Aunque sus mejores trabajos los publicaran el pasado siglo, los ingleses han producido en las dos últimas décadas discos tan interesantes como Yes, su mejor obra hasta el momento y que puso las bases de una recomendable trilogía iniciada en 2013 con Electric, que siguió tres años después con el elegante Super y que culmina ahora en Hotspot. Tres discos producidos por Stuart Price, genio en la sombra del Confessions on a dance floor de Madonna, que pone su talento al servicio de a Neil Tennant y Chris Lowe en una obra rica en contrastes que destaca especialmente por el house Happy people o la zigzagueante Monkey business.