David Minguillón se encontraba en Inglaterra cuando el coronavirus comenzó a causar estragos en el mundo. Tuvo que pasar cinco meses fuera de su hogar, junto a su novia, antes de poder volver a Canarias. Pero ese tiempo le ha servido para desarrollar una idea que ya venía creciendo en su interior, un proyecto musical más ambicioso que mañana dará a conocer en el Teatro Leal de La Laguna.

Este concierto es una carta de presentación del material en el que ha estado trabajando en los últimos años.

Se trata de una serie de temas nuevos que aún no han sido grabados en el estudio. Yo he publicado cuatro discos ya pero ahora siento que empiezo una nueva etapa en mi carrera porque lo que voy a presentar son nuevas composiciones. Se trata de temas más melódicos en los que hay más presencia de la voz, con partes cantadas, algo que hasta ahora no había hecho. Además, quiero hacer énfasis en las músicas del mundo porque es algo que me apasiona y, así, no me encasillo siempre en lo mismo.

Tras tantos años en el mundo de la música se atreve ahora a introducir nuevos elementos, como esas partes cantadas. ¿Qué ha sentido al dar el salto?

Siempre ha sido un dilema personal para mí tener tantas inquietudes relacionadas con la música pero, al mismo tiempo, eso me ha hecho tener una mente más abierta y mostrar un gran interés por descubrir nuevas formas de expresión a través de la música. Eso se ha visto también reflejado en mi formación: hice la carrera de guitarra clásica, estudié jazz en diferentes conservatorios, y flamenco en Granada, por ejemplo. Después de todos esos estudios, lo que más me llena y me inspira en la actualidad es componer mis propios temas en los que quedan reflejados todas esas influencias. Me encanta contar con todas esas paletas de color y dibujar mi propio mundo interior. Tomar todas esas influencias me permite trascender y no encasillarme y por eso en los nuevos temas se pueden observar varios estilos, en los que he podido ir profundizando en los últimos tiempos.

Toda esa formación le ha servido para enfrentarse ahora al nuevo reto de presentar ante el público temas muy diferentes a los que hacía con anterioridad.

Lo más novedoso que ofrezco es la voz en mis canciones. Hasta ahora me había centrado mucho en componer para la guitarra pero estos últimos años me he acercado al mundo de la poesía y eso me ha permitido ir incluyendo estribillos y algunas partes cantadas en mis nuevos temas.

Y para esta nueva etapa también cuenta con la colaboración de nuevos compañeros sobre el escenario.

Vengo de una familia de músicos: mi padre, Francisco Morales, es cantautor y ha sido la influencia más directa que he tenido desde que era muy pequeño. Ahora, mi hermano Adrián García colaborará conmigo en este concierto, y también contaré con grandes amigos que han estado a mi lado desde mis comienzos en el mundo de la música, estudiando conmigo en el conservatorio. Tenía ganas de que estuvieran en este proyecto. Así, me acompañarán en el escenario la percusionista Nuria Herrero y el flautista Pablo Díaz. Quiero que ellos dos continúen conmigo en esta nueva etapa de mi carrera.

¿Entonces esta colaboración irá más allá de este concierto?

Mi idea es que esto sea tan solo el principio de algo más grande, un nuevo comienzo. Así que este concierto es tan solo la primera muestra de lo que va a ser el nuevo disco.

¿Cómo ha vivido la pandemia?

Ha sido muy triste ver cómo se cancelaban todos los proyectos durante el confinamiento. A mí, el estado de alarma me pilló en Inglaterra y allí pasé todo el tiempo. Estuve cinco meses fuera de casa, así que me dio tiempo a reflexionar y a investigar cuál es la mejor manera de afrontar una situación como la que nos ha tocado vivir. Esta pandemia nos ofreció la oportunidad perfecta para mirar hacia dentro de cada uno y parar un poco en mitad de esta actividad frenética que llevamos todos. Así que he tenido mucho tiempo para pensar y para discernir qué es lo más importante en la vida, y he empleado la música como una forma de expresarme.

Este es su primer concierto tras la crisis sanitaria, ¿cree que será muy diferente a lo que ha hecho antes?

Tengo una mezcla de emociones. Estoy motivado y siendo alegría por volver a tocar tras tanto tiempo pero también estoy nervioso. Es una sensación agridulce porque está siendo una etapa bastante triste con tanta gente pasándolo mal, así que me encuentro ante una mezcla de emociones.

¿Cuáles son sus próximos proyectos?

Tengo muchas ganas de seguir trabajando pero también tengo la incertidumbre de saber qué va a pasar con la situación que estamos viviendo. El arte se encuentra ante una época de gran inestabilidad y no nos queda otra que estar a la expectativa y ver qué pasa. Pero lo que tengo claro es que este concierto es tan solo el pistoletazo de salida de este nuevo proyecto y mi idea es rodar estos temas hasta final de año para, en 2021, comenzar a grabar el nuevo disco.