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Entrevista | Vicente Martín Abreu

"La Palma fue un sitio recurrente de hippies que encontraron allí algo especial"

"El cambio respecto a libros anteriores es que los personajes superan el concepto de la música", afirma el escritor

La Kima es un trabajo focalizado en la isla de La Palma que le permite cerrar un círculo respecto a personajes que había abordado en publicaciones anteriores. Y más allá del rock en La Palma, los protagonistas de este libro le permite profundizar en otros hechos culturales y sociales.La Kima

El cambio en La Kima respecto a los libros anteriores es que los personajes principales que se reflejan en el libro superan el concepto de la música. Es decir, Jorge Lozano, por ejemplo, más que un músico que tuviera una banda en los años 60, es director de cine y animador sociocultural; Luis Morera es Taburiente, es pintor, tiene intervenciones en el paisaje en La Palma; Ramón Araujo, que es profesor de Filosofía, de Yoga, escritor,..., lo cual ha hecho que me abra a otros temas. También en lo que hay de distinto es un análisis más amplio de la sociedad del momento, a través del título de La Kima, o La Quinta Verde, que vino después, que se rebelan de alguna manera contra el sistema establecido al final del franquismo, y pasan de aquel pasotismo a la concienciación política, a los movimientos ecologistas, y todo ello se traduce en un relato más social. Y luego en cuanto a los personajes, me ha chocado mucho algo que comentan tanto Domingo Castellano como Luis Morera, y es que cuando llegan a Las Palmas de Gran Canaria se encuentran con un parque de Santa Catalina lleno de hippies, que yo no conocía.

En esos años de transición en todos los frentes de la vida el movimiento hippie tuvo su arraigo en las Islas y en particular en La Palma, un territorio que a su vez es un cruce de caminos en lo cultural.

Es bastante particular el tema de La Palma y la isla ha sido un sitio recurrente de hippies europeos, y de eso habla Eremiot Rodríguez, que llegaron y se quedaron allí porque encontraron algo especial. Ramón Araujo dice que en la isla, o estas muy bien en ella, o te devora y te tienes que ir, que no hay puntos medios. Es una isla extrema con sus barrancos, y evidentemente en la música está la influencia de la música latina, la música popular, sobre todo los villacincos, lo que supone la Bajada de la Virgen, una tradición de cultura popular y folclore muy potente que de alguna manera Luis Morera va a catapultar a través de ir más allá del folk. Comenta, por ejemplo, que un disco como Ach Guañac (1978) le queda muy rock por la influencia de Teddy Bautista [el productor] en ese momento, que le mete a gente como el batería de Coz, músicos con los que había hecho Ciclos [el álbum de Canarios, que se publicaba en 1974]. Esto por un lado, y de otro que el libro, aparte de haberlo escrito, cuenta con el aliciente de las fotografías de Pablo Espantaleón, que son realmente potentes; la ilustración de portada que es obra del dibujante Nano Barbero; y el prólogo, que es un capítulo más, firmado por Servando Rocha.

A partir de su experiencia como escritor y comunicador, ¿qué lugar ocupa La Palma en el contexto del rock canario?

Me he ido a La Palma porque Gran Canaria está muy tocada [en lo musical] y Tenerife también, y La Palma junto con Lanzarote son las dos más potentes de las llamadas islas menores, y veo que lo que se hace allí es distinto. Hay rock de todo género como en todas las Islas, y quizás el que vaya buscando un relato del rock en La Palma, es como la excusa. Por ejemplo, bandas como Los Vinagres se citan de pasada, las últimas generaciones casi no están tocadas en el libro, y es como un homenaje a todos estos grupos que vienen de atrás. Con La Kima se inicia una serie de libros que el siguiente será el rock en Lanzarote, con el que llevo tres meses, o el próximo, del que ya tengo material, es el rock en El Hierro. Y realmente se abre una nueva vía, y lo que voy a intentar es que aparte de rock se hable de otras cosas en cada isla, que de alguna manera se han visto reflejadas en el mundo del rock.

De todas formas, afloran nombres como Facies, la banda que lideró Carlos Catana, o el episodio de Ojalá Muchá y los avatares de cruzar el charco en busca de otro mercado y público, cómo se pudo romper esa doble insularidad.

Sí, el caso de Ojalá Muchá es el de la banda más representativa en los años 90 que se ha proyectdo hasta ahora.

El formato del libro le permite ciertas licencias literarias, volver a caminar sobre sus pasos, como cuando narra el episodio de su llegada a Gran Canaria en 1986.

El libro son entrevistas, al igual que en Interviú Hotel (2012), aunque contado en forma de relato, haciendo relatos con las entrevistas, y como suelo hacer, mezclándolo con experiencias personales vividas en La Palma o conectando con cosas que cuentan ellos. Y lo que hay también son dos líneas casi inconscientes y que aparecen en libros anteriores como son la radio, y que tuvo a personajes como Pepe Orive, Cristóbal de Armas o Higinio Rayo, y este caso es Carlos Catana que a través de su programa La Espiral va descubriendo un poco la guía de algunas bandas. Y luego, hay dos anécdotas hablando con los entrevistados que me permiten hacen el epílogo, como es la cuarta entrega de Fito [Adolfo Pareja], la coincidencia de que existieran dos bandas con el mismo nombre en La Palma y en Gran Canaria, Los Flinstones, y una de ellas era la banda de Fito.

Recupera en el relato la historia de la formación grancanaria Stu and Drak (1966-1970) con el testimonio de Domingo Castellano, músico de la banda.

Sí, el concurso nacional que ganaron en un programa de Alfredo Amestoy, el viaje a Madrid a recoger el premio y cómo les toman el pelo, y es como dices, el ir siempre hacia adelante y hacia atrás. Hay que tener en cuenta que el libro nace diez años atrás cuando presento en La Palma el libro Grandes Éxitos y cierro la primera de las entrevistas con Ramón Araujo, y completa un ciclo de una década desde que publiqué mi segundo libro.

La poesía está presente en todo el libro, no solo por Carlos Catana, sino que se asoman a estas páginas los versos de Félix Francisco Casanova, Leocadio Ortega, Severiano Martín, Elsa López o Domingo Acosta Guión.

Es un pequeño homenaje a los poetas palmeros más famosos, que Carlos Catana y otra gente han trabajado sobre ellos, y que se volverán a trabajar. El propio Catana está grabando un disco en Madrid con Tony Carmona sobre poemas de Félix Francicsco Casanova. Y de forma colateral aparecen otros personajes como el torero José Mata, la poetisca Leocricia Pestana, también Elsa López y Antonio Abdo, gente que da cuenta de cómo ha sido el mundo cultural en La Palma en los últimos treinta o cuarenta años, por lo que decíamos antes de abrir el espectro más allá del rock que da título al libro. Personajes que han ido mucho más allá de su ámbito que ha generado una actividad cultural, y de quienes se han alimentado las nuevas generaciones.

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