La princesa prometida es sobradamente conocida como película por la estimable adaptación que hizo Rob Reiner. Sin embargo, conviene recomendar encarecidamente acudir al original literario, obra del gran guionista William Goldman, quien con todo merecimiento convirtió su novela en una de las lecturas para todas las edades más deliciosas y arrebatadoras de todos los tiempos. Cuento de princesas, caballeros más bien torpes, gigantes y villanos que casi producen ternura, la historia creada por Goldman mantiene intacto su encanto, en el que sobresale ese español en busca de venganza llamado Iñigo Montoya. Imprescindible.

Es posible encontrar por distintos canales el recuerdo imborrable de los payasos de la tele, aquellos Gabi, Fofó y MIliki que durante unos años irrepetible se convirtieron en los mejores amigos televisivos de los niños de una generación que lloró desconsoladamente la muerte del segundo de ellos. Aún hoy en día algunas de sus canciones siguen vivas en la memoria de los fueron niños, y en muchos casos sus hijos y nietos las heredan porque siguen siendo temas ideales para cantar en los viajes... o en semanas de encierro en casa como las que nos espera. ¿Se animan? "Había una vez, un circo..." Su alegría es contagiosa.