El relato discursivo y expositivo del Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM), que celebra 30 años como referente del arte contemporáneo en el Archipiélago, comenzó a escribirse en 1989 con la tinta de los sueños de vanguardia; las corrientes de pensamiento crítico que insuflaba un nuevo orden mundial tras la caída del muro de Berlín y la firme vocación de resituar la condición ultraperiférica de las islas en el eje tricontinental que trenza sus coordenadas artísticas con las de Latinoamérica, África y Europa.
Esta espiral de ambiciones artísticas se desplegó a las órdenes del artista grancanario universal Martín Chirino, quien fundó y lideró el centro durante 12 años desde su fundación, toda vez que esta espiral se repliega el mismo año del fallecimiento del insigne escultor y redondea el recorrido en el trigésimo aniversario del centro, que rindió homenaje anoche a su artífice primero con una placa conmemorativa, un recital de música clásica y una muestra retrospectiva.
Pero la guinda de este 30º cumpleaños radica en el hecho de que la de anoche fuera la fiesta de todos y de todas, puesto que, en la cima de sus tres décadas de trayectoria, el CAAM no sólo ha espejado y exhibido las múltiples manifiestaciones artísticas contemporáneas irradiadas desde su plataforma tricontinental y las corrientes emergentes en Canarias, sino que ha inoculado el sentimiento de pertenencia en una ciudadanía que hoy siente el museo como suyo, como demostró anoche la afluencia en la celebración de su aniversario.
La fiesta dio comienzo en la tarde de ayer, hacia a las 19.00 horas, con el descubrimiento de una placa en homenaje a Martín Chirino, situada a la entrada del inmueble principal, de la mano de Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria; y Marta Chirino, hija del escultor. Le sucedieron a continuación las intervenciones del propio Morales; la consejera de Cultura de la corporación insular y presidenta del CAAM, Guacimara Medina; y el director del CAAM, Orlando Britto, en la sala polivalente del centro, ante una notable asistencia de artistas, representantes políticos y distintas figuras ligadas a la trayectoria del centro, entre los que se encontraban antiguos directores del CAAM, como Franck González, Alicia Chillida o Álvaro Rodríguez Fominaya; así como la gestora cultural Hilda Mauricio, figura fundamental en sus comienzos; o Jesús Castaño, presidente actual de la Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino.
Tampoco faltaron a la cita numerosos artistas de las islas, como Rafael Monagas -íntimo amigo y colaborador de Martín Chirino-, Félix Juan Bordes, Leopoldo Emperador, Pedro Déniz, Cynthia Viera y Pablo San José (PSJM), Leandro Betancor o el galerista Manuel Ojeda; y representantes políticos de la esfera cultural canaria, como Juan Márquez, viceconsejero de cultura del Gobierno de Canarias, o Tilman Kuttenkeuler, presidente de la Fundación Auditorio y Teatro.
Precisamente, Britto destacó en su bienvenida que la esencia de esta velada se cifraba en "palabras de agradecimiento y reconocimiento", puesto que la efeméride convocó a una nutrida relación de personas vinculadas a los primeros pasos del CAAM, como los propios Britto y Chirino. "Brindo todo mi reconocimiento y respeto al gran escultor que supo domeñar como nadie el hierro, fundirlo y torcerlo para convertirlo y poesía", manifestó Britto, quien aprovechó la ocasión para anunciar que el CAAM acogerá una gran exposición retrospectiva de la obra de Martín Chirino el próximo 2025 con motivo del centenario de su nacimiento.
Homenajes
Después de la lectura de los discursos oficiales, la sala polivalente acogió un recital de música clásica como tributo a Martín Chirino a cargo del dúo formado por el violinista José Luis Montesdeoca y la chelista Marisa Roda, que interpretó en directo una serie de piezas breves de Mozart.
Luego, sus melodías se abrieron paso a través de los pasillos del CAAM hacia la inauguración de la exposición retrospectiva titulada El artista sueña. Homenaje a Martín Chirino, que se despliega en las dos salas del espacio expositivo situado en el número 9 de Los Balcones y que, en palabras de Britto, se configura como una antesala del gran proyecto expositivo previsto para 2025.
La primera sala de la muestra reúne una selección de obras originales y representativas del universo creativo de Chirino, entre las que destacan piezas como Aeróvoro, en hierro forjado (1974), La espiga, en hierro forjado (1957), El poeta sueña. Crónica del siglo XX (1998) o Inquisidor IX (1959 - 60), así como dos litografías del artista. Por su parte, la sala contigua acoge una semblanza de Martín Chirino bajo el título Elogio de una visión prospectiva, en cuyas paredes se exhibe un mosaico de imágenes ligadas a acontecimientos destacados dentro de las distintas etapas del CAAM; una pieza audiovisual protagonizada por Chirino y un retrato realizado en su taller por el fotógrafo grancanario Nacho González Oramas, quien, en palabras de Britto, "ha narrado la historia visual del CAAM".
Y como colofón, la fiesta culminó con un triple concierto en directo en plena calle Los Balcones, frente a la fachada del centro, a cargo de los grupos grancanarios Gabriela Suárez Jazz Singer Trío, Mora Manouche y Birkins, que pusieron el broche a la celebración de 30 años como faro de las vanguardias en las islas.
