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CRISIS DEL CORONAVIRUS Los espacios culturales se suman a la normalidad

La nueva era de los museos

El Museo Canario acoge una exposición sobre las epidemias que han asolado la Isla desde el siglo XVIII mientras otros adaptan sus instalaciones para la reapertura

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Coronavirus en Canarias | Exposición sobre las pandemias que han afectado a Gran Canaria en el Museo Canario

Poco a poco los museos grancanarios van entrando en la nueva normalidad, si bien con ella también comienza una nueva etapa para estos centros culturales en los que sus exposiciones y actividades llegan con fuerza, pero también con mucha seguridad. Mascarillas, hidrogeles y señalética han llegado para quedarse entre salas, vitrinas y expositores. Pero también lo ha hecho la posibilidad de poder disfrutar de la riqueza de sus muestras e historia de una forma "más tranquila y personalizada" en la que no tienen cabida los grandes grupos o aglomeraciones, tal y como resalta la jefa del Servicio de Museos de la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Alicia Bolaños. Una nueva experiencia para muchos se traducirá en una visita más agradable por los enclaves que, al igual que el resto de establecimientos, tuvieron que cerrar sus puertas el pasado mes de marzo.

La desescalada se ha llevado de una forma cauta por este tipo de entidades en Gran Canaria. Tanto es así que solo el Museo Canario reabrió con el inicio de la fase II y lo hizo con una exposición documental sobre las epidemias que han asolado la Isla a lo largo de la historia que se podrá visitar entre el 29 de mayo y el 18 de junio, de lunes a viernes de 10.00 a 20.00 horas y sábados y domingos de 10.00 a 14.00 horas. Una pequeña muestra temporal que se puede visitar de forma gratuita en el vestíbulo del museo y que cuenta con una quincena de documentos que recogen, a modo de novela o de crónica, algunos de los sucesos más importantes que acontecieron con el paso de estas enfermedades por el Archipiélago.

Entre los libros de literatura que se pueden encontrar títulos como El verano de Juan 'El Chino', de Claudio de la Torre; Entre el amor y el dolor de Juan Bosch y Millares o Gran Canaria de A. Cronin en los que el cólera morbo ambienta los relatos de sus páginas. También está El barco de la viruela. Escala de Balmis en Tenerife de Víctor García Nieto en el que se relata la travesía del médico Javier Balimis, la enfermera Isabel Zendala y 22 niños huérfanos españoles en la que consiguieron la vacuna para esta enfermedad que arrasaba con la vida de pequeños y mayores en el siglo XVIII.

Precisamente esta proeza es la protagonista de uno de los diarios de Isidoro Romero de Ceballos, regidor del Cabildo de Gran Canaria, quien trabajó activamente pro de la vacuna contra la viruela. Tanto es así que cuando el barco de la conocida como la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna hizo su primera parada en 1803 en Tenerife, donde se comenzó a vacunar a la población, Romero lideró la delegación grancanaria que acudió a la Isla vecina para también vacunarse contra esta enfermedad. En alusión a la misma, el que fuera el regidor insular alude a la propia vacunación de sus hijos, así como en otro de los volúmenes de su diario habla sobre las rogativas que se hicieron en Gran Canaria para evitar la peste en 1784.

Entre los documentos expuestos también se encuentra un bando de 1811 en el que las autoridades civiles y eclesiásticas de la época daban las pautas a la ciudadanía sobre cómo protegerse de la fiebre amarilla; así como también se pueden observar varios escritos impresos por Mariano Collina relacionados con el cólera morbo que, según un registro de 1851 que dató la evolución de la pandemia, mató a 5.593 personas en Gran Canaria -un 10% de la población en aquel momento-.

Entre los documentos expuestos también se encuentra un bando de 1811 en el que las autoridades civiles y eclesiásticas de la época daban las pautas a la ciudadanía sobre cómo protegerse de la fiebre amarilla; así como también se pueden observar varios escritos impresos por Mariano Collina relacionados con el cólera morbo que, según un registro de 1851 que dató la evolución de la pandemia, mató a 5.593 personas en Gran Canaria, lo que suponía el 10% de la población en aquel momento. "Esto supuso uno de los episodios más duros del pleito insular porque desde Tenerife bloquearon a Gran Canaria y faltaban alimentos, medicamentos, así como hubo otros problemas económicos, de hecho, al año después de produjo la división insular", señala Luis Regueira, uno de los bibliotecarios del museo a cuya área documental pertenecen estos texto que no son más que una pequeña muestra de lo que el archivo alberga sobre epidemias en la Isla.

Además de esta exposición, el centro cultural ubicado en el casco histórico capitalino también ha recuperado la investigación presencial, si bien la labor documental de la misma no se ha detenido durante el estado de alarma en la que conservadores como Teresa Darias han seguido adelante con algunos de los proyectos que tienen por objetivo sacar a la luz los fondos arquitectónicos que tiene el museo para darle una visión e interpretación más actualizada. Del mismo modo, el Museo Canario prepara su próxima jornada de Visitas en Familia que estará inspirada en los piratas, al celebrarse el aniversario del paso de Pieter Van der Does por la ciudad, así como se trabaja en la Noche de Museo del próximo 23 de junio que ahondará en la brujería, tal y como explicó el director de la entidad, Daniel Pérez.

De puertas para adentro, también se prepara para su reapertura el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM). Hasta la fecha, tan solo la biblioteca, la tienda y el centro de documentación permanecen abiertos desde el pasado 25 de mayo, si bien el próximo día 12 de junio se sumarán las salas de arte de la sede principal. En ella, los visitantes podrán disfrutar del estreno de tres nuevas exposiciones dedicadas al universo creativo del artista cubano Dagoberto Rodríguez y del dúo Mwangi Hutter compuesto por la artista keniata Ingrid Mawangi y el creador alemán Robert Hutter. Finalmente, la tercera muestra reunirá una selección de obras del CAAM que 'dialogarán' con las otras dos exhibiciones. Todas ellas se podrán visitar de martes a sábado, de 10.00 a 21.00 horas. Y la entrada será gratuita y libre, si bien el la visita se ajustará a los protocolos de protección y seguridad decretados por el Gobierno de España.

Quienes tardarán un poco más en abrir son la Casa de Colón y la Casa- Museo Pérez Galdós de la capital grancanaria; al igual que la Casa- Museo Antonio Padrón y el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada de Gáldar; la Casa- Museo León y Castillo de Telde o la Casa- Museo Tomás Morales de Moya. Y es que las entidades culturales dependientes del Cabildo de Gran Canaria están en pleno proceso de adecuación de las instalaciones. Según explica Alicia Bolaños, concretamente esta semana se están colocando mamparas y dispensadores de hidrogel, así como se dota a cada una de estas instituciones de mascarillas para el personal para quien también se ha previsto el uso de protecciones especiales en el caso de aquellas personas que las requieran. "Nos hemos tenido que adaptar también a los tiempos de las empresas porque se han juntado con muchos pedidos", señala.

Otro de los aspectos en los que también se trabaja es en la adaptación de los contratos de limpieza y seguridad ya que, tal y como arguye la jefa del Servicio de Museos de la Isla, "eran anteriores a la Covid-19 y ahora hay que duplicar o incluso triplicar el trabajo". Asimismo, desde esta área de la Consejería de Cultura se prepara la cartelería necesaria para informar sobre las normas básicas de comportamiento. También se ha elaborado un plan para cada centro que contempla, entre otras cosas, el itinerario que deberán seguir los visitantes y el aforo, ya que "los grupos variarán en función de cada museo", aclara Bolaños.

Medidas todas ellas que tienen por objetivo llevar a cabo una reapertura "perfecta" que estiman que se pueda llevar a cabo el próximo 23 de junio. "Tenemos muchas ganas ya de abrir y creemos que ahora se van a disfrutar mucho más la visitas porque serán mucho más agradables al ser con un número reducido de personas y sin que haya aglomeraciones", asevera.

El reducido tamaño del vestíbulo del Museo Canario ha hecho que la muestra de la documentación sobre las otras epidemias que sufrió la Isla tuviese que ser pequeña. Y es que la idea de esta iniciativa es que la gente pueda entrar a disfrutarla sin tener que pagar por ello. Sobre estas líneas se pueden ver algunos de los escritos expuestos. Al lado, a la izquierda, Luis Regueira enseña alguno de los documentos. A la derecha, Teresa Delgado enseña unos huesos infantiles sobre los que están trabajando.

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