Ubisoft se ha convertido en una de las empresas referentes del videojuego histórico, no solo por el bombazo que supuso Assassin's Creed sino porque es una de las pocas que cuenta con un departamento de historiadores en plantilla. Esta es una de las ideas que pusieron de manifiesto los profesores Mario Martínez Fabre y Kevin Díaz Alché en el curso Historia y videojuegos: propuestas docentes y salidas profesionales (con más de 40 alumnos de toda España) en el que analizan las posibilidades laborales de los historiadores en el sector y también su uso como herramienta educativa.

"Los alumnos lo están pidiendo porque implementar las nuevas ofertas de ficción hace las clases que nosotros impartimpos más amenas, como complemento, gracias al avance de la tecnología", apunta Martínez Fabre que ha realizado un trabajo de investigación sobre este tema en Canadá, uno de los países punteros en el desarrollo de este tipo de videojuegos y también en su uso pedagógico en universidades.

En el otro lado, "un historiador dentro de una empresa de videojuegos tiene el papel de ser asesor, es difícil que sea creativo y, además, no es conveniente porque hay que encontrar un equilibrio entre el rigor y el divertimento".

Para que un videojuego histórico consiga su objetivo, el profesor afirma que debe tratar "algunos referentes históricos que la gente conozca" y luego es preciso que "el jugador encuentre los datos por sí mismo".

Kevin Díaz considera que introducir el videojuego histórico en la docencia "rompe la barrera pasiva del alumnado, que pasa a participar del hecho histórico y ese es el mayor potencial que tiene el videojuego en las aulas".

En España, como en muchos países, "todavía pecamos de tener demasiadas propuestas individuales, independientes, que no reciben el apoyo que deberían de los propios centros educativos por una falta de consideración del medio simplemente", destaca Kevin Díaz.