El Pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó ayer martes el nombramiento del escritor Benito Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 1843-Madrid, 1920) como hijo adoptivo de la capital española para conmemorar el centenario de la muerte, acaecida en enero de 1920, de quien fue el gran cronista del Madrid del XIX.

Por unanimidad de los grupos municipales madrileños, el escritor canario compartirá este reconocimiento con literatos como Camilo José Cela, el expresidente Adolfo Suárez o el cantante Rafael y el cineasta Pedro Almodóvar, distinguidos durante el anterior mandato de Manuela Carmena. "Esta claro que Benito Pérez Galdós aúna el consenso de todos los grupos, a los que les doy las gracias por aprobar esta iniciativa", agradecía ayer la delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Andrea Levy, que ha recordado que el año Galdosiano comenzó "hace unas semanas" cuando se nombró en su honor a la biblioteca del Centro Cultural Conde Duque.

La programación del Año Galdós ideada por el área que dirige la popular Andrea Levy arrancará con un homenaje el 4 de enero, cuando se conmemora el centenario de su muerte. Este título honorífico a la figura de Pérez Galdós se debe a su estrecha relación con la capital española a través de su literatura en la que plasmó los usos y costumbres del siglo XIX.

"Se hace justicia y parece mentira que nos enorgullecemos de tener un Madrid galdosiano y sin haber contemplado el hecho de hacerlo hijo adoptivo", manifestaba ayer el escritor y crítico literario Eduardo Valero García, promotor de esta edición, formalizada en septiembre pasado, con el apoyo de varias asociaciones culturales madrileñas, además de la Asociación Internacional de Galdosistas, que tiene su sede en Estados Unidos.

Valero García, que asistió al pleno acompañado, entre otros, de Luis Verde Muntan, bisnieto de Galdós, a quien reunió "para que formara parte de ese momento", mostraba ayer su satisfacción por este reconocimiento. "Fue un momento agradable y muy entrañable, y en el pleno cada grupo municipal tuvo palabras hacia Galdós, alabando su figura en los años que residió aquí y lo que representa el Madrid galdosiano".

Antecedente en 1914

Hubo que esperar a la recta final de 2019 para que Galdós fuera madrileño de adopción. Recuerda Eduardo Valero que "en 1914 se hizo una suscripción nacional patra apoyar la situación económica de Galdós. Hubo un concejal republicano, creo que se llamaba Soriano Blanco, que solicitó para Don Benito el título de hijo adoptivo, y como estaban con el dilema si el ayuntamiento iba a aportar dinero o no, al final se ocuparon más de la parte literaria que la sentimental, y quedó en el olvido lo del hijo adoptivo hasta ahora".

Se congratula Eduardo Valero de la decisión adoptada por la corporación madrileña, fruto de su empeñó de situar en su contexto y con los honores que merece al autor de Fortunata y Jacinta. Según Valero, "a partir de mi iniciativa surgió la oportunidad de conceder el título de hijo adoptivo, y la votación fue unánime".

En este sentido, y en el transcurso del citado pleno, la concejal de Más Madrid Pilar Perea ha recalcado que la ciudad de Madrid se "vive a través de las palabras" de Galdós y ha pedido que en el centenario además de eventos galdosianos de ejemplo con sus ideales, desde la libertad de expresión o la igualdad de oportunidades. En términos similares se pronunció la socialista Mar Espinar, quien reivindicó que Galdós no llegue solo a las programaciones culturales sino también en los institutos porque "hay que entrar las llaves de los tesoros de la literatura porque es nuestro Charles Dickens". "Se hizo madrileño sin dejar de ser canario", ha reconocido el concejal de Ciudadanos Martín Casariego, quien ha señalado que es una de las "características" de los habitantes de Madrid.

De cualquier manera, a juicio de Eduardo Valero García, lo importante es que "a partir de 2020, Pérez Galdós tiene que estar presente siempre, no solamente cuando celebremos su aniversario". El escritor y crítico, que hoy miércoles presenta en Madrid el libro Benito Pérez Galdós. La fugura del realismo español, una biografía relacionada con el Madrid que él vivió y su rol de editor, expresó su confianza en que no se solapen los homenajes del Cabildo y del Ayuntamiento madrileño en el centenario del escritor.