La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

“Siempre escribo la poesía para mí”

Brines, en su agradecimiento por el Premio Cervantes, anunció que trabaja en un nuevo libro con poesía y prosa lírica que se titulará ‘Donde muere la muerte’

Francisco Brines, desde el balcón de su casa, brinda con vino.

El poeta Francisco Brines mostró ayer desde uno de los balcones de l’Elca, su casa en Oliva, su agradecimiento por el Premio Cervantes que el lunes le concedió el Ministerio de Cultura. “Allí donde un lector la lea y se emocione, habrá llegado mi voz poética, y mientras eso ocurra tendré voz poética”, afirmó el escritor con un hilo de voz (física) ante los medios convocados para la ocasión.

Delicado de salud (hace unos días tuvo que recibir atención médica en el hospital de Gandia), Brines no pudo bajar al exterior de la vivienda como sí hizo hace menos de un año cuando fue distinguido por la Generalitat. Ni siquiera estaba previsto que hiciera declaraciones. Pero finalmente Brines habló, aunque para hacerse oír recurriese a la ayuda de Àngels Gregori (presidenta de su fundación), de su amiga la restauradora Pilar Roig y de su inseparable Víctor.

Dedicatoria a su madre

“Para mí es un logro haber hecho con la poesía un canto diverso a otros pero que ha llegado, como han llegado también los versos de Berceo, César Manrique y Ausiàs March”, declaró tras ser preguntado por lo que ha supuesto para él recibir el máximo reconocimiento de la literatura española.

El escritor dedicó el Cervantes a su madre. “Las madres suelen cobijar las extravagancias de los hijos y entonces que aceptara en el asentimiento lo que yo hacía, que era poesía, indicaba que estaba en lo cierto”, recalcó.

Brines es el primer escritor valenciano que recibe el Cervantes, un premio instaurado en 1975 que anteriormente había reconocido la trayectoria de otros poestas como Jorge Guillem, Damaso Alonso, Rafael Alberti, Octavio Paz, Nicanor Parra, Gonzalo Rojas, Jorge Luis Borges, Juan Gelman y Antonio Gamoneda. Antes de Brines los galardonados fueron la poeta uruguaya Ida Vitale y el español Joan Margarit.

Incógnita

Éste último no pudo el pasado abril acudir a recoger el premio en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares por culpa del coronavirus. Seguramente Brines tampoco lo pueda hacer. “Quizás vaya, no lo sé, porque mi salud es como es y yo no soy un nadador de aguas bravas”, señaló el poeta de Oliva, que el próximo 22 de enero cumplirá 89 años.

Pese a todo, Brines sigue trabajando. Aunque su obra no ha dejado de reeditarse y recopilarse en antologías –la última, Jardín nublado, la editó Pre-Textos en 2016, su último poemario nuevo –Última costa–, apareció en 1995. “Estoy trabajando en un libro nuevo y creo que el título os gustará –anunció el poeta a los periodistas–: Donde muere la muerte. Hay prosa aunque tengo que arreglar algunas cosas para incluirla”.

Alguna de las creaciones que se incluirán en este nuevo poemario ya han aparecido en varias antologías. En la que dará título al nuevo libro escribe: “Donde muere la muerte, / porque en la vida tiene tan sólo su existencia. / En ese punto oscuro de la nada/ que nace en el cerebro,/ cuando se acaba el aire que acariciaba el labio,/ ahora que la ceniza, como un cielo llagado,/ penetra en las costillas con silencio y dolor,/ y un pañuelo mojado por las lágrimas se agita/ hacia lo negro”.

Compartir el artículo

stats