La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista | Georgina León

"Quiero que mi música sea sanadora, que deje una sonrisa"

"Con la canción 'Bienvenido a mi habitación' pretendo volver al coqueteo, a la sutileza perdida", afirma

La cantante Georgina en una imagen promocional. LA PROVINCIA/DLP

Después de repasar su repertorio y grabaciones, su trabajose concibe como una apuesta por la canción intimista, inspirada en sus propias emociones. ¿Está de acuerdo?

Sí, sobre todo porque llega un momento en que después de hacer tantos géneros, tantos estilos y hablar de tantas cosas en la vida te sientes más identificado con lo que sientes en ese instante. Por eso la música sale más íntima porque se compone dentro de la habitación y tienes los sentimientos más recientes. Lo que comienza siendo un juego termina como una introspección.

También parece una perfeccionista, que renueva y actualiza con frecuencia el estilo de sus éxitos. ¿Lo hace porque también cambia, o por la efímera vigencia de estas creaciones en general?

Por un poco de las dos cosas. Es verdad que uno va cambiando. Como cambias de música cambias de ropa, como uno se va vistiendo va escuchando las influencias que va teniendo en ese momento. También porque siento que las canciones crecen conmigo. Son historias que me han ido acompañando. Tengo mi saco de experiencias que plasmo en un show y todas ellas van creciendo y cambiando conmigo. Las canto y toco de manera diferente y así siempre van evolucionando.

El título de su último disco, que también da nombre a su gira de conciertos, es Bienvenido a mi habitación . ¿A quién recibe tan amablemente?

A todo el que quiera. Está abierto a todo el que esté dispuesto a disfrutar de la habitación que ofrezco.

El asunto erótico tiene hoy diversas formas de tratamiento musical: salvaje, burlesco, desinhibido, lírico? ¿Cuál es su opción?

Me gusta el lírico, un poco más sutil, más elegante. Ahora todo es muy fácil, muy banal y directo, por lo que se ha perdido un poco esa parte del coqueteo, de la insinuación bonita, de la sutileza. Eso es lo que quise demostrar con la canción Bienvenido a mi habitación.

¿Cómo valora los ciclos # No solo autor de la Sala Insular de Teatro de las Palmas, en los que viene a actuar?

Me parece una iniciativa preciosa. Esta es la segunda edición del ciclo. Me comentaron los organizadores que el año pasado fue un éxito. Me parece muy bello que se hagan ciclos de cantautores también y que den la oportunidad a gente que está en la Península de venir a cantar a Gran Canaria. Comparto el cartel con gente muy buena y soy la única chica este año, lo que me encanta.

Un concierto unipersonal, de voz y guitarra, puede ser una experiencia inolvidable o una pesadez. ¿Cómo hace para seducir a los oyentes?

No se trata de llegar y cantar las canciones sin más. Creo que lo que tiene de diferente ofrecer un concierto entero con guitarra y voz es que la gente, aparte de que descubre cómo nacieron las canciones, me da la oportunidad de explicar de qué va cada una. Son temas contados más que cantados porque voy relatando por qué salió cada uno, lo que sentía en ese momento y así el público tiene otra disposición para escuchar la música. Además, probablemente, con muchos arreglos te pierdes en la letra. Sería como ir a un recital de poesía con música. Vas contando una historia y el espectador va entrando en la situación, por lo que se convierte en un concierto muy ameno. Llevo ya dos o tres años haciendo este formato y a la gente le encanta. De hecho, cuando toco con la banda no es lo mismo porque se acude a bailar, a llenarte de otras experiencias, pero es otro concepto. Este es más de introspección, de escuchar y disfrutar.

Venezolana de nacimiento, con esa nacionalidad y la española, lleva muchos años viviendo aquí, sin regresar a su patria natal. ¿Se debe a la complicada situación política?

No, yo me vine hace 16 años en una gira y me quedé. Cantaba con otra chica y nos iba muy bien en Latinoamérica. Pero me gustó mucho Madrid y estaba en la edad, con 23 años y descubriendo un mundo nuevo. Me interesó el concepto de cantar en sitios pequeños e ir en una bicicleta con la guitarra en la espalda. Así fue pasando el tiempo y cada vez que volvía a mi país lo veía diferente, más triste. Me arraigué mucho a la cultura madrileña. Siempre digo que soy madrizolana, aunque algún día me gustaría vivir de nuevo, al menos, una temporada, allí.

Las alusiones en sus temas a figuras familiares que no han salido ni pueden salir del país, ¿son explícitamente críticas?

Son más personales. Hablan un poco de la situación de mi país, pero me refiero más a mi madre que salió como una emigrante a explorar por el mundo. Lo hice desde el punto de vista de lo que ella sentía. Pudo haber ocurrido en otro país y en otras circunstancias. En los propios conciertos aclaro que no se trata de una canción para hablar de la situación de Venezuela, sino que se la compuse a mi madre para que ella tenga ánimos de seguir luchando y explorando la vida.

Sin duda conoce a la gran pianista clásica venezolana Gabriela Montero, que gana adeptos al antichavismo en cada uno de sus conciertos. ¿Está usted en la misma onda?

No voy por ese lado porque siento que en la música, independientemente de la ideología política y crítica, los sentimientos no van a cambiar. El amor, la ilusión, el desamor, y el miedo son universales. Me parece muy triste tener que decantarme por adeptos de un lado o del otro. La gente que está escuchando tiene su manera de pensar conforme a las situaciones. Yo canto para todos aunque la situación política en mi país no sea normal. Creo que mi música es sanadora y quiero que la gente cuando vaya a mis conciertos se olvide de sus tendencias, que simplemente sienta y disfrute, lo que llena el alma, un granito de arena que puedo aportar a estas personas.

¿En qué fase psicológica y artística se encuentra ahora?

Estoy en un proceso demasiado mágico. He pasado unas circunstancias bastante difíciles porque mi padre falleció hace tres semanas y tuve que irme a Venezuela de improviso. Hacía tres años que no viajaba ami país. Fue un tirón de orejas de mi padre para estar allí con mi hermana, mi sobrino, mi abuelo, mis tíos y mi primos. Comencé a valorar esas cosas de las que uno a veces no se da cuenta porque pasas la vida pensando que todo el mundo va a ser inmortal. Allí compartí con gente del chavismo y antichavista y me di cuenta de que todo ser humano tiene una parte noble y hermosa. Eso lo estoy queriendo trasladar a mi música, que pretendo que se convierta en sanadora, independientemente del tema que trate. Me gustaría, a partir de ahora, en todos mis conciertos, aportar un mensaje positivo, independientemente de que haya dolor, problemas y conflictos. Aunque las canciones puedan nacer de una tristeza quiero dejar al final una sonrisa, un aprendizaje. Los temas que empiece a componer a partir de ahora tendrán mucho que ver con ese sentido de la vida.

Compartir el artículo

stats