En la carretera desde el pasado 2018, la formación canadiense Bywater Call sacude el circuito de festivales musicales de su tierra natal con un apabullante despliegue escénico de siete músicos, capitaneado por la cantante Meghan Parnell y el guitarrista Dave Barnes, junto con Bruce McCarthy, a la batería; Mike Meusel al y Alan Zemaitis, a los teclados; Stephen Dyte, a la trompetista, y Julian Nalli al saxo tenor. Su paleta de sonidos e influencias ya ha cruzado fronteras con su disco de debut homónimo bajo el brazo, que presentan en las dos islas capitalinas los próximos 6 y 7 de febrero.
El repertorio de Bywater Call atraviesa un espectro sonoro que engloba el soul sureño, el gospel y el blues. ¿Cuáles fueron los orígenes de la banda?
Dave Barnes y yo teníamos la intención de empezar a escribir nuestra propia música desde hace algún tiempo. Ambos sentíamos que necesitábamos hacerlo para alimentar nuestro amor por la actuación en directo. Desde hace muchos años, nos inspiraban los sonidos del soul sureño, el rock de raíz, la guitarra slide y las formaciones big band. Lo cierto es que nos estábamos empapando de un montón de música increíble, pero teníamos problemas para encontrar el espacio para dar comienzo a un proyecto grande. Pero por fin decidimos dar el paso: yo dejé mi empleo de día; reservé nuestro primer concierto como Bywater, y todo empezó desde ahí.
La crítica musical les atribuye influencias muy diversas, ¿con cuáles se identifica la banda?
La verdad es que tenemos muchas influencias musicales, pero algunos de los artistas que estamos escuchando mucho en este momento para inspirarnos son Bill Withers, The Band, Little Feat, Aretha Franklin, y Tedeschi Trucks Band.
La escena canadiense se ha rendido a la banda a lo largo del último año, ¿la acogida ha sido como esperaban?
Pues hemos tenido la suerte de ser nominados para el Maple Blues Award -nuestros premios nacionales de blues- en la categoría de Mejor Nuevo Artista. Además, el pasado noviembre agotamos el aforo en el concierto de presentación de nuestro álbum de debut agotado en unno de los grandes recintos musicales de Toronto.También nos ha acogido muy bien el circuito de festivales canadiense y estamos deseando hacer algunas giras más por todo Canadá el próximo verano.
Por cierto, ¿qué significa el nombre de la banda?
Bywater es un barrio de Nueva Orleans, cerca del Barrio Francés, que tiene comida y música increíbles. Dave y yo nos enamoramos de la ciudad hace años cuando la visitamos por primera vez y hemos vuelto muchas veces desde entonces. Y siempre nos quedamos en la zona de Bywater. Luego, la parte del nombre que dice "Call" se refiere simplemente a la llamada de volver a una ciudad que nos encanta.
Su gira por España el próximo febrero recorre casi una docena de ciudades. ¿Qué conocen o qué les ha atraído en particular de la escena musical española?
Pues hemos escuchado muchas cosas increíbles sobre España, desde la belleza del país y la comida hasta lo cálido y receptivo que es el público a la música en vivo. Por supuesto, no sé con qué nos vamos a encontrar, pero les prometo que tengo muchísimas ganas de que lleguen nuestras conciertos por España
¿Y cómo ha ido la gira europea hasta ahora?
La gira hasta ahora ha superado absolutamente todas nuestras expectativas. Durante nuestra primera semana en los Países Bajos, Alemania y Suiza nos encontramos con salas llenas y con una recepción increíble por parte del público. Todo el mundo ha sido muy amable y los conciertos han sido muy divertidos. Nos lo estamos pasando realmente bien.
Con todo, ¿es fácil ser hoy una líder vocal femenina en una industria como la música?
No es fácil, pero creo que la situación está mejorando. Por ahora, con Bywater Call me ocupo de varias gestiones desde casa, así que no sólo soy la encargada de vender la banda a un acto, local o público concreto, sino la que está en primera línea de la banda que lo hace ante un acto, local o público que quizás no sepa mucho o nada de nosotros. Lamentablemente, creo que siempre parto de una situación de desventaja por ser mujer en una industria que, en el pasado, ha estado tan dominada por los hombres. Sin embargo, cada vez que conozco a una artista en esta escena, me encuentro con la calidez y la inclusión. Por tanto, creo que, si nos apoyamos mutuamente, las artistas seremos cada vez más fuertes. Y en Toronto están sucediendo algunas cosas maravillosas como, por ejemplo, el Women's Blues Review, el homenaje a Etta James y, este año, la Toronto Blues Society Talent Search, dedicada exclusivamente a mujeres artistas, ¡es impresionante! Por supuesto, hay mucho trabajo que hacer pero, si nos apoyamos mutuamente, juntas podemos ser imparables.
