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Letras

Un lienzo a 33 rpm

Xavier Valiño analiza 50 portadas esenciales del rock en 'Líneas paralelas', publicación que completa la serie iniciada en 2016 con 'La cara oculta de la Luna'

Portada de 'Líneas paralelas'. LP

Un universo gráfico por descubrir en un arco sonoro que va de Bob Dylan a The Strokes. Cinco décadas a las que se asoman 50 referencias discográficas seleccionadas por Xavier Valiño con el título de Lineas paralelas. 50 portadas esenciales del rock (Milenio, 2019). El escritor, crítico y arqueólogo musical gallego afincado en Gran Canaria, y colaborador de LA PROVINCIA/Diario de Las Palmas, cierra 2019 con la publicación de este libro que completa una serie, en dos entregas, en las que cataloga las mejores portadas del rock, su historia y completo anecdotario, de la que dio cuenta hace tres años con el volumen El lado oculto de la luna (Milenio, 2016), donde recorría la historia de la música desde los años 50 a través de las portadas de los discos más significativos.

¿Un ejercicio literario para nostálgicos del vinilo? "Evidentemente el valor de la portada de los discos se ha perdido porque en un mundo en el que se escucha la música en plataformas de streaming, la imagen sigue estando ahí, pero no es algo tangible que puedas manejar, tocar, ver, descubrir los secretos que hay detrás, en definitiva", razona Xavier Valiño cuando se le cuestiona por el valor actual de los discos, y cómo han cambiado los hábitos de escucha y consumo han cambiado.

Los dos libros de Xavier Valiño se complementan toda vez que ambas ediciones cubren el centenar de referencias que buscaba el autor. Se repiten artistas, pero no los títulos. Estructurado en cinco capítulos que son décadas, repara Valiño en este Líneas paralelas (título del disco de Blondie de 1978, con fotografía de Edo Bertoglio y diseño de Ramey Communications, y que es portada del libro), en quién está detrás del arte de trabajos licenciados por Dylan, Beatles, 13th Floor Elevators, The Doors, The Who, The Jimi Hendrix Experience, Pink Floyd, Isaac Hayes, Rolling Stones, Peter Gabriel, Led Zeppelin, Kraftwerk, Sex Pistols, The Cars, Ian Dury, New Order, Prince, Primal Scream, Nirvana, Radiohead, Aphex Twin o Massive Attack, entre otros.

"Lo que intenté es que hubiera cien portadas que considero que son esenciales, eso no quiere decir que sean las más hermosas, ni las que más me gustan, sino las que tuvieran una historia, un relato que se pudiera contar, y fue a partir de ahí cuando llegué a esta selección", explica Xavier Valiño. Un relato que tiene su punto de partida en la figura de Alex Steinweiss, director artístico del sello Columbia en 1939, a quien se le atribuye el cambio en las fundas de cartón marrón habituales por otras ilustradas y a color. Una historia en la que Xavier Valiño reparó hace tres años y que ahora recupera para situar al lector en este laberinto gráfico y sonoro, y que tiene un antecedente en un anterior proyecto editorial: Veneno en dosis camufladas: la censura en los discos de pop rock durante el franquismo (Milenio, 2011)

Aquel gesto estético de Stenweiss que envolvía las siguientes referencias de música clásica y jazz de la disquera, tendría su relevo en las firmas de Jim Flora y Robert Jones, en una constante evolución del concepto gráfico, del arte del disco. Asoman aquí los nombres de Hipgnosis, Roger Dean, David King, Cal Schenkel, Craig Braun, Martin Sharp, Jamie Reid o Peter Saville, entre una ingente nómina de creadores que dejaron su sello y contribuyeron a forjar la marca e iconografía de otros tantos artistas. "Si no habría sido él, habría sido otro más tarde", reflexiona el autor acerca de este visionario que revistió las portadas del sello para el que trabajaba. "Las ilustraciones hicieron que se incrementaran las ventas, y la compañía le dio carta blanca para ello", subraya.

La gran eclosión del arte en las producciones discográficas vino a mediados de los 60 cuando, según Valiño, "los grupos conectaron con artistas para que trabajaran en sus discos, y que las portadas fueran una plataforma en la que mostrar más que la típica imagen y revestirlos con un elemento llamativo". Con anterioridad, la fotografía fue el elemento predominante en la primigenia ilustración de colecciones de clásica y jazz.

Arte y diseño

Las relaciones entre la industria de la música y el arte y el diseño quedan reflejadas y documentadas en Lineas paralelas, un trabajo en el que autor ha buscado acentuar "esa interacción desde mediados de los años 60 entre los artistas y los músicos, jóvenes de la misma generación, que compartían inquietudes".

Entre las numerosas curiosidades que ofrece el libro, además del desarrollo de los conceptos y su gestación para cada álbum seleccionado, hay que reparar en algunas portadas cuyo original no llegó a publicarse en el mercado español por razones de censura. "Muchas fueron publicadas en edición distinta a la aparecida en España por cuestiones sexuales o referencias políticas, sociales o religiosas", señala Valiño, llegando en casos concretos a ser pieza de coleccionista.

No descarta Xavier Valiño encarar un trabajo de compilación similar a éste circunscrito a España. "Podría ser", apunta, aunque deja claro que "llevaría más trabajo, porque el mundo anglosajón comprendió desde hace tiempo que la literatura sobre la música se vende bien, y eso implica que desde los años 60 existen libros sobre la materia, y parte de ello lo recojo en este libro, y se ha venido contando a través de distintos estudios, un camino que estaba andando".

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