- ¿Cómo han afectado los recortes presupuestarios a la programación inicialmente diseñada para la edición del Festival de Música en 2012?

- Estaba prevista la presencia de otra orquesta además de las ya confirmadas, la Orquesta Hallé de Manchester, y en cuyo programa se había dispuesto el estreno de un compositor canario. Decidimos suprimir esta formación porque de esta manera se ajustaba bastante la producción del Festival al presupuesto que nos asignaron, y quitamos la menos potente de las que se podían quitar, que tampoco son tantas, la verdad. No es nada fácil tomar este tipo de decisiones por lo que supone de reajuste de la programación, además de los compromisos adquiridos. Y se optó por cancelar otras actuaciones sobre las que había acuerdos verbales. El Festival pierde así un recital lírico, y se cambió el Coro de Niños de Viena por otro proyecto más económico.

- La cancelación del estreno canario deja huérfano al Festival de la creación insular contemporánea.

- Lo siento, pero no puede ser. Y no es que decidiéramos hacer las cosas para perjudicar a nadie, sino que casualmente el estreno canario estaba programado con la orquesta que no estará por los recortes de presupuesto. Además, no es fácil que una orquesta y un director acepte un estreno de encargo de este tipo. Ya el pasado año tuvimos un follón por algo similar, y al final se resolvió.

- A falta de figuras mediáticas como Anna Netrebko, ¿qué formaciones y/o solistas aportan la excelencia del 28º Festival?

- Tenemos directores y solistas de primera línea, están Mehta, Gardiner, Salonen..., y formaciones como la Mahler Chamber que es una grandísima orquesta, el Coro Monteverdi, declarado el mejor coro en 2011, y viene con Gardiner, que es un director tremendo. Luego, la St. Martin in the Fields que es igualmente una grandísima formación, que la tiene apadrinada Murray Perahia. Se mantiene la excelencia, que es una premisa fundamental en la programación del Festival. Y solistas como el violinista Sergej Kachatryan, que viene con la Mozarteum de Salzburgo, y aunque es un intérprete joven seguramente dentro de cinco o diez años será uno de los grandes. Es una apuesta por jóvenes valores.

- ¿Será difícil entonces que se agoten entradas como ocurrió con Anna Netrebko?

- Teníamos una figura de ese estilo y se canceló. Esperamos que con La Fura, con dos funciones en cada isla, se produzca el mismo efecto en taquilla. Y la programación tiene un alto interés, y desde luego no comparto las afirmaciones de que es una apuesta conservadora. No creo que programar a Mozart y Beethoven sea conservador, y no puedo hacer un festival de música clásica ofreciendo música pop como The Beatles, o con música contemporánea para que luego no se llenen los auditorios. En crisis hay que buscar la productividad y cuando esta situación pase, se podrán hacer las cosas de otra manera. Confío en que vuelvan los buenos tiempos. Y no es fácil encontrar patrocinadores.

- La presencia de la Fura dels Baus en Carmina Burana es una apuesta por fidelizar otros espectadores que habitualmente no participan del Festival?

- Desde luego, que otro tipo de público que nunca mira al Festival se interese por lo que ofrecemos, y que tenga claro que esto no es un evento para cuatro personas.

- ¿Le preocupa la reacción del público habitual ante esta oferta poco frecuente en la historia del Festival?

- En absoluto. La Fura ha estado en los principales teatros de ópera de Europa, y yo no estoy aquí para ser una rompedora, me interesa que la gente vea otras cosas, y a lo mejor el público que va por La Fura igual se interesa por otras cosas.

- El Joven Festival encara su segundo año. ¿Qué novedades presenta esta programación para el público infantil y en familia?

- Destacaría sobre todo a Las Marionetas del Palacio de Schönbrunn, que trae un espectáculo precioso, y sus miembros están contentísimos con actuar en Canarias. La experiencia de la pasada edición fue muy positiva y no hemos parado de recibir felicitaciones, y teníamos claro que si había recortes no iba a ser en la calidad.