Taquillazo con más de 80 millones de euros recaudados solo en Estados Unidos hace veinticuatro años. La película, que combina acción real con dibujos animados, fue protagonizada por Michael Jordan y los personajes más populares de la compañía Warner Bros. Bugs Bunny y su equipo desafían a un grupo de pequeños extraterrestres a un partido de baloncesto para decidir si los Looney Tunes permanecen en la Tierra o se trasladan a una lejana galaxia para trabajar en un parque de atracciones. Los extraterrestres se apoderan para ese partido de las mejores cualidades de las estrellas de la NBA del momento, como Charles Barkley, Patrick Ewing o Shawn Bradley. Pero Bugs Bunny, el conejo de la suerte, y sus amigos se guardan una carta mejor, el mito Michael Jordan.