La vida Benito Pérez Galdós, desde el 10 de mayo de 1843 hasta el 4 de enero de 1920, en 896 páginas. El trabajo de toda una carrera profesional hecho realidad en un libro. Todo eso es Galdós. Una biografía, el texto que firma Yolanda Arencibia -titular de la cátedra de Galdós de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC)- y que llegará a las librerías la próxima semana con honores: es la obra ganadora del Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias 2020.

El trabajo de Arencibia, que no deja atrás ningún detalle, ejecuta un completo retrato del Galdós republicano, regeneracionista y feminista adelantado, despreciado por los reaccionarios de su época pero aclamado por innumerables lectores justo ahora cuando se cumplen cien años de su muerte.

Considerada como una de las mayores expertas en Galdós, Arencibia ha reconocido en varias ocasiones que toda su vida como investigadora ha estado dedicada al autor grancanario. "No se puede decir", apuntaba la catedrática de la ULPGC en una entrevista reciente, "que haya una biografía definitiva sobre don Benito", pero recalcaba que "una con la extensión que yo la he hecho tiene detrás el bagaje de un trabajo realizado durante muchísimo tiempo de la vida".

En esta obra, ha explicado en varias ocasiones la experta galdosiana se ha centrado en el Galdós literato, el político y el Galdós persona que "se ve metido en política, de alguna manera, y escribiendo los Episodios Nacionales. Es una visión de todo Galdós, el escritor y la persona".

En Galdós. Una biografía, la investigadora habla de todas las obras, decenas de títulos repartidos entre novelas, cuentos, teatro, artículos periodístico. Y en detalles de una vida llena de mitos, leyendas y amoríos que Arencibia ha tratado de puntualizar porque "hay muchas cosas que se han dicho" de las que no está "muy segura de que sean verdad".

La obra ayuda a desmitificar el Galdós que supuestamente renunciaba a Canarias, aquel al que las leyendas y los rumores malintencionados describían sacudiéndose el polvo de sus zapatos, una vez abandonó las Islas rumbo a Madrid para estudiar Leyes.

"Nadie puede decir que Galdós fuera un mal canario como se suele decir", ha asegurado Arencibia y para ayudar a desmitificar esta idea invita a leer algunas de sus cartas, entre ellas la que envió a un señor de Tenerife, Nicolás Ponte, después de que este le invitara a participar en unos Juegos Florales, en La Orotava, y en la que reconocía "como no he podido yo nunca separarme de mi tierra".

O la que envió a la actriz María Guerrero ante su próxima visita a Las Palmas de Gran Canaria para actuar en el teatro de la ciudad, a la que escribía: "Ya verá usted que gente más agradable, agradecida y más buena va a encontrar usted allí".

De Galdós también se decía que era un hombre callado, pero era "un canario metido en una sociedad que no era la suya y con la conciencia de que hablar canario era hablar mal", ha contado más de una vez esta investigadora.

No se ha cansado Arencbia de asegurar que Galdós es "un genio" y comenta cómo "no se puede pensar que una persona normal sea capaz de hacer todo lo que hizo con un proyecto claro, que parece que tenía desde los 19 años cuando inició un camino fijo que siguió hasta la muerte, da la impresión de que desde los 19 tenía claro lo que iba a hacer con 70".