El incumplimiento de los estatutos, de manera continuada durante el anterior mandato en el Cabildo -con Carlos Ruiz al frente de la consejería de Cultura-, ha dado pie a una situación de malestar y protestas en la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria (OFGC) que, de paso, salpica a la figura de Karel Mark Chichon como director titular y artístico de la propia entidad cultural.
La raíz del problema aparece en marzo del año pasado, cuando la Fundación que rige la OFGC anunció la destitución de Jorge Bernárdez López como gerente. Desde entonces, la plaza está vacante. Para hacer frente a ese hueco en un cargo que, según los estatutos de la propia Fundación tiene entre sus funciones "ejecutar y hacer cumplir los acuerdos de la Comisión Ejecutiva", "inspección y seguimiento de los contratos, bienes y servicios" o "despachar los asuntos de trámite", el anterior consejero de Cultura del Cabildo otorgó a Chichon libertad para la toma de decisiones administrativas dentro de la agrupación.
Esa apuesta de Carlos Ruiz, que otorga a Chichon competencias más allá de los cargos de director titular y artístico de la OFGC, ha dado pie a una serie de quejas sobre el funcionamiento de una entidad cultural que recibe una dotación económica -por parte Cabildo- de siete millones de euros anuales. Así, desde la propia formación se lamenta el vacío en dos figuras de los órganos de gobierno que aparecen en sus estatutos: el del comité artístico y el del coordinador artístico.
Un vistazo al portal de transparencia de la OFGC, en el apartado de personal de gestión, ratifica todas esas vacantes (gerente, comité artístico y coordinador artístico).
Las quejas por la gestión de Chichon al frente de la OFGC trascienden la frontera de los estatutos: van desde las dudas sobre la administración de fondos públicos hasta la grabación de un disco -junto a su mujer, Elina Garanca- tras pasar por detalles como primar las contrataciones de músicos foráneos frente a la de locales, la organización de cursos de dirección orquestal o la contratación de coros bálticos para conciertos de abonos cuando antes siempre había sido una tarea desempeñada por el coro de la OFGC.
30.000 euros anuales
En 2017, cuando se anunció la contratación de Chichon como director titular de la OFGC, Antonio Morales -presidente del Cabildo- reveló que tendría una salario de 30.000 euros anuales como director artístico, cifra a la que sumaría 11.000 euros por cada concierto de abono y otros 4.500 por conciertos de otro tipo. El primer contrato vinculaba a ambas partes hasta 2021, acuerdo que en 2018 fue ampliado hasta 2023.
Carlos Ruiz, entonces, justificó ese movimiento por "los excelentes resultados de este año al frente del conjunto sinfónico del Cabildo de Gran Canaria así como la complicidad artística que existe entre los profesores de la orquesta y el Maestro. "Igualmente", puntualizó, "se ha valorado la necesidad de trabajar con varios años de antelación en la programación de las próximas temporadas".
