Con una puesta en escena en la que simulaba un parque público salió a las tablas Manuel Carrasco ayer, en el Gran Canaria Arena, para ofrecer un concierto dentro del Festival Mar Abierto. Previamente un gran telón blanco con unas ilustraciones que hacían referencia a la temática romántica que inundan sus canciones tapaba un escenario al que se fueron incorporando los músicos poco a poco.

Con el tema Me dijeron empezó el cantante andaluz un concierto imparable y contagioso que duraría casi tres horas. El aforo del recinto presentaba un aspecto impresionante con unas 6.000 personas y con asistentes de todas las edades que bailaron y cantaron sus temas de una forma incesante.

Y es que en los dos últimos años, el exconcursante de Operación Triunfo ha escalado posiciones de una forma prodigiosa hasta convertirse en uno de los artistas más demandados a nivel nacional y quizás la figura que llena más recintos junto con Alejandro Sanz. Un juego de luces y un trabajo de animación realmente espectaculares acompañaron a los primero minutos de su puesta en escena.

Una banda de siete músicos iba interpretando temas que oscilaban entre el pop y la balada romántica con un tono flamenco que es lo que le ha dado ese éxito arrasador. El concierto tuvo un desarrollo dinámico excepto en dos únicos momentos en los que el onubense interpretó sólo en el escenario con el piano y la guitarras.

"Muy contentos estamos de estar aquí en esta noche", señaló el cantante tras interpretar el tercer tema Los primeros días. "Teníamos muchísimas ganas de volver. Recuerdo el último concierto con emoción y quería poner la cruz en el mapa en Las Palmas", añadió a continuación. "Muchas gracias por este recibimiento tan caluroso y cariñoso. Sólo os digo una cosa: esto acaba de empezar y la vamos a liar". Lo que vino a continuación fueron canciones arrolladoras como Qué bonito es querer, Unos x uno, Siendo uno mismo y Déjame ser con el carisma del andaluz como principal aspecto a destacar.