Hace dos años comenzaba la elaboración de una producción discográfica singular, "Vereda tropical", grabada entre Canarias, Ciudad de México y La Habana. En ella participaban bandas sinfónicas y big bands de cada una de estas ciudades haciendo una relectura histórica de canciones populares de Cuba y México interpretadas por la prestigiosa cantante isleña.

En Ciudad de México fue la Facultad de Música de la UNAM, a través de Tomeguín Producciones culturales, la que se ofreció a coproducir esta propuesta multinacional y abrió las puertas de su auditorio para grabar la parte del disco correspondiente a México. Acompañaría a Olga la joven Banda Sinfónica de uno de los centros universitarios más prestigiosos de América latina, liderada por su director, el Maestro mexicano Luis Manuel Sánchez. Fue este experimentado conductor musical quien dirigió además a la Banda Sinfónica Municipal de Las Palmas de Gran Canaria durante su presentación del proyecto el pasado año en la ciudad natal de Olga.

Los arreglos de la canción elegida, En un bote de vela, un hit radiable de los años 50 compuesto por el puertorriqueño Raúl René Rosado, fueron realizados por el pianista y compositor cubano afincado en España Daniel Amat y producido por Manuel González. "Vereda tropical" alcanzó el premio Internacional Cubadisco del año pasado y fue nominada a la categoría de "Álbum tropical Tradicional" en la edición del mismo año de los Grammys latinos. El trabajo tenía previsto presentarse en Cuidad de México el pasado mes de Abril pero la pandemia ha aplazado inevitablemente este compromiso artístico, que busca ahora nuevas fechas.

Ante tal circunstancia, canarios y mexicanos se comprometieron a hacer un video colectivo donde los jóvenes componentes de la formación musical pudiesen grabarse con sus móviles desde sus casas interpretando una de las canciones del disco; Olga y algunos de los músicos canarios invitados en la producción lo harían desde Canarias.

El resultado, que ya se ha estrenado en las redes, es un colorido mensaje musical que sortea la distancia entre orillas y llena de sabor y ritmo tropical la obligada cuarentena que ha impuesto el coronavirus en ambos lados del Atlántico.