La M.O.D.A. estrena su directo en Gran Canaria este 12 de octubre en el Festival Cero.
Estuvimos en Fuerteventura, en un festival en El Cotillo en 2015, y en Gran Canaria será nuestra primera vez.
Al grupo se le reserva el cierre del festival, y se intuye que la fiesta viene con ustedes
Intentaremos dejarnos la piel en el escenario y transmitir toda la pasión con la que vivimos la música, pero creo que tenemos más cosas que ofrecer que solo fiesta, o solo entretenimiento.
El proyecto nace en Burgos y el tiempo que usted estuvo en Dublín fue determinante para poner en marcha La M.O.D.A., y buscar otros músicos que lo acompañaran en el camino.
Eso fue un poco como la gota que colmó el vaso, esa breve experiencia en Dublín, pero todo venía de mucho antes. Nuestra inquietud por la música ha estado ahí desde una edad muy temprana. Hemos escuchado música sobre todo en inglés y bandas anglosajonas, desde Bob Dylan a Johnny Cash, The Clash, grupos más de punk de aquí como Eskorbuto, mucho country también, muchas cosas. Llegas a un punto en que la vida te va poniendo en circunstancias, el momento en que todos teníamos ilusión por empezar con un proyecto, nos conocíamos de antes, habíamos estado medio tocando juntos en algunos locales, lo típico. Yo me fui a Dublín, no estuve mucho tiempo pero si fue muy intenso, y toda la gente que se dedica a tocar en la calle, el ambiente de pubs y demás, fue un poco como encender la mecha, y cuando llegué a España nos pusimos a currar enseguida, esto es el año 2011. Desde entonces, hemos dado no se cuantos cientos de conciertos, sacamos tres dicos, hemos tocado en Estados Unidos, México, Colombia, en distintos países de Europa, ha sido muy inesperado lo que ha pasado, pero hemos currado un montón y estamos muy satisfechos.
El sonido es una coctelera sonora donde hay folk, country, punk, rock, que se ejecuta con una instrumentación poco habitual a menos que sea una banda de música, celta, folk o trabaje con las músicas del mundo.
Al final todo ha salido de una forma mucho más natural de lo que pensábamos, con un sonido que sale cuando estamos tocando los siete juntos en una habitación, y siempre nos hemos preocupado por ensayar mucho, seguir mejorando, aprender a tocar mejor y comunicarnos mejor con los instrumentos, probando otros timbres y sonidos a lo largo de los discos. Al principio no había ni clarinete, ni banjo ni mandolina, tampoco teclados, y estamos orgullosos por donde estamos dirigiendo nuestros pasos, sin ninguna discográfica, tomando las decisiones nosotros mismos.
Un proyecto autogestionado en todos los frentes en donde los triunfos o las derrotas son por cuenta de la propia banda.
Si, así es, para bien y para mal [risas], somos los únicos a los que podemos culpar de lo que le ocurra al grupo. Y esto es así, y es importante para nosotros controlar y ser dueños de nuestras canciones, que es lo más importante de todo esto más allá de querer ser famoso. Sabes, nunca nos ha importado mucho, siempre nos han dado igual las discográficas por ese lado, y no buscamos ser muy conocidos, aspiramos a que nuestra música signifique algo para el que la escuche, y eso es decir mucho.
Antes decía que el repertorio de La M.O.D.A. es más que una propuesta festiva, que hay mucho más tras las canciones.
Me refiero a que nuestras canciones tienen un contenido que está pensado o que ha sido escrito para contar cosas que tenemos necesidad de expresar. Nuestra aspiración no es solo entretener a la gente mientras la gente se toma una copa, ni mucho menos, reivindicamos otro tipo de música, y cada uno que haga la música que le de la gana, no nos creemos ni mejores ni peores que el resto por la música que hacemos. Cada uno que aporte lo que quiera, y las letras no tienen por que ser de un contenido social o político, lo único que consideramos que tiene que hacer el grupo, cualquier artista, es ser sincero, no hacer las cosas por dinero, sino porque lo siente así, porque elige un camino u otro.
El último disco de estudio fue Salvavida (de las balas perdidas)
El próximo paso de la banda es acabar con esta gira, que nos quedan seis fechas finales y en las que se han agotado casi todas las entradas salvo las de Madrid, y calculamos que vendrán a vernos unas 20.000 personas, que ya es mucho. Cuando empezamos, e hicimos muchos kilómetros, no venía a vernos ni dios y lo hacíamos igual, y está claro que lo que tenemos ahora es un premio y un privilegio. Si que queremos parar de tocar el año que viene, acabamos la gira el 23 de noviembre, y no daremos más conciertos el próximo año. Hay que coger un poco de aire para no cansarnos y no cansar al público, con vistas a un disco nuevo. Hasta que no acabemos la gira no sabemos hacia donde irá el disco.
La M.O.D.A. es un producto atípico por aquello de que no es tendencia en la escenario pero si que se ha conseguido forjar un sonido propio.
Es a lo que aspiramos nosotros y cualquier grupo: sonar de forma personal y decir las cosas de una manera propia que no hayan dicho otros. Si que es verdad que a veces es una putada no formar parte de una escena o un movimiento, no acabas de encajar nunca, no hay un festival para tu público, o no tienes un público en concreto, pero por otro lado es lo mejor del mundo, lo mejor que nos podía pasar. Estamos orgullosos de tocar un día en un festival para punkis, y al día siguiente en uno rockero, y es bonito que la gente tenga esa apertura de mentes, ver a un grupo de rap, de heavy o de hardcore juntos y que nadie se lleve las manos a la cabeza.
