Cantó con Orishas en el Cabaret Festival de Las Palmas de Gran Canaria el pasado mes de julio, ¿actuar con su música en Canarias está en sus planes de futuro?

Este año iba a hacer gira. Íbamos a hacer la contratación en marzo y pasó esto (la pandemia), por lo que preferí esperar porque ni siquiera podía quedar con la banda ni los bailarines para ensayar. Este año por fin iba a ser el año, pero no ha podido ser. Así que el año que viene será.

Lleva dos semanas recorriendo Gran Canaria, ¿qué es lo que más le ha gustado?

La verdad es que he recorrido toda la Isla. Desde Tejeda hasta el Puerto de Mogán, pasando por Arguineguín. Anoche cené con Blas Cantó en las Cuevas de Guayadeque, y por el día estuve en la Casa de Colón y en el CAAM, donde tienen unas exposiciones espectaculares. Si tuviera que elegir, me quedaría con el Puerto de Mogán.

¿Tenía pensado sacar algún tema nuevo estos meses y dejó de hacerlo por el coronavirus?

Sí. Preparé temas para sacar en abril, pero si Dios quiere salen ahora en septiembre. Son varias colaboraciones con gente con la que tenía muchas ganas de juntarme dentro del género urbano. Las cosas pasan por algo, y estoy muy emocionada de que finalmente vayan a salir a la luz

De vuelta a su música, ¿se siente orgullosa de su primer álbum ('Mi generación', 2004)?

Mi primer disco definía muy bien el momento en el que estaba en mi vida: iniciando una carrera que siempre había soñado, con muchas influencias musicales y con un camino más hacia 'Hit Lerele'. Elegí a Yotuel (Orishas) como productor antes de que fuera mi pareja porque quería mezclar el sonido de la música tradicional española con el de Orishas. Todo el disco me encanta porque es una búsqueda del sonido que al final quise tener y que ahora sigo desarrollando. A nivel musical, estoy muy orgullosa. Luego hubo pequeñas cosas en el diseño del álbum y en el videoclip de 'Mi Generación' que no se hicieron como a mí me hubiera gustado. Es donde más influencia tuvo mi sello discográfico junto con la producción del single, que fue el único que no produjimos Yotuel y yo.

Sin embargo, no soné en la radio y apenas dieron promoción a mi disco. Luego entendí que era todo parte de un plan para que yo siguiera con la gallina de los huevos de oro: la música al estilo UPA Dance. Dejaron morir mi proyecto en solitario para intentar llevarme por el camino que la compañía quería que siguiera. Por entonces yo eso no lo sabía. Recuerdo incluso hacer una quedada con mis fans el día de la publicación del disco porque no se promocionó en ningún sitio. Hasta el punto de que el videoclip para 'Hit lerele' me lo pagué yo.

La compañía me decía que yo era difícil porque defendía mi propuesta artística, y querían que quitara el rap de Yotuel en 'Hit Lerele' para poder sonar en Los40 Principales, ya que en esa emisora no ponían rap. Ahora las cosas han cambiado mucho en ese aspecto.

Al hilo de eso, el reggaetón y la fusión de lo latino con lo urbano son tendencia en España. Rosalía, Lola Índigo o Bad Gyal son algunos ejemplos de esto. ¿Siente que fue una adelantada a su tiempo? ¿Se considera pionera?

Cuando yo empecé, no podía ser compositora y bailar: o eras un fenómeno comercial, con canciones suecas, bailabas y dabas el perfil de un Britney Spears española, o eras compositora. Que Britney es divina, pero cuando piensas en compositoras, no es la primera que se te viene a la mente; tenías que parecerte más a Alanis Morrisette, ir con un instrumento en la mano y "perder glamour".

Ahora, la cosa ha cambiado. No necesitas ir con un instrumento en la mano para contarle a la gente que eres compositora y creadora, que es genial. El purismo se ha disipado a la hora de ser criticada por navegar por varios géneros. Yo antes sentía que tenía que justificarme cuando me movía entre el pop y lo urbano, que era donde yo me quería mantener. Ahora me hago una balada con coros gospel, después te canto 'Postureo' y la gente lo entiende perfectamente.

¿Se siente especialmente orgullosa de alguno de sus discos en particular?

Dedico mucho tiempo al proceso creativo de cada álbum, tiene que haber un concepto. Cada época ha sido muy importante para mí. Con mi segundo disco ('Carrousel', 2008), tuve la oportunidad de viajar a Nueva York para grabarlo con músicos increíbles y asentarme en mi sonido. Fue un momento muy melancólico para mí.

Con mi tercer álbum ('Bela y sus moskitas muertas', 2011), tuve la oportunidad de irme a vivir a EE.UU y sumergirme en el reggae, que me encanta: canté con el hijo de Bob Marley, con Shaggy, conseguí un hit en Latinoamérica con 'Como tú no hay 2', siendo 17 en las listas de Billboard. Además, obtuve mi primera nominación a los Grammy como artista, porque ya tenía otra anterior como compositora de una canción de un disco de un artista de Nueva York. Mi colaboración con Jesús Navarro (Reik), 'La ley de Newton', fue un éxito en México, Argentina, Chile y muchos países más sin siquiera tener videoclip. En Nicaragua o Ecuador, por ejemplo, soy la chica de 'La ley de Newton'. Fue un álbum muy importante para mí.

La edición de mi primer álbum en Francia fue todo un éxito, consiguió abrirme las puertas de Europa. Fue tal la repercusión, que empezaron a emitir en el canal público del país la versión doblada de 'Un paso adelante', cuando lo habitual es que las series televisivas queden relegadas a cadenas privadas y de menor audiencia.

Con mi último proyecto ('Cuerpo y alma', 2018), he conseguido sobrepasar los 100 millones de streams en las plataformas digitales, y no bajo del millón y medio de oyentes mensuales gracias a él. Además, considero que es un ejercicio como compositora. Un álbum de evolución, en el que descubrí que podía emplear procesos creativos diferentes dependiendo del tipo de canción que quisiera hacer.

No sabía cómo juntar un tema como 'Más que suerte' con otro como 'Caprichosa', y odio los álbumes que no tienen un concepto. Y fue cuando me di cuenta de que no había nada más honesto que eso: soy la misma persona cuando compongo con un instrumento orgánico que cuando lo hago partiendo de un ''beat'. Soy calmada, dulce y positiva, pero también soy una perra empoderada a la que le gusta salir a la calle con los labios pintados de rojo y en tacones sin importarle lo que diga la gente, y necesito que eso esté en mi música también. Este álbum ha sido no tener miedo a mostrarme tal como soy. Hay que estar tranquilo, pero también hay que saber perrear.

Con la publicación de 'Carrousel', se comparó mucho su música con la de Mala Rodríguez. ¿Cómo le sientan a un artista estas comparaciones? ¿Qué se siente teniéndola ahora como una de las colaboradoras en 'Cuerpo y alma'?

Todo depende de con quién te comparen. Para mí, que me comparen con alguien como María (Mala Rodríguez), que es la propulsora del hiphop en español, y de la que recuerdo haber ido a uno de sus primeros conciertos en Madrid siendo yo una adolescente, me parece un halago y un orgullo. María ha sido, realmente, una inspiración para mí, como también lo han podido ser Lauryn Hill, Orishas, Calle 13 o Mariah Carey. De esta última, aprendí a cantar con falsete.

Igual que Mariah Carey ha sido una inspiración para saber cómo quería manejar mi voz, Mala Rodríguez lo ha sido para hacerme ver cómo quería sonar de manera más hablada. Gracias a ella aprendí a 'chantear' con personalidad.

Cuando me comparan con gente con la que no veo comparación, que solo se suma a las modas sin aportar nada nuevo, sin querer definirse como artista€ No me gusta. No creo que lideren un movimiento. En el caso, por ejemplo, de Rosalía, sí veo que lidera un movimiento. Absolutamente. Ha creado hasta una estética en los vídeos. Entonces, cuando me comenta algún post en Instagram, me da mucha alegría porque sé que su arte va más allá de lo bien que le va comercialmente.

Después de haber empezado tantas veces de cero, ¿se sigue sintiendo como la "chica del luego"?

A veces tengo la sensación de que la gente en España no llega a conocer lo que ha pasado después de 'Un paso adelante'. Venía de llenar estadios con UPA Dance, de no poder apenas caminar por la calle del nivel de exposición pública que tenía. Por lo que, todo lo que hiciera después de ahí iba a ser difícil. Sobre todo en mi caso, porque no quise seguir haciendo canciones del 'Caribe Mix' y tenía mi propia propuesta. La gente pensaba que mezclar el flamenco con el hiphop era una rareza mía.

Sin embargo, en Francia la gente me ve diferente porque mi disco llegó antes que la serie. Vendí 170.000 copias de un disco que en España se desechó prácticamente. Después me fui de Francia a EE.UU y conseguí que un sello latinoamericano me firmara, cuando lo normal es que firmen a mexicanos o colombianos, pero no a españoles porque no hay españoles en Estados Unidos.

Fui directora de la academia del 'Operación Triunfo' argentino después de todo el recorrido de mi tercer álbum. Además, me dediqué a componer. Algunos piensan que componer para los demás significa que no tienes éxito, pero para nada era ese el caso. Thalía se quedó con una de las canciones que se quedaron fuera de 'Bela y sus moskitas muertas', y seguí recibiendo llamadas de más artistas.

Ricki Martin me llamó para componer, llevándome a Australia, Los Ángeles, Puerto Rico€ Consiguió que me sentara con los mejores productores y compositores del mundo. Gracias a él hice contactos de la talla de Diplo, Black Eyed Peas, Major Lazer, David Guetta€ Me decían: "tienes que sacar un single". Y yo respondía: "sí, pero es que estoy con Diplo". Para mí es algo impensable, pero todo ello es gracias a mi trabajo como compositora para otros artistas.

Gracias a mi libro he conseguido dar charlas de la figura de la mujer en la Unión Europa a partir del capítulo de Nannerl, la hermana de Mozart. Para mí eso es impresionante: yo, una chica de Hortaleza, dando una charla en un lugar como ese. Mi madre no lo podía creer. No estaba en las listas de éxito en ese momento, pero estaba aportando mi granito de arena a esta causa tan importante.

He conseguido 9 nominaciones a los Grammy Latino y a los Grammy americanos. De hecho, cuando gané mi Grammy americano, me enteré estando en el metro de Nueva York, donde me encontraba mezclando una canción de Cristian Castro. Saliendo del metro, me llama la manager de Ricky y me dice: "congratulations". Y ganamos un Grammy. Un Grammy que te juro que pensé que no íbamos a ganar. Por esa razón, cuando nos preguntaron a Yotuel y a mí si queríamos billetes para ir a la entrega de premios, ni siquiera me lo planteé porque daba por hecho que no nos lo iban a dar. Además, pensé que Ricky sería el que tendría que haberlo recogido en lugar de nosotros. Luego me di cuenta de que él quería que estuviéramos para que subiéramos a recogerlo con él y pensé: "¿soy tonta?". Pero, ya te digo, me pasan cosas que no me puedo creer.

En definitiva, para mí lo importante es que esto no es una carrera de velocidad, sino de resistencia. Por lo que la gente que te sigue debe sentir que lo que vas a sacar es algo que está en tu línea pero aportando cosas nuevas. He tenido una evolución y un desarrollo en muchos aspectos de mi vida, no solo como artista: he abierto un gimnasio en Madrid y tengo una escuela de danza que gestiona mi familia€ He sabido gestionar bien el dinero que me he ganado trabajando mucho. Fui entendiendo con el tiempo que necesitaba ser económicamente independiente para no hacer cosas que no quería hacer.

He compuesto muchas canciones para muchos artistas, pero para llegar ahí he tenido que componer una media de una canción al día desde 2011. Es muy fuerte. La gente me pregunta que cómo se consigue todo esto, y realmente se consigue trabajando: voy todos los días al estudio. Soy madre, y todos los días voy al estudio, descansando como mucho un día a la semana. Estar viviendo en EE.UU hace que te conviertas en un 'workaholic'. Estoy de vacaciones en Gran Canaria, y cuando alguien me manda cualquier beat, no me puedo concentrar pensado en lo que quiero hacer con él.

¿Cuál sería la colaboración de sus sueños?

Admiro a mucha gente, pero aunque suene a cliché, te diría que colaborar con Beyoncé. Quizás es muy evidente, pero me encantaría pasar cinco minutos con ella. La conocí en los Premios 40 Principales, donde coincidimos en la promoción de nuestros respectivos discos, y nos cruzamos en los ensayos. Fue muy emocionante.

Más allá del icono que es, porque la admiro muchísimo como mujer, como persona dentro de la industria, por cómo ha sabido gestionar el liderazgo de su marido con el suyo. Esto último es algo con lo que me identifico por mi relación con Yotuel: cada uno sabe estar en el lugar que le corresponde. Los dos nos apoyamos y nos damos nuestro espacio a la vez. Si él tiene una nominación a los Grammy con Orishas, yo estoy ahí para apoyarle; si yo estoy en el estudio como compositora y productora de un tema, él está conmigo apoyándome como mi marido. Es algo muy bonito, porque sabemos quién está en su momento y quién está ahí para apoyar. Y esto es algo que me inspira mucho de Beyoncé y Jay-Z.

¿Tiene previsto publicar su quinto álbum próximamente?

Terminé de escribir 'El despertar de las musas' en septiembre de 2019. Desde entonces, no he parado de componer y tengo previsto sacar dos temas antes de que finalice el año. Grabaré sus vídeos en septiembre. Y estoy muy urbana.

Acabo de firmar con Elías, de White Lion, que es una leyenda entre los managers de Latinoamérica. Él descubrió a Tego Calderón, a Residente, a Bad Bunny... y yo soy la primera mujer a la que va a representar. Y el álbum es muy urbano. Tiene un concepto general muy bonito sobre una figura histórica. Pero el concepto que reivindico va a estar dentro de los vídeos y la estética. Va a ser espectacular.

El disco viene con mucho baile y con muy buenos beats. Es todo lo que te puedo decir. Más rollo 'Caprichosa'.

¿Fue más fácil aparecer como autora de este libro o como autora de tus canciones?

Yotuel y yo somos un equipo de composición desde hace muchos años. Cuando componíamos para artistas masculinos, me daba cuenta de que si era yo la que mandaba la canción como autora, no me hacían caso. Sin embargo, cuando mandaba canciones para Thalía o Alejandra Guzman, lo conseguía al momento. No era fácil acceder como mujer a hacer composiciones para hombres dentro del género urbano y el pop.

Al principio, lo relacioné a que Yotuel tiene mucha credibilidad porque pertenece a Orishas. Pensaba que como él era más que un buen compositor, ya que había creado prácticamente un género con su proyecto musical, por eso tenía más peso que yo. Pero llega 2016, voy a un evento de 'She is the music' y escucho hablar a Erika Ender (compositora de 'Despacito'), y explica que hasta 6 meses antes de 'Despacito', ella tenía que mandar los temas para artistas masculinos con un seudónimo masculino también. Por lo que empiezo a pensar, y me pregunto: ¿tendrá que ver con machismo? Empecé a hacer la prueba.

Ya tenía composiciones para otros artistas y nominaciones a los Grammy a mis espaldas, así que intenté mandar una canción a un artista masculino por mi cuenta. El filtro que pasa antes de llegar al artista no fue capaz ni de contestarme al correo. 15 días después, Yotuel manda ese mismo tema y a las dos horas el artista lo estaba grabando en el estudio. Ahí fue cuando me empecé a dar cuenta de que había machismo mezclado con homofobia: no poner al hombre dentro de la vulnerabilidad "femenina".

Por otro lado, cuando la editorial recibe el libro, una persona me llama y me dice: "es un libro, libro. Me preocupa que normalmente se relacionan los libros de una cantante con merchandising". Y sí, es un libro que ahora va a salir en EE.UU traducido al inglés, y el público estadounidense no conoce mi carrera. Se llama 'Badass muses'. Por lo que no tienes que ser mi fan para leerlo. El libro me ha hecho llegar a un público que antes no me seguía, joven y mayor. Incluso ha habido gente que me ha dicho que ha conocido mi música gracias al libro.

Esa misma persona me planteó publicar el libro sin que apareciera mi nombre por miedo a que perjudicara a su éxito, al relacionarse mi nombre a mi vida y mis fans. Yo me negué alegando que me leyera quien me quisiera leer. Y lo bueno que le ha pasado a mi libro es que ha funcionado muy bien por el boca a boca. En la editorial me han dicho que se llama compra en cadena: por cada persona que lee mi libro, otras tres se lo compran. Porque no es un libro para mis fans, es un libro para inspirar a alguien que quieres: a tu madre, a tu hermana, o si simplemente quieres conocer la historia de estas mujeres.

Me ofrecieron también desde la editorial sacar una especie de biografía para que contara todas las veces que había empezado de cero a lo largo de mi carrera. Lo rechacé porque para mí no tiene sentido tener una biografía a mi edad. Si fuera alguien como Lola Herrera, que tiene 90 años e infinidad de cosas que contar. Yo me siento muy niñata para escribir una biografía ahora. Siento que me quedan muchas cosas por hacer y por vivir. Sería medio engañoso hacer una biografía cuando considero que todavía no he vivido lo suficiente. Para hablar de mí, primero tengo que darle lugar a muchas mujeres que antes no lo tuvieron.

Hay gente que me dice: "es un acto de generosidad porque en vez de contar tu historia, las pones a ellas en primer lugar". Yo no lo hice por esa visión, pero seguramente es parte de mi carácter. ¿Quién soy yo para reivindicarme a mí si la mujer de Einstein fue un cerebro de las matemáticas y nadie sabe quién es? ¿Me voy a preocupar por porque haya una persona que no sepa lo que he hecho después de UPA Dance? Me parece más fuerte lo de Mileva Mari? porque yo estoy viva y voy a seguir trabajando... tengo la vida para contar quién soy. Pero Mileva no. Y eso me da mucha rabia. Y es eso lo que me ha inspirado a escribir el libro. Ha sido una experiencia muy mágica.

¿Cómo surge la idea de su libro 'El despertar de las musas'? ¿Hubo alguna historia en concreto que te animara a escribirlo?

Creo que el libro está funcionado tan bien porque es una sinopsis constante. Para bien o para mal, hay una forma nueva de comunicar y de leer. Por como manejamos nuestras redes sociales, parece que estamos en la era de la composición de la sinopsis. En realidad, las canciones son sinopsis: Ricky Martin me cuenta una experiencia y yo tengo que resumirla en tres minutos.

Yo creo que el éxito del libro es ese: cada historia de cada musa está contada en tres páginas, en el momento en el que las crucificaron; hago una biografía real de sus vidas, a partir de la cual desarrollo esa historia; luego un poema y, finalmente, una reflexión mía con cada una de ellas: cómo es que ha pasado todo eso y cómo nos repercute a día de hoy. Paso por el reggaetón, por Disney€ Te hablo de hace 2.000 años y de repente regreso al presente y te hablo de Bad Bunny.

Para mí, eso es lo que tiene el libro: todo el tiempo son pasajes hechos en una sinopsis que te mantienen fresco y que no se te hace pesado. Es un libro que se lee muy rápido, acompañado de ilustraciones. Diría que escribir este libro ha sido una evolución de la composición. No ha sido un salto.

La idea del libro vino por varios motivos. Desde 2016, estoy inmersa en varias asociaciones de mujeres en la industria musical como 'She is the music' o 'Women in music'. Ahí debatimos sobre cómo se puede ayudar a que la mujer tenga más representación dentro de los distintos ámbitos de la producción e industria musical para que se abra más la veda.

Por este motivo, paré todo lo que estaba haciendo para escribir este libro que pasa por las subestimaciones en general. En la historia número doce, que es la de Carlos Acosta, hablo sobre esa subestimación, que en realidad parte del machismo: cuando tú a un hombre le insultas con la feminización porque "la mujer es más débil", tiene una base de machismo. En el caso de Carlos Acosta, hablo de este tema porque casi deja su sueño, ya que en Cuba le hacían bullying porque le decían que bailar era cosa de niñas. Hoy en día, es el bailarín más importante del mundo.

Para mí hay dos tipos de personas en el mundo: las que creen en sus capacidades y caminan con su buen corazón pensando que hacen el bien y que van a conseguir sus metas a partir de su trabajo, y aquellas que no confían en que el trabajo y la perseverancia les van a llevar a buen puerto, por lo que arrodillan a los demás para sentirse en un escalón superior. Este es el tipo de personas que todos debemos determinar.

Mi marido es de raza negra, y la misma subestimación que sufro yo de esas personas por ser mujer la puede sentir él por ser de raza negra; o la sufre mi mejor amigo y el padrino de mi hijo por ser gay. Este es el problema. Siento que nos han dividido: las mujeres, luchando para que nos valoren sin problemas por nuestro género; la comunidad LGTBI, luchando en contra del estigma; y la comunidad negra, luchando contra el racismo y a favor del Black Lives Matter. En realidad todos estamos luchando por lo mismo. ¿Tú crees en las personas por sus capacidades? Pues olvídate de lo demás. Y creo que este es el mensaje principal de mi libro.

¿En qué consiste exactamente el proyecto de 'She is the Music', y qué se siente compartiéndolo con Alicia Keys?

Alicia Keys es la fundadora junto a Cindy Lauper y la presidenta de Universal Publishing en EE.UU. Esas tres mujeres crearon 'She is the Music' y buscaron cómo expandirse por Latinoamérica. Buscaron un comité de mujeres especializadas en la industria que pudieran dar ideas para desarrollar la figura de la mujer dentro de la industria en Latinoamérica.

De entre todas las causas que apoyamos, yo me encargo de la visión artística dentro de lo latino. Y, dentro de mi punto de vista, tengo que buscar qué es lo más necesario cambiar dentro de la música latina. Por ejemplo, lo que comenté sobre los roles. También estoy con la presidenta de Universal latino, que es una diosa; con la jefa de Billboard en español... Estoy com mujeres espectaculares.

Alicia Keys está súperimplicada y habla del proyecto siempre que puede. En el mercado anglosajón, ha habido un cambio sustancial importante: Cardi B ha sido la primera mujer en ganar el Grammy a Mejor Álbum Hip Hop, una chica lesbiana ha sido la primera artista country en ganar un premio de música regional estadounidense... Se están rompiendo muchos tabúes, y me siento súperfeliz.

¿Qué opinas del reggaetón y de la fama que tienen sus letras?

A mí me encanta el reggaetón. Estos días en Gran Canaria, de vacaciones con mi familia, hemos estado escuchando a Bad Bunny y letras del tipo "si tu novio no te mama el culo". Y sí, está fuerte. Pero yo siempre lo digo: a mí no me molesta el contenido explícito porque considero que es sano hablar de la sexualidad. Hay que ponerlo sobre la mesa porque el sexo forma parte de la vida, es un tabú feo que no se hable de eso. Lo que no me gusta es cuando los roles en las canciones emulan otros de hace 50 años. Los tíos tienen que hablar de lo que les gusta hacer a ellos. Me parece bien. Pero si yo, como mujer, lo que voy a decir es que me da morbo ser tu esclava... ¿es eso lo que le vamos a contar a las niñas?

El otro día participé en una charla preciosa de mujeres emprendedoras donde había muchas chicas adolescentes. Les pregunté cómo había sido su primera experiencia sexual y si me podían responder a si estaban más centradas en hacerlo bien para la otra persona, o más preocupadas por disfrutar ellas de ese momento. Todas me contestaron que estaban más preocupadas en hacer disfrutar al chico. Y eso es lo que está mal, porque si tú disfrutas, la otra persona también lo hará.

Así que ya que se va a hablar de la sexualidad, hay que hablar sin tabúes de verdad. A mí lo que me gusta es que Anitta diga: "a mí me gusta cuando bajas Downtown". Es lo que tiene que ser. Y que Balvin le conteste: "a mí me gusta cuando bajas Downtown". Me parece perfecto. Eso sí es una relación, los dos disfrutando.

¿Está de acuerdo con esa parte del feminismo que defiende que ser mujer es nacer mujer alegando que así se protegen a las mujeres víctimas de violencia de género? ¿Qué opinión le merece la Ley Trans y la autodeterminación de género?

Por cosas como estas, a veces, la palabra feminismo me da miedo. El feminismo se trabaja desde distintos puntos de vista pero, desgraciadamente, el que más visibilidad tiene es el más radical. Y para mí no existe el feminismo radical. El feminismo es igualdad. La subestimación de género debería ser una lucha de todos.

Yo no necesito ser negra para dar la cara por una persona de color, no necesito ser homosexual para estar reivindicando los derechos LGTBI en el Orgullo... porque es lo que siento que es correcto como ser humano. Entonces, no tiene que venir nadie a seleccionar quién puede luchar por la igualdad de género y quién no. Para mí debería ser una lucha de todos. Quien se dedica a señalar con el dedo "tú si, y tú no", ya le está haciendo mal al feminismo, porque estamos luchando por la igualdad.

Que tú te sientas subestimado por tu género tiene que ver con roles. El sentirse inferior por ser mujer no tiene que ver con tu genética. Nadie mira tu genética para subestimarte. Es una cuestión social y de roles. Y, ¿quién vive eso? Pues las personas que son mujeres y viven esa subestimación.

Tengo un amigo que nació mujer y que se determinó como un hombre, y si no lo sabes no te das cuenta. Así que imagínate ese caso a la inversa, que los hay. Imagínate a la Veneno caminando por la calle y que un hombre le diga: "que ese culito no pase hambre", o un comentario del estilo. ¿Tú crees que eso no se lo van a decir a la Veneno? Entonces, eso significa que la Veneno siente el miedo de ser mujer caminando sola por la calle. Y ese ser humano, con rol femenino para la sociedad, está sintiendo una subestimación de género. ¿Cómo puede ir alguien a decirle entonces a la Veneno que como su gen no la determinó así de nacimiento, ella no sabe lo que es el machismo? ¿En serio?

La subestimación viene por cómo tú te representas. Y lo sufren las personas representadas en ese género. A mí me cabrean las personas que no son inclusivas con este tema y que son incapaces de tener la sensibilidad necesaria para luchar por la igualdad. Sólo están pensando en excluir a otras personas. Eso para mí no es luchar por nada. Es un tema que me cabrea bastante.

Al hilo de la historia de Margaret Ann o James Berry, ¿podría explicar por qué opina que el género de cada uno no debería aparecer en el DNI?

Yo lancé una pregunta en el libro y he tenido respuestas muy diferentes. Países Bajos ya quitó el sexo del DNI, Dinamarca también y Argentina está en proceso. Yo lo que planteo en el libro es que un cartón que contiene tantos datos importantes sobre nosotros, igual debería incluir nuestro grupo sanguíneo.

Si somos iguales frente a la Ley y frente a las autoridades, cuando cometamos una infracción vamos a tener la misma multa seas hombre o mujer. Por lo que creo que la determinación del género en el DNI viene porque hubo una época en la que, legalmente, las mujeres y los hombres no podían acceder a las mismas cosas: una mujer no podía abrir una cuenta de banco, no podía votar, no podía estudiar en la Universidad. Este fue el motivo por el que Margaret Ann tuvo que convertirse en James Berry, falsificando su identidad, para poder acceder a estudios superiores. En la actualidad, eso ya no debería pasar,

Entonces, ¿para qué vamos a hacer sufrir a tantas personas que no se sienten identificadas con el género con el que nacieron? Yo tengo una opinión, pero en el libro lo que hago es lanzar una pregunta abierta para que la gente me conteste. Y algunas personas me dicen: "es que yo me siento muy orgullosa de ser mujer, y quiero que aparezca en mi DNI". A lo que yo respondo que yo también me siento muy orgullosa de ser la madre de mi hijo y no lo pone en el DNI.

En el DNI no debe aparecer algo de lo que tú te sientas orgullosa, sino características que te definan frente a las autoridades. Por lo que considero que, antes que el género, deberíamos incluir el grupo sanguíneo. Imagínate que tengo un accidente y alguien de la ambulancia me va a transferir sangre pero no puede hacerlo al momento porque en mi DNI no aparece esa información. Sería útil, ¿no?

Pregunté a muchos sanitarios sobre el tema para ver si era cosa mía, pero es que resulta que hace tiempo el grupo sanguíneo sí estaba incluido en nuestro DNI. En concreto, en España apareció esta información entre los 60 y los 70.

¿Cuál fue la historia de la musa que más le impactó?

La de Waris Dirie. Vivo en EE.UU desde 2011 y me puse a analizar cómo había sido trabajado el racismo. Estados Unidos consiguió pasar de que los negros no pudieran subirse a un autobús en los 60 a tener a Obama como presidente en 2006. En gran medida, gracias a que se determinó que el racismo era una lucha por los derechos humanos.

Considero que en 2020 necesitamos definir bien que la subestimación de género tiene que ver con los derechos humanos. Están mutilando a las niñas porque son mujeres, porque se determina que las mujeres no deben sentir placer sexual y el hombre sí. Eso sí es una lucha exclusiva de la mujer. 150 millones de mujeres, según datos de Unicef, están mutiladas a día de hoy. Y eso no solo pasa en África, también pasa en España, donde hay más de 60.000 niñas mutiladas. Son muchísimas. Acaban de morir más de 50.000 personas por Covid-19 y estamos todos que no lo podemos creer.

60.000 niñas españolas. No africanas que vienen a hacerse restauraciones, que se las hacen también. Niñas nacidas en suelo español con padres africanos con creencias de este tipo, a las que hacen la mutilación genital. Es un tema real del que hablar. Por eso, la historia de Waris es la que más me toca porque creo que es la subestimación de la mujer llevada al extremo: que te corten el clítoris. Me parece lo peor.

¿Cuál es el significado detrás de 'Ojos de Mandela', su colaboración con Alejandro Sanz?

Aunque la canción salió en 2018, dentro de mi álbum 'Cuerpo y alma', decidimos sacarla durante la cuarentena. La compuse para que cada uno reflexionara a su manera, por lo que era muy difícil para mí hacerle un vídeo, porque en el momento en el que le haces un vídeo, hablas de una situación muy concreta.

Para mí la fe es tan personal que no quiero imponer un pensamiento. La fe no tiene que ver con religión, tiene que ver con el karma, por ejemplo. Yo tengo mucha fe en el karma. Me levanto todos los días pensando que si hago las cosas pensando en el bien, ese bien vuelve a ti.

Escribí 'Ojos de Mandela' diez años después de que mi madre sufriera un cáncer. Yo no fui capaz de hablar de eso jamás. Me veía en situaciones en las que me contaban que alguien había sufrido un melanoma, como mi madre, y yo era incapaz de hablar sobre ello. Me hacía la loca, como si no supiera nada sobre el tema. Y me di cuenta de que tenía un problema. Pensaba que si no hablaba sobre el tema es como si no hubiera existido.

Al final llegué a la conclusión de que eso que me estaba doliendo y que por eso no quería hablar sobre ello. Mi mente no era capaz de aceptarlo, y en mi casa ni siquiera se hablaba del tema.

En 2015, la hija de unos amigos, coge un cáncer de huesos muy fuerte. Todos los días íbamos a ver a esa niña jovencísima al hospital. Y entré en una depresión bastante grande: me dio muchísimo bajón porque se juntó con lo que no había superado de mi madre. Me di cuenta de que el cáncer me aterra. Me sonaba el teléfono por la noche, y lo primero que pensaba era en el cáncer y en mi familia. Y necesitaba no vivir con ese pensamiento.

Decidí escribir una canción sobre ese momento en el que mi madre vivió eso y yo dejé de creer en Dios. Me preguntaba que cómo era posible, si mi madre es la mujer más buena que conozco, que le pasase eso a ella y no a otra gente. Y empecé a entender que precisamente en ese momento donde perdí la fe, era más importante que nunca tenerla para que me sirviera en esa situación que ella estaba pasando.

En la cama del hospital, con mi madre, estábamos viendo el funeral de Nelson Mandela por la televisión. Empezamos a comentar que, por el glaucoma que padecía, el ojo de Mandela era de un color azul cielo: parecía un santo. Y hablábamos sobre lo bondadoso que era. Tengo obsesión con Mandela, es la filosofía de mi vida: si tuviera religión, sería su adepta; me leo todos sus libros, voy con sus frases a todas partes...

Entonces, entre que Mandela me encanta y que adoro a mi madre y su sonrisa era mi luz y mi fuerza, surgió esta canción. Yo quería hacer una canción honesta para las personas que, como yo, en un momento dado dejan de creer. Trata sobre cuando empiezas a dejar de creer y te planteas dudas de verdad. Y de repente te das cuenta de que Dios no va aparecerse para decirte: "estoy aquí". Eres tú quien tiene que hacer el ejercicio de entender que la bendición de tu vida está en todo lo que te pasa.

No hice esta canción para poder explicar sobre lo que va, la hice para poder desahogarme. Y no es para lanzarla como single: tiene un solo de chelo de 50 segundos. Es una canción para que la gente la descubra si busca un abrazo de fe o una reflexión, no para sonar en Cadena Dial.

En mitad de la cuarentena, Alejandro Sanz me escribe para decirme que por qué no le hacíamos un vídeo a la canción, ya que podía ser una reflexión bonita por todo lo que está pasando. Todo, partiendo de la frase de la canción: "el coraje no es la falta de miedo, sino el triunfo sobre él". Y ahora mismo lo que tenemos es miedo. Han venido dos pandemias: la del Covid y la del miedo. El miedo hay que trabajarlo porque, ¿qué va a pasar con toda esa gente que va a quedarse sin trabajo, sin negocios o sin familia? Tenemos que caminar hacia delante en conjunto, como sociedad, porque así llegaremos más lejos.

¿A qué se debe el alto volumen de colaboradores en su último álbum? 11 de las 16 canciones son featurings.

Mientras estaba en los procesos de composición para otros artistas, enseñaba mis canciones del disco. Por ejemplo, cuando le enseñé a Jesús Navarro (Reik) 'Más que suerte', le gustó tanto que la quería para el disco de Reik. Esa canción iba a ir en mi álbum, así que la convertimos en una colaboración. Jesús y yo somos almas gemelas, siempre le digo que soy su proyecto B. De hecho, ahora vamos a sacar otra canción juntos... terminaremos siendo como Pimpinela. Es la persona con la que más afinidad tengo cantando sobre un escenario.

Con Carlos Rivera me pasó igual. Quería cantar en 'Aquí te espero', que ni siquiera era para mí. La dejé en el disco por la ilusión que me hacía cantar con él. A Leonel García me acerque yo personalmente, ya que me encanta Sin Bandera; a Cristian Castro le enseñé la canción mientras estaba componiendo para él, La Mala Rodríguez es mi ídolo, Orishas son mi familia...

Con Brisa Fenoy, quería darle la oportunidad a una mujer y darle la mano a alguien como Alejandro Sanz también ha llegado a dármela a mí. Me gusta mucho Brisa y lo que defiende: es muy auténtica y honesta con todo. No va a dejar que la industria decida por ella, ella va a hacer lo que quiere. Y así es feliz. Me recuerda mucho a mí. Además, ha tenido que luchar contra muchos estereotipos, ya que es modelo. Me gustó mucho el proceso de creación con ella en el estudio.

¿Cómo ve el papel de la mujer dentro de la industria musical? ¿Ve cambios en España?

Sí. Si miramos las listas de éxitos estadounidenses, vemos que casi siempre hay mujeres arriba: Billie Eilish, Ariana Grande, Lady Gaga... En las listas latinas, sin embargo, hay cinco o seis mujeres que suelen aparecer, pero la diferencia entre número de hombres y número de mujeres está descompensado. Todavía estamos muy lejos.

Se está haciendo un buen trabajo pero todavía hay que compensar un poco más la balanza. Hay un estereotipo muy grande sobre lo que es ser artista urbana latina y mujer, y está muy bien porque cada una aporta algo diferente al género. Pero hacen falta exponentes más radicalmente diferentes.

A mí me han dicho: "¿y no te vas a poner tetas? Es que en el urbano, sin tetas...". Pues no me voy a operar las tetas. Hace falta más radicalización, como Rita Indiana. Una artista urbana, dominicana, con la cabeza rapada, guapísima, con mucho swing... y no fue aceptada en la escena urbana porque era muy rara. No era "sexy". Y eso no puede pasar.

Igual que dentro de la industria latina hay chicos lindos como Maluma y luego artistas como Tego Calderón, al que le falta un diente y no pasa nada; o algunos com barriguita y otros calvos... A mí me gustaría ver mujeres cuya estética no sea lo primero, que lo fueran sus letras, sus canciones, su reivindicación, su flow.

¿Qué hito de su carrera le hace sentir más orgullo como artista?

El éxito en Francia, cantar con Alejandro Sanz... En realidad, más que de cosas puntuales, me gustaría decir que no ha sido una carrera de velocidad, sino de resistencia. A pesar de que, cuando sales de un fenómeno adolescente, tiendes a ser un juguete roto. Y yo creo que dejo esa inspiración para si alguien más vuelve a pasar por algo así. Realmente una persona puede hacer una carrera si esa persona quiere.

Yo todos los días me levanto pensando en que todo lo que voy a hacer es lo mejor de mi carrera. Hice el libro pensando en que iba a ser lo mejor de mi carrera, y de repente se convierte en uno de los 20 más vendidos. Siempre estoy positiva, porque pienso que cada vez hago mejor las cosas por una cuestión de experiencia y de tiempo. Cada vez elijo mejor un coreógrafo, un director... ¿Puedo decirte que lo mejor está por llegar? Pues creo que sí.