Un repertorio familiar, que "nos toca muy de cerca y que todos hemos escuchado y vivido de alguna manera". De esta manera presenta Rubén Sánchez Araña, presidente y concertino de la Orquesta Sinfónica de Las Palmas, el nuevo espectáculo México Sinfónico, en el que llevan trabajando los últimos seis meses, en un mano a mano con el músico y director Luis Montesdeoca, Con ellos las voces que se prestan a defender el repertorio tradicional y popular de México, con arreglos sinfónicos: Mara Pérez, Fabiola Trujillo, Manuel Estupiñán y José Santana.
Piezas como Ay Jalisco no te rajes, México lindo y querido, Adelita, Si nos dejan, La Llorona, Currucucú paloma, Sombras nada más, o La Bikina, son parte de un repertorio en 18 escalas en 90 minutos con el que la Orquesta Sinfónica se sale de su hoja de ruta habitual, orientada a programas de corte clásico. Un homenaje a los grandes de la canción mexicana, a los corridos, las rancheras, los mariachis, a compositores e intérpretes de distintas épocas, y en el que asoman los nombres de Pedro Infante, Juan Gabriel, José Alfredo Jiménez, Vicente Fernández, Chavela Vargas, Luis Miguel y Rocío Durcal.
"Desde hace tiempo en la Orquesta Sinfónica teníamos el afán de mezclar diferentes músicas, y ya lo hicimos con un encuentro de folclore sinfónico, y con otro proyecto Sinatra in Habana, que lo llevamos a la salsa, y que estrenamos este mismo año en los actos del 20º aniversario, y queríamos hacer algo con la música mexicana", explica Rubén Sánchez, mientras los músicos ocupan su sitio en el escenario del Teatro Cruce de Culturas, en Arinaga, el pasado miércoles en el penúltimo ensayo.
Sánchez Araña ha tenido a su lado a Luis Montesdeoca, "un gran conocedor del folclore y la música mexicana". Definir el repertorio trajo el debate, entre los músicos y los cantantes, y no fue fácil. "Todos tenemos en cabeza canciones como Sigo siendo el rey, Jalisco, La Bikina, y nos hemos ido a temas que la gente conoce, y alguno menos conocidos, y realmente hemos pensado el espectáculo, la estructura, en temas que son importantes en México, como las serenatas, la revolución, el Dia de Muertos, los grandes intérpretes, solistas y compositores".
A las familias de instrumentos habituales en la Orquesta Sinfónica se han incorporado el guitarrón, la vihuela o el acordeón, toda vez que los vientos son habituales en la formación. A este respecto, Sánchez Araña apunta que "el público verá una sección de cuerda más amplia que la habitual de la Sinfónica", y que contribuyen a que "los arreglos tengan una percha elegante".
Aforo completo
Para la Orquesta, este concierto que ya tiene todo el aforo vendido y sin posibilidad de celebrar una segunda función en Agüimes, supone "salir de la rutina habitual". Explica el presidente y concertino que "entre nuestros objetivos está acercar la música sinfónica a nuevos públicos y éste es un medio para que la gente se acerque a otro tipo de programas", como el tradicional concierto de Año Nuevo, que este año llega a su octava edición.
Luis Montesdeoca le tiene cogida la medida a este repertorio y conoce cómo se aplica ese "color sinfónico" a esta colección de canciones, que según relata "se han elegido conforme al hilo conductor del espectáculo y en contacto con los solistas para que ellos estén cómodos". Con la experiencia de Bolero Sinfónico, "que no es el mismo género, pero que tiene algo de relación", se armaron unos arreglos "con los que tienes que pensar de otra manera". La Orquesta está en otra dimensión. En su opinión, " los músicos están acostumbrados a trabajar con música clásica, un poco más trabajosa, y cuando le das un género más festivo o popular se nota cuando tocan. Ayer [por el miércoles] fue el primer ensayo y la respuesta fue muy buena".
A cuatro voces
Cuatro solistas participan en México Sinfónico. José Santana es miembro del grupo El Mariachi y al igual que el resto de cantantes, este concierto supone "un reto personal" que le obliga a cambiar de registro. "Es diferente hacerlo con banda sinfónica y hemos estado codo con codo con la dirección de la Sinfónica para ver que repertorio es el mejor para cada uno, los temas que mejor se puedan defender, siempre intentando que el conjunto sea bueno, que llegue al público."
Al concurso de Manuel Estupiñán, que hará algunos duetos con José Santana, hay que sumar el de Mara Pérez y Fabiola Trujillo. "Es una ilusión muy grande, un chute de energía y vitalidad", afirma Mara Pérez, hija de Martín Pérez, El Charro de Oro. Recuerda la cantante que "el mariachi forma parte de mi vida desde chiquitita, me encuentro cómoda pero no es lo mismo cantar con un grupo de músicos que con la Sinfónica".
Asegura que "el repertorio es muy variado y muy clásico intentando que haya color, movimiento, diferentes tipos de ritmo, que se vea todo lo que lleva México en su folclore y en su cultura, con temas muy importantes que la gente recuerda en voces de grandes artistas y espero que conmigo sientan también ese pedacito de México".
Fabiola Trujillo se debe igualmente a la canción mexicana. La cantante de Arucas ya había trabajado con este director, y con siete discos en los que homenajea a México, Trujillo reconoce que "siempre he cantado un poco de todo, pero la música que amo y que me identifica es la música mexicana". La cantante, admiradora de Juan Gabriel, reitera que "no es fácil elegir un repertorio cuando hay tanto maravilloso". A Trujillo le ha tocado, entre otras piezas, "un guiño a la revolución mexicana", un dueto con Mara: "cantamos Adelita, en una versión reposadita, con elegancia, y creo que va a gustar mucho".
