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LA PENÚLTIMA PALABRA

Serendipity, de Chiripa

Cultivo de Flemming, descubridor de la penicilina.

“(…) la casualidad, poderoso, instantáneo instrumento de la Providencia” Pushkin

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Al parecer Horace Walpole leyó un antiguo cuento, ¿iraní?, ¿sirio?, Los tres Príncipes de Serendip, o sea Ceilán, hoy Sri Lanka. De Serendip el autor de la gótica El castillo de Otranto creó el neologismo Serendipity, para referirse a hallazgos tan afortunados como inesperados. Por azar y sagacidad diría el amigo de Madame de Deffand. Un ejemplo: Cristobal Colón fue a buscar especias a las Indias y se encontró con América.

Voltaire traductor de Walpole creó a Zadig atento lector del Libro de la Naturaleza. Si los Príncipes, sin haberlo visto, adivinaron que un camello había perdido el ojo derecho, Zadig refirió, sin verlos, que el perro de la reina era una perrita y que el caballo tenía un bocal de plata. “Nuestra facultad de adivinar corresponde a los poderes musicales y aeronaúticos de un pájaro; el más alto de nuestros poderes meramente insintivos”, sostuvo Peirce que recurría, como método, a la abducción, un tipo de inferencia cuya conclusión es siempre una hipótesis. Como hacía Sherlock Holmes.

En la situación actual de Imprevisibilidad Generalizada parece razonable pensar que la causalidad, la relación causa-efecto, sea sustituida paulatinamente por el emporio de la casualidad, siempre próxima al accidente. Un accidente feliz en una placa de cultivo en el que apareció un hongo permitió que, por serendipia, el Dr Alexander Fleming descubriera nada menos que la penicilina. Ahora bien, como dijera Pasteur, el azar solo favorece a las mentes preparadas (Merton).

En el inmenso Viajes y aventuras de Serendipity que Merton escribió con Elinor G.Barber, se da buena cuenta de tantos “descubrimientos accidentales” donde no hay nada de fortuito.

De cara a un espacio de estados posibles, sin álgebra ni algoritmos bien que pletórico de datos, de cara a un futuro necesario donde no sabemos si terminaremos viviendo y conviviendo con Virus, en el horizonte de espera aparece Vacuna. Venga de Oxford, de Moscú o de los USA es indiferente. Que se descubra por lógica o por accidente. Aunque sea de chiripa.

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