de octubre, dentro del ciclo Ciccaautor-, Juan Carlos Bueno (2 de noviembre), MR. Kilombo -segunda fecha de Ciccautor, el 29 de noviembre-, Gerson Galván (30 de noviembre) y el espectáculo Oye mi canto -un tributo a Gloria Stefan proyectado para el 20 de diciembre-.

Además de esa serie de siete conciertos, para esta temporada el Cicca también tiene proyectadas varias obras de teatro - Misericordia y Nazarín, de Pérez Galdós (previstas para los días 10 y 11 de octubre dentro del Bienio Galdosiano que celebra el 175 del aniversario del nacimiento del escritor grancanario y el centenario de su muerte)- y un espectáculo de danza - Mi razón, fechado para el 4 de octubre-. En principio, todas estas funciones se mantienen.