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CRISIS DEL CORONAVIRUS

La canción del fin del mundo

La canción del fin del mundo LP / DLP

Plagas, pandemias, apocalipsis, guerras, destrucción... En fin, un mismo tema -la extinción de la raza humana- visto desde distintas perspectivas . Algo que la música moderna siempre ha tenido presente, como no podía ser de otra forma, máxime teniendo en cuenta la insensatez que siempre ha caracterizado al hombre en su corto paso por el planeta.

Pero la cantidad de referencias es tan amplia que se impone la necesidad de realizar primero una criba y segundo un repaso por campos estilísticos como el rock, el heavy metal o el pop y acabar en la música siniestra.

Ya en 1939 Ace Johnson compone la aterradora Influenzia inspirada en la pandemia de gripe que mató a cincuenta millones entre 1918 y 1919. Otra enfermedad que casi acaba con la propia humanidad fue la tuberculosis y ese miedo a contraerla lo describe bien Jimmie Rodgers en Whippin' that old T.B. y Lead Belly con T. B. blues, comparando dicha enfermedad con la prisión.

Bob Dylan fue un verdadero trovador de la realidad social del mundo en los años sesenta con momentos poco optimistas como muestra su archiconocida Talkin world war III blues donde explicaba como el mundo entero, pasando por la crisis de los misiles soviéticos en Cuba, iba a acabar indefectiblemente en la Tercera Guerra Mundial, y, en consecuencia, el final nuclear.

Dos clásicos del rock tienen sendos himnos sobre el tema. En primer lugar, Black Sabbath, en Electric funeral, con una descripción apocalíptica con el telón de la paranoia nuclear. Y, en segundo, The Doors con Ths is the end repleta de mensajes filosóficos y esotéricos sobre la hecatombe.

Los pioneros del heavy psicodélico, Blues Oyster Cult, dedicaron varios temas de su disco Fire of unknown origin al final desolador de la vida en la Tierra, destacando por encima de todos el arrebatador tema Sole survivor.

Y otros clásicos también pusieron su granito de arena como Tom Waits con The earth died screaming o Peter Gabriel a través de Here comes the flood.

Más cercano en el tiempo está Slayer con Skeletons of society que envía un mensaje de apocalipsis describiendo cómo el fuego gobierna los cielos y la lluvia ácida corroe la vida. Al igual que los afamados Metallica con títulos tipo Fight fire with fire o Iron Maiden y su conspiranoico Virus. A ellos habría que unir piezas del nivel de Three days in darkness (Testament), Floods (Pantera), When life has ceased (Entombed ), Infernal Death (Death) o When the sun burn reds (Kreator). Ya el punk, surgido a finales de los setenta, con Inglaterra en plena recesión, produjo himnos sobre el final bíblico del planeta.

Y un precursor de la mayoría de los género del siglo XX como Bowie centró su disco Diamond dogs en retratar una distopía al modo de 1984 de Orwell y al que volvería al final de su carrera con el tema Where are we now?

El ejemplo más paradigmático quizás sea The Clash con su versión del reggae jamaicano de Willie Williams Armagedeon Time donde se habla de la conmoción de la gente ante el Día del Juicio Final. Otro grupo emblema de dicho estilo, The Stranglers, hicieron lo propio en Nuclear device afirmando "el primer y el último hombre caminará por esta tierra, pero sólo unos sobrevivirán".

Ya, durante la new wave, y viviendo la paranoia de la Guerra Fría que sufría todo el planeta y que auguraba que el ser humano se convertiría en papilla mutante en un abrir y cerrar de ojos el tema del Apocalipsis se extendió como la peste. Así, muchos de sus artistas o bandas más emblemáticas publicaron trabajos que exponían las consecuencias de esta tensión entre los dos bloques Joe Jackson lo hizo con un Beat crazy a través de títulos como Evil eye en el que sigue siendo el mejor ejercicio de reggae blanco hasta el momento. También se sumó a esta idea los Talking Heads que en su Fear of music incluían un Life during wartime que era una descripción detallada de una sociedad apagada por un conflicto bélico. O The Vapors en un primer trabajo, New clear days, con melodías inolvidables como Cold war. XTC hizo lo propio en un Living in another Cuba en el cual recordaban los acontecimientos que había tratado Dylan diez años atrás

Sin embargo, si hubo un grupo que recreó de forma precisa el tema de una Europa apocalíptica como campo de batalla entre Rusia y Estados Unidos fue Fischer Z con su álbum Red skies over paradise que incluía himnos en este sentido del tipo Cruisse missiles o Luton to Lisbon. Tampoco las formaciones de ska del sello Two Tone se escaparon a esta tendencia como hicieron los mismísimos The Specials en su segundo trabajo con Man at CIA. O las nuevas bandas de la neopsicodelia entre las que destacaban los maravillosos The Sound y su inconmensurable Missiles.

Un tema, el de la guerra fría, que también retratarían Frankie goes to Holywood en Two tribe.

Pero si hay un género que esté repleto de referencias de este tipo ese es el rock gótico. Empezando con sus creadores, Joy Division, ya que muchas de sus canciones están repletas de textos que aluden a este tipo de situaciones como Ice age o Wilderness con paisajes desoladores donde la decadencia ambiental se mezcla con la física y anímica.

Algo parecido sucede con The Cure que en su trabajo The top destacan la guerrera The empty world donde abordan una profecía funesta hecha realidad.

Otra banda puntera en este terreno, Killing Joke, con su segundo trabajo, What's this for?, creó una verdadera obra conceptual sobre un paisaje inhóspito fruto de un pasado postnuclear.

Durante los años noventa, en plena pandemia del VIH, muchos artistas decidieron componer algún tema relativo a esta cuestión, Así la película Philadelphia, en la que Tom Hanks interpreta a un abogado con sida, incluye una la banda sonora con canciones que aludían a esta realidad de Bruce Springsteen y Neil Young. Algo parecido hicieron también U2, George Michael, Elton John y Janet Jackson, siempre evitando la mención del virus, las descripciones de síntomas o las sugerencias de tratamientos.

Pero si hay una banda que sueña con el fin del mundo, esa es Muse. El grupo ha basado su sonido en la Biblia y tiene una lista importante de temas que versan sobre la destrucción global. Pero fue en el primer tema de su álbum Absolution, tituado Apocalypse Please, donde hablaron sin tapujos sobre ello. Con It's the end of the world as we know it, REM conpuso una adorable canción que repasa varios sucesos históricos que van desde acontecimientos sucesos catastróficos de la mitología griega hasta otros recientes donde el efecto acelerador y las estrofas le han dado el carácter de canción emblema de los de Athens. Y otro tema inolvidable es The final countdown de Europe que retrata un viaje al espacio cuando en la Tierra ya no haya aire que respirar ni lugares que habitar luego de una supuesta destrucción global.

Ya en el terreno de la música funk, Prince abordó dicha historia en su afamado álbum 1999. Mientras que, en el ámbito del hip hop, ninguna canción resulta más emblemática en este sentido como Extinction level event (The song of salvation) de Busta Rhymes. Y, finalmente, en la música industrial, nada mejor que la magnífica The day the world went away de Nine Inch Nails, probablemente la banda que mejor representa el sonido apocalíptico creado del siglo XX y que, a día de hoy, mantiene su vigencia inalterable. Un estilo que es, además, la quintaesencia del desmoronamiento de toda una civilización.

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