El esperadísimo paquete de medidas de ayuda extraordinaria al sector cultural durante la crisis sanitaria de la Covid-19, aprobado esta semana en un real-decreto ley publicado ayer en el BOE y cuya partida asciende a 76,4 millones de euros, contempla un reguero de medidas específicas por ramas culturales que trata de cubrir las necesidades y demandas más urgentes de cada ámbito.
En el caso concreto del sector audiovisual, uno de los reclamos principales en los últimos años a escala nacional se basaba en la posibilidad de aumentar los incentivos fiscales a los rodajes audiovisuales en España, que a partir de este decreto-ley aumenta hasta el 30%, tanto en producciones internacionales como nacionales. Y esta medida, según la normativa del Régimen Económico y Fiscal Canario (REF), aúpa a Canarias como líder mundial en materia de incentivos fiscales para el rodaje de producciones audiovisuales, con deducciones que ascienden hasta el 50% del importe invertido, lo que se traduce en la cifra más alta del mundo.
Al igual que con el resto de ayudas al cine recogidas en este decreto-ley, esta medida debe estudiarse en relación a la protección real de los profesionales del sector y sus condiciones, lo cual constituye una vieja demanda por parte de los profesionales del sector audiovisual canario desde que el Archipiélago se erigiese en una atracción referencial de rodajes procedentes de distintos rincones del mundo.
Locales
En esta línea, la Asociación Cineastas de Canarias Microclima, integrada por más de 50 profesionales y constituida como observatorio de las políticas públicas relacionadas con el sector audiovisual en las islas, valora esta medida concreta como "positiva" siempre que se garantice el empleo suficiente y de calidad para los profesionales audiovisuales locales en aras de que se generen "beneficios reales" para el tejido cinematográfico canario.
"Esta medida nos afecta en el sentido de que, como técnicos y técnicas, puede aumentar nuestras posibilidades de trabajo, pero esto solo es positivo si dicha medida viene acompañada de una serie de requisitos que asegure una mejora de las condiciones laborales de los técnicos y técnicas canarios que participan en esos rodajes, así como el acceso de un mayor número de profesionales canarios del sector para que realmente sea una inversión para la industria en Canarias", apunta Dailo Barco, cineasta y presidente de Microclima.
Subraya que "la filosofía de Microclima se basa en que entendemos el cine como un bien cultural, y aunque muchos hemos trabajado en rodajes que vienen de fuera, nos interesa que se incentiven políticas de apoyo y promoción de la mirada y el talento local, porque también nos caracterizamos por que somos autores".
Junto a esta medida, el decreto-ley también flexibiliza el cumplimiento de los requisitos y amplía los plazos de las distintas fases de los rodajes que tiene que acreditar una productora para recibir las ayudas a la producción del Ministerio de Cultura. "Esto nos parece muy positivo y coherente, porque dota a los proyectos audiovisuales de una mayor capacidad de adaptación a un período de tanta incertidumbre como es esta crisis sanitaria, así que es de sentido común entender que no todos los procesos van a ser iguales, y menos unos procesos creativos tan orgánicos como son las películas", señala.
En cuanto al resto de medidas, como el derecho a una prestación de desempleo para los trabajadores intermitentes del sector cultural durante un máximo de 180 días, Barco señala que "tenemos que estudiar si engloba a los y las cineastas, porque una cuestión que nos afecta mucho es que siempre estamos en un terreno intermedio entre la cultura y la industria, y nos quedamos fuera de muchas ayudas a ambos lados".
Ejemplo
A este respecto, el presidente de Microclima señala como ejemplo el primer paquete de ayudas del área de Cultura del Gobierno de Canarias para paliar los efectos de la crisis sanitaria: este se divide en tres convocatorias dirigidas a impulsar proyectos creativos de cualquier disciplina artística y relacionados con artes plásticas y visuales, pero que en principio excluiría a proyectos o profesionales vinculados al sector audiovisual, debido a que ya cuentan con unas ayudas ordinarias específicas, "que no sabemos cuándo van a salir, porque no hay fecha", apunta Barco. "Antes que nada, consideramos que esas ayudas son necesarias y han sido muy ágiles, pero nos preocupan las bases porque nos hubiese gustado que esas ayudas se abriesen a cualquier perfil de calidad con independencia de su disciplina", añade.
Y volviendo al escenario estatal, precisamente Microclima acaba de integrarse en la Agrupación de Asociaciones de Audiovisual (AAA), que representa a 13 asociaciones de diferentes gremios del audiovisual, con el objetivo de posicionarse como observatorio también en el mapa nacional.
Desde una perspectiva de género, la cineasta Alba González de Molina, delegada de CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales) en Canarias, señala que desde la lucha por una representación igualitaria en el cine "una de las medidas incorporadas en el Real Decreto 17/2020 a destacar es la posibilidad de que las obras audiovisuales dirigidas por mujeres puedan financiarse un 75% con dinero público". "Esta medida ya la planteó CIMA en su plan de acción al Ministerio de Cultura en 2018 y luchó en sus constantes reuniones mantenidas durante el período de alarma", apunta González de Molina. "Por tanto, consideramos que esta medida supone un gran avance en políticas de fomento a la igualdad género", añade, "lo que espero, tenga consecuencias positivas en las cifras anuales de la representatividad de las mujeres en el cine en los próximos años".
