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Cine | 68º edición del Festival de San Sebastián

Johnny Depp reivindica al “poeta” Shane MacGowan

El actor produce un documental sobre el músico líder de The Pogues, cuya historia está marcada por el alcohol

El actor Johnny Depp, ayer en el Festival de Cine de San Sebastián.

Es lógico que Johnny Depp haya producido un documental sobre Shane MacGowan. Tanto el actor como el que fuera líder de The Pogues están familiarizado con el lado salvaje, y son amigos desde hace décadas. “Me siento muy feliz por tener una larga historia con Shane”, explicaba Depp durante la presentación de Crock of Gold: A few rounds with Shane MacGowan, el primero de los títulos aspirantes a la Concha de Oro presentados ayer. “Y he querido que el mundo supiera quién es: uno de los poetas más importantes de la historia”.

Y en ese sentido el documental debe considerarse un triunfo pese a que no cuenta nada que no se contara ya en el magnífico libro de memorias A Drink With Shane MacGowan (2001) ni aporta novedades al género de las no-ficciones del rock. Después de todo, debe de ser muy difícil hacer una película sin interés sobre una figura tan fascinante.

‘Crock of Gold’ traza el ascenso de la banda irlandesa con imágenes de archivo y directos

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Sirviéndose en buena medida de recreaciones, segmentos de animación e imágenes de viejas películas, el director Julien Temple –en su día responsable de clásicos del género como El gran timo del Rock’n’Roll o Joe Strummer: The Future is Unwritten– recuerda la infancia de MacGowan en Tipperary, Irlanda, donde vivía rodeado de música y sentimiento antibritánico; también de sus años de juventud en Londres, en los que fue expulsado del colegio, ingresó por un tiempo en un manicomio, se introdujo en la delincuencia, practicó felaciones cerca de Piccadilly Circus y descubrió a los Sex Pistols.

A través de imágenes de archivo de actuaciones y apariciones televisivas, Crock of Gold recuerda cómo The Pogues irrumpieron en la escena musical a inicios de los 80 gracias a su mezcla de punk y música tradicional irlandesa y a unas letras, en su mayoría compuestas por MacGowan, a la vez épicas y muy tiernas y casi siempre brutales.

Intoxicado

Y quizá lo más llamativo es que incluso cuando escribió sus mejores textos –los de los álbumes Rum, Sodomy and the Lash (1985) y If I should fall from Grace With God (1988)–, MacGowan se hallaba severamente intoxicado por el consumo de whisky, cerveza y drogas ilegales.

Fueron esos excesos, sumados a la profunda frustración que le causó el éxito monumental de temas como Fairytale in New York y Fiesta lo que provocó su despido de la banda en 1991.

“Me siento muy feliz por tener una larga historia con Shane”, sostuvo en la presentación

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Hoy MacGowan suma 62 años, lleva dos décadas sin publicar música, y decir que no tiene buen aspecto es quedarse corto a pesar de que hace un tiempo reparó el desastre dental que siempre formó parte de su imagen. Crock of Gold lo muestra en silla de ruedas, blanquecino, a duras penas capaz de vocalizar.

Que siga vivo parece un milagro, y aunque la película se esfuerza por adoptar un tono celebratorio, contemplarla provoca una enorme tristeza. Por un lado, es el merecido homenaje al puñado de canciones magníficas de MacGowan, pero también un lamento por las canciones magníficas que no llegó a crear.

‘ANOTHER ROUND’, A CONCURSO

El alcohol repite protagonismo en Another round, también presentada a concurso ayer. Centrada en cuatro profesores de instituto que ponen a prueba la teoría de que mantener cierta cantidad de esa sustancia en la sangre les hará vivir y trabajar mejor, la película de Thomas Vinterberg pasa una pequeña parte de su metraje pretendiendo abordar esa premisa desde un enfoque provocador antes de abandonarse sin reparos al moralismo más melodramático. Al final solo parece tener que decir que beber un poco puede ser bueno y beber mucho es muy malo. | N.S.

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