Este viernes, la Biblioteca Insular del Cabildo grancanario trasladará al mundo online su iniciativa Cuentos eróticos por los rincones, que busca subir la temperatura en el entorno digital a través d elos relatos eróticos de cuatro narradores que este año, debido a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, se trasladará a las pantallas de los dispositivos de quienes lo deseen, entre las 22:00 horas y la medianoche.

En esta 14ª edición, participarán los narradores y narradoras Fanny Fuguet, Néstor Bolaños, María Buenadicha y Pancho Bordón, y la actividad se podrá seguir a través de la página web de la Biblioteca Insular y en sus redes sociales, según ha informado este miércoles el Cabildo en un comunicado.

"La voz nos seduce y determinadas palabras con carga e intencionalidad erótica estimulan la liberación de dopamina, hormona que juega un rol importante en el deseo y la excitación sexual. A los fueguitos en Instagram, los matchs de Tinder, nudes, clubes de striptease en la red, fiestas sexuales que se organizan en la aplicación de Zoom, vídeos caseros, juegos de realidad virtual que nos permiten tener relaciones sexuales con un holograma y hasta la posibilidad de las apps que proponen juegos sexuales a distancia entre parejas como Desire, se suma esta otra modalidad, eso sí, menos subidita de tono que el sexting y mucho más convencional, que pone en valor la eroticidad de la palabra como recurso de la fantasía, quizás porque lo que excite, finalmente, sea la imaginación de la situación narrada", ha explicado la institución insular.

Los cuentistas que forman parte de esta edición creen que la imaginación es "lo único que nos puede salvar de caer en la monotonía del encierro", si bien algunos echarán en falta "el reconfortante cuerpo a cuerpo con el público", tal y como explicó Néstor Bolaños, quien participa por primera vez en esta iniciativa de la Biblioteca Insular. "Una vez empecemos, quizás algunos se dediquen a la experiencia erótica con más devoción que a seguir escuchando nuestros cuentos”, ha indicado. Para esta cita virtual, ha preparado cinco relatos, tres de ellos de su propia creación.

Para Fanny Fuguet, original de Venezuela, era "preferible" llevar a cabo esta actividad a través de las redes en lugar de suspenderla, aunque ha admitido que le resultará "inusual" narrar sus relatos a "cientos de incógnitos escuchantes" sin poder "sentir la energía de la atmósfera que se genera en una sesión ordinaria con el intercambio de miradas cómplices". "Toca reinventarnos", ha añadido. En su caso, ofrecerá al público dos canciones y dos cuentos propios "inspirados en un erotismo sutil y siempre vinculados al amor".

Asimismo, para el cuentista de Agüimes Pancho Bordón, con esta opción virtual “se perderán aspectos determinantes que subyacen en el arte de la narración, pero abrirá otras posibilidades inexploradas como la unión de lenguaje oral con el audiovisual”. Según recoge el comunicado del Cabildo, él suplirá el valor de la proximidad con el público “con buena voluntad, porque no tengo muchas más herramientas”. En su caso, se ha decidido para este año por un relato recuperado de la tradición oral que reinterpretará libremente inspirándose en un acontecimiento antropológico de la zona en la que vive, denominada el pámpano roto. Esta ceremonia sexual de origen prehispánico pervivió en secreto hasta principios del siglo XX en el recóndito Barranco de Guayadeque.

Finalmente, la abulense María Buenadicha ha opinado que la modalidad virtual modificará "la esencia de lo que es el código de la narración" desde su punto de vista: “Desde la presencia física del escuchante que con su respiración ofrece pautas y respuestas al cuentista al aliento de los silencios presentidos”. Si bien podrá presentar una serie de ilustraciones para que el público aprecie con mayor precisión a través de la pantalla y se congratula de que la red permita que esos relatos permanezcan durante más tiempo que la efímera palabra para que más gente pueda verlo. La cuentista se ha decidido por una heterogénea selección de narraciones que ha adaptado y que van desde el legado oriental de ‘El jardín perfumado’ del Kama Sutra a unas ilustraciones eróticas realizadas por su abuelo en los años veinte del siglo pasado, pasando por un poema de Rubén Darío.