Cuando el corazón se vuelca en el proceso creativo y relega a Ítaca a un segundo plano, el puerto de destino es solo un episodio fortuito, como ilustra el poema de Kavafis, pero a veces también sucede que inventar y cultivar un sendero artístico propio desemboca en un escenario aún mejor. Y así ha sido el recorrido de Ana (también a nosotros nos llevará el olvido), la primera producción teatral creada al abrigo del Laboratorio Galdós, dirigida por Mario Vega a partir de un texto de Irma Correa, que conquistó el pasado lunes un total de cinco Premios Réplica de las Artes Escénicas de Canarias, a los que concurría con ocho nominaciones en siete categorías.
Distinguido como Mejor Espectáculo de Teatro, Mejor Dirección y Mejor Espacio Escénico para Mario Vega, Mejor Interpretación para la actriz María de Vigo y Mejor Iluminación para Ibán Negrín, el triunfo del espectáculo Ana (también a nosotros nos llevará el olvido) en los máximos galardones de la escena canaria constituye un reconocimiento a un método artístico, que experimenta con las formas para enriquecer el fondo y que democratiza el espacio teatral con la participación activa del público.
Y es que el alma máter del Laboratorio Galdós, que somete sus ensayos a las valoraciones del público invitado en las semanas previas a su estreno para ponerse en crisis y reescribirse mediante el método del ensayo-error, no radica en el resultado, sino en el proceso, si bien, como subraya Vega, "cuando antepones el proceso, el resultado es todavía mejor".
Asistentes
En esta línea, Gemma Quintana, coordinadora del área pedagógica y de participación del Laboratorio Galdós, "este un reconocimiento a un proceso de trabajo valiente, generoso y democrático". A este respecto, Quintana señaló que "el premio que más ilusión nos ha hecho ha sido el de Mejor Espectáculo, porque es un premio que compartimos con muchísima gente; no solo con el gran equipo que hay detrás de Unahoramenos o con los patrocinadores, sino con las más de mil personas que participaron como asistentes de creación durante ese proceso de ensayo-error y cuya mirada es parte de la creación de este espectáculo, porque, indudablemente, este premio también es de ellos".
Por su parte, Mario Vega dedicó sus galardones a Mejor Dirección y Mejor Diseño de Espacio Escénico al desaparecido escritor Antonio Lozano, íntimo amigo y colaborador con quien trabajó en múltiples ocasiones. Y el premio a Mejor Iluminación que recayó en Ibán Negrín dedicó unas palabras a Juan Carlos Cruz, director de animación y audiovisuales, que no cuenta con una categoría propia a concurso en los Réplica.
Luego, María de Vigo, que integra el reparto del montaje junto a Marta Viera, Rubén Darío y Ruth Sánchez, se hizo con una estatuilla por su doblete interpretativo en los personajes de Satur, peluquera y amiga gallega de Ana (Marta Viera); y Vivian, fotógrafa francesa de quien se enamora la protagonista. En su discurso, la actriz reveló que su ascendencia gallego-canaria le permitió desdoblarse en dos personajes que, incluso, comparten un diálogo que encarna a solas. Además, Ana (también a nosotros nos llevará el olvido) atesora una nominación a los prestigiosos Premios Max de las Artes Escénicas en la categoría de Mejor Diseño de Espacio Escénico, toda vez que estuvo preseleccionado en cuatro categorías, que englobaba los apartados de Mejor Dirección, Mejor Autoría Teatral y Mejor Iluminación.
"El espacio escénico en Ana era una gran apuesta de Mario Vega dentro de su estilo habitual de diseñar grandes propuestas escenográficas, aunque en El crimen de la calle Fuencarral ha querido probar el camino opuesto", señala Quintana. Y es que la consolidación del éxito de Ana (también a nosotros nos llevará el olvido) en los Premios Réplica coincide con los primeros aleteos de El crimen de la calle Fuencarral, segundo resultado artístico del Laboratorio Galdós, que vivió su estreno absoluto el pasado octubre y cuya próxima función sube el telón el sábado 9 de noviembre en el Centro Cultural Federico García Lorca, en el municipio de Ingenio.
Este segundo gran espectáculo planteado en clave de farsa burlesca a partir de un texto del dramaturgo colombiano Fabio Rubiano se sitúa en las antípodas del naturalismo dramático de Ana, con una apuesta minimalista y austera en la estela de Peter Brook, pero cuya creación se inscribe en el mismo sistema de ensayo-error que vertebra el Laboratorio Galdós. Además, ya se encuentra en fase de gestación la tercera propuesta que redondea esta trilogía galdosiana de investigación escénica, que verá la luz en 2020.
" Ana era la prueba de fuego de este proceso y con El crimen de la calle Fuencarral se institucionaliza esta manera de trabajar", concluye Quintana. "Ambos son dos proyectos diferentes, que resultan de dos procesos de co-creación diferentes, pero en ambos casos han sido experiencias muy gratificantes y complicadas. Y eso es lo interesante: que en cada espectáculo el público nos lleve a crisis para que sigamos investigando, lo cual nos lleva a hacer un mejor acabado y un mejor resultado, como se ha demostrado en Ana".
