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Cine | Un regreso lleno de épica

‘Mank’, el filme a batir en los Oscar

La película de David Fincher relata el proceso creativo de la legendaria ‘Ciudadano Kane’ | La obra lo tiene todo para que Netflix pueda arrasar al fin el próximo abril

‘Mank’, el filme a batir en los Oscar

Ciudadano Kane estuvo a punto de no ver la luz por culpa del magnate William Randolph Hearst –temeroso de que fuera un ataque a su persona– y cuando lo hizo fracasó en la taquilla, pero el tiempo no tardó en situarla en lo más alto de las mejores obras cinematográficas de todos los tiempos. Y ahí sigue. Por eso es una deliciosa ironía que ahora, cuando los estudios de Hollywood llevan meses sin asomarse por las salas, una película sobre el proceso de creación de Ciudadano Kane se estrene de la mano de Netflix, la compañía que muchos consideran la némesis del cine.

Y no solo eso: Mank, el undécimo largometraje de David Fincher, tiene todos los números para triunfar en la sucesión de entregas de premios que empezará en unas semanas y culminará en la gala de los Oscar del 25 de abril. De haberse estrenado en un año cualquiera sería una candidata sólida; hacerlo en medio de la pandemia, después de que títulos como West Side Story o Dune hayan pospuesto su estreno varios meses, la convierte en la gran favorita. Desde estos días en los cines de EEUU –el 4 de diciembre se incorpora al catálogo de Netflix para todo el mundo–, la película se acerca a la figura del guionista Herman J. Mankiewicz (Gary Oldman) durante los meses que pasó escribiendo para el director Orson Welles el primer borrador de Ciudadano Kane. La autoría del texto siempre ha estado envuelta de controversia, puesto que Welles se acreditó a sí mismo como su coautor a pesar de que, aseguran algunos –entre ellos la célebre crítica Pauline Kael en su ensayo Raising Kane (1971)–, sus contribuciones fueron nulas.

La película llega a los cines de EEUU y se incorporará al catálogo de Netflix el 4 de diciembre

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En todo caso, Mank se centra menos en esa polémica que en las circunstancias que inspiraron el guión: tras formar parte del círculo íntimo de Hearst y verse luego fuera de él tanto por sus problemas con la bebida como por su propio desencanto con el poder, Mankiewicz decidió usar la máquina de escribir para vengarse. Las quinielas ya auguran que Mank, primera película que Fincher estrena desde Perdida (2014) –entretanto creó las teleseries House of Cards y Mindhunter–, podría lograr tantas nominaciones como en su día logró Ciudadano Kane, nueve, y en las mismas categorías. De ser ese el caso, el director tendría un motivo para preocuparse: el guión de Mankiewicz y Welles fue la única estatuilla que su predecesora acabó llevándose. No obstante, hay motivos que auguran a Mank una cosecha más triunfal.

LA INDUSTRIA

El ombligo de Hollywood

La historia reciente de los Oscar demuestra que a los miembros de Hollywood les gusta premiar películas que hablan de ellos. En los últimos tiempos tres ficciones más o menos centradas en el mundo del cine –The Artist, Argo y Birdman– se llevaron la más preciada estatuilla y una cuarta, La La Land, también la tuvo entre sus manos unos segundos, y en todo caso acabó ganando seis premios; Érase una vez... en Hollywood, por su parte, ganó dos este mismo año. Pero es que Mank habla no solo del cine sino, decimos, de la que quizá sea la película más venerada y estudiada de todas las que existen, y reproduce no solo su estructura narrativa llena de saltos temporales sino también su interés en oscuras alianzas entre la prensa, el cine y el Gobierno estadounidense de la época.

Y en el proceso, por último, captura con precisión el aspecto y la atmósfera del Viejo Hollywood: su glamur y su sordidez, su capacidad para inspirar sueños y romperlos en mil pedazos, sus interminables jerarquías, su corrupción y su magia. Tras unos meses en los que su supervivencia misma permanece bajo amenaza, es probable que la industria se sienta particularmente inclinada a homenajearse a sí misma... Aunque eso signifique reconciliarse con su último gran enemigo.

Fincher es uno de los autores más respetados nunca ha ganado el Oscar a la mejor dirección

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EL NUEVO PODER

La hora de la plataforma Netflix

La plataforma lleva años tratando de ser la gran triunfadora de la noche de los Oscar, pero hasta ahora sus producciones no lo han tenido fácil. Sí, Roma ganó tres estatuillas en el 2019, pero perdió en la categoría reina, Mejor Película; y en el año 2020, pese a acumular 13 de las 45 nominaciones de las categorías principales, Netflix volvió a casa con la palabra fracaso colgada del cuello, y confirmó así la creencia generalizada de que en el seno de la Academia impera cierto sentimiento anti-streaming. Sin embargo, es más que probable que esa actitud tenga los días contados. En 2021, después de todo, los votantes no sentirán la tentación de ignorar a Netflix, más que nada porque apenas tendrán opción de hacerlo. Mientras los grandes estudios retrasaban hasta bien entrado el año que viene las fechas de estreno de algunas de las que iban a ser sus grandes apuestas en la temporada de premios, la gran N participará en la misma con al menos cuatro títulos: Da 5 Bloods, de Spike Lee; El juicio de los 7 de Chicago, de Aaron Sorkin; The Midnight Sky, de George Clooney; y por supuesto Mank, sin duda la que se lo pondría más fácil a los académicos para votar a favor de Netflix sin sentirse culpables.

LOS ESFUERZOS

Temas plenamente relevantes hoy día

Mank aborda varios temas que resultan relevantes en nuestro presente. De entrada, rememora los esfuerzos de Hollywood por atraer a la gente a las salas de cine durante los años de la Gran Depresión, muchas décadas antes de que la pandemia volviera a dejarlas vacías. Asimismo, recrea la campaña electoral para el gobierno de California de 1934, que enfrentó al republicano corrupto Frank Merriam contra Upton Sinclair, escritor socialista –algo así como el Bernie Sanders de su tiempo– que inspiraba una mezcla de terror y odio entre las élites del país. La película recuerda cómo los productores Louis B. Mayer e Irving Thalberg conspiraron junto a Hearst para sabotear la campaña de Sinclair echando mano de fake news –irónicamente, fue el propio Mankiewicz quien les dio la idea de forma involuntaria–; en otras palabras, Fincher retrata un clima político similar al que envuelve EEUU desde hace tiempo. Está aún por ver cuándo y cómo accederá Trump a abandonar la Casa Blanca pero, para los liberales de Hollywood, premiar Mank sería una forma de darse palmaditas en su propia espalda por su contribución a la caída del todavía presidente.

LA ADMIRACIÓN

El sonido de los aplausos

La crítica estadounidense está elogiando Mank de forma rotunda, y se entiende por varios motivos: la precisión con la que Fincher mezcla lo íntimo y lo épico –ya lo hizo en Zodiac–, la asombrosa meticulosidad con la que recrea el Hollywood de los años 30 y el look de las películas que se hacían entonces, la sofisticación con la que homenajea momentos icónicos de Ciudadano Kane sin caer en el mero pastiche... A diferencia de tantas otras películas sobre el proceso cinematográfico, además, Mank se sitúa a la distancia justa, sin caer en la reverencia ni explicitar la sátira; retrata la falta de ética y la hipocresía de la industria pero también su capacidad para asombrar, y se pregunta si es legítimo que, para crear una gran obra, el autor acepte traicionar a quien haga falta y hasta situarse al borde de la muerte.

LA REPARACIÓN

Ciudadano Fincher

Pese a ser uno de los autores más respetados del cine estadounidense, a lo largo de su carrera Fincher solo ha obtenido dos nominaciones al Oscar, ambas en la categoría de Mejor Director; ninguna de ellas le proporcionó la estatuilla. Se le considera uno de los directores más maltratados por la Academia, que en el año 2008 ninguneó Zodiac y en 2011 dejó La red social sin el Oscar a la Mejor Película. Ya va siendo hora de compensarle por esas injusticias. Y, considerando que Mank quizá sea su película más personal –el autor del guión es su propio padre, el periodista Jack Fincher, que murió de cáncer en 2003–, seguro que para él sería bonito que eso sucediera el 25 de abril.

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