Dentro de su programa mensual de visitas nocturnas "Una Noche en El Museo", la Sociedad Científica El Museo Canario ha organizado para el próximo jueves 24 de septiembre la presentación en sociedad de unos restos óseos que despiertan un extraordinario interés en la comunidad científica, pues suponen un documento inigualable para ilustrar el momento histórico en el que la cultura de los antiguos canarios se enfrentaba a su desaparición por la llegada de los conquistadores europeos.

El conocido como «Hombre de Agaete» será el protagonista de esta visita nocturna que, por las limitaciones de aforo, se desarrollará en dos sesiones, a las 19:00 y a las 20:00 h. La velada estará dirigida por el arqueólogo Jonathan Santana, quien hace unos años fue el encargado de estudiar los restos encabezando un equipo de especialistas del que también formaron parte Javier Velasco, Amelia Rodríguez, María del Cristo González y Teresa Delgado, esta última conservadora de El Museo Canario.

Los resultados de aquel estudio vieron la luz en la prestigiosa publicación International journal of Osteoarchaeology, en junio de 2015, y ahora se han recogido de nuevo para formar parte de la exposición permanente de El Museo Canario, pues el cuerpo de este aborigen quedará instalado en la Sala Bosch una vez que concluya la presentación.

Los restos de este individuo, al que podemos identificar como un joven guerrero aborigen, fueron hallados en 1934 en el yacimiento funerario de Los Acarreaderos, en Agaete, y el interés que despierta se debe, sobre todo, a las graves lesiones que presentan sus huesos, que fueron provocadas por armas cortantes y que, en definitiva, evidencian un violento episodio de lucha que ha podido datarse en el contexto de la conquista de Gran Canaria por los castellanos en el siglo XV, que supuso un desigual enfrentamiento entre la madera y el hierro.

En la sesión nocturna que propone El Museo Canario, Santana reflexionará acerca de las circunstancias que rodeaban la vida de este guerrero a través del análisis de las heridas que le causaron la muerte, como narración de las circunstancias históricas que vivían las islas en aquella época. Se trata de un ejemplo único que desde ahora servirá para comprender uno de los momentos más trascendentales de la historia de Canarias, como fue el violento contacto de las poblaciones aborígenes con las culturas europeas.