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Letras

El enigma de las nueve piedras

Jorge R. de la Nuez edita ‘Aitama’, una novela de ficción histórica envuelta en una trama de misterio que conecta los siglos XV y XX

El enigma de las nueve piedras

Jorge Rodríguez de la Nuez (Las Palmas de Gran Canaria, 1972) llegó a la escritura a través de la lectura. Su primera novela, ‘Aitama’, le ha costado 25 años desde que esbozara un primer relato. Un ejercicio de ficción histórica, de misterio y acción, que lleva al lector a dos escenarios distantes en el tiempo a través de nueve piedras de origen volcánico: la conquista de Gran Canaria, a finales del siglo XV; y 1999, en vísperas del cambio de milenio.  

Una novela de ficción histórica que conecta la conquista de Gran Canaria con una trama de misterio y acción que se produce en la antesala del siglo XXI. “Tengo 47 años y la historia la comencé a escribir en 1992, y en realidad gracias a un profesor de Matemáticas Financiera, cuya asignatura no entendía en absoluto”, sentencia el grancanario Jorge R. de la Nuez, autor de Aitama. Es la primera obra que publica De la Nuez, con una actividad profesional ligada a la logística y el transporte en el ámbito portuario, que ha ido cultivando el oficio de escritor en las últimas dos décadas.

Aitama (Ediciones Ruser, 2020) es su debut literario. Una novela de 924 páginas que enlaza dos épocas a través de nueve piedras volcánicas que llevan al lector a finales del siglo XV, y sobre las que pivota la trama: las piedras han sido robadas en una sincronizada operación tras la que podría estar una secta, La Hermandad de la Naturaleza, con posibles ramificaciones entre los Cuerpos de Seguridad del Estado, y que pone en alerta a los servicios de inteligencia y al agente Loren Staib.

Una novela “llena de criptogramas y acertijos”, que anoche se presentó en un acto en el Real Club Naútico de Gran Canaria, ya disponible en las librerías, que tiene su génesis en la fijación del autor por la numerología y en el aburrimiento que le producía una de las materias que estudió en la carrera. Explica Jorge R. de la Nuez que “me aburría tanto en clase que una de las páginas del libro había una tabla del 9, y me di cuenta que todos los resultados de la tabla, en sus dígitos dan 9 de resultado. Me llamó la atención al igual que fuera una tabla espejo; es decir, el resultado 18 lo tienes al revés en 81; el siguiente 27, en 72, y así sucesivamente...”.

“Mi único bagaje para escribir es la lectura compulsiva desde los once años”, afirma

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Una curiosidad por los números que le llevó a realizar otras operaciones hasta llegar a la conclusión que “cualquier número que cojas de los infinitos posibles, le restas su contrario, y la suma final de todos sus dígitos es nueve, salvo una excepción que es un número capicúa”. ¿Y qué tiene que ver esto con la novela?. El autor explica que un número capicúa viene a ser en literatura un palíndromo, “las palabras que se leen igual al derecho y al revés, y veo que la palabra reconocer es un palíndromo y tiene nueve letras. Entonces, me explotó la cabeza, y quise escribir una historia sobre esto”.

Jorge R. de la Nuez comenzó con lo que derivó en un largo proceso de escritura. “Siempre me ha gustado escribir, la literatura, siempre a nivel amateur, escribir relatos cortos que enseñaba a la familia”, apunta. De la Nuez reconoce que “mi único bagaje a la hora de escribir es haber leído compulsivamente desde que con once años cayó en mis manos La historia interminable, de Michael Ende, y me enamoré de la lectura de por vida. Cuando lees mucho, más a o menos, empiezas a entender cómo es la construcción de una novela, el desarrollo de los personajes, la trama”.

‘La magia del nueve’

Fue en 1993 cuando completa un relato de doce páginas con el título de La magia del nueve, que por su extensión no tuvo cabida en una revista del colegio mayor. Asegura que en esta época “ya empecé a inventar, las nueve piedras, algo mágico, el texto lo amplié hasta unas 25 páginas, y alguno de mis amigos tuvo la imprudencia de decirme que daba para una novela, y decidí ponerme a ello”,

Aitama está ambientada en 1999, “con esa cierta psicosis apocalíptica, que venía muy bien”, y según el autor, es “un homenaje a mi tierra”. De ahí, “las nueve piedras mágicas que tenían que estar de alguna manera imbricadas con los rituales antiguos y la capa que envuelve de misterio lo que se refiere a los aborígenes canarios”. Como hecho histórico de la conquista de Gran Canaria, el autor repara en el episodio protagonizado a finales del siglo XV por la escuadra castellano-portuguesa que tenía al frente a Diego da Silva, Conde de Portoalegre, “para darle un sentido al por qué existen esas piedras mágicas que llegan a las puertas del cambio del milenio”.

La novela ha sido escrita en hoteles, aeropuertos y aviones, si bien el escritor tuvo algunos veranos de trabajo completo. “En 2005 llevaba 150.000 palabras, unas 400 páginas, e iba por la mitad de lo quería contar, y lejos de alegrarme, estaba deprimido. En 2019 la terminé con 387.000 palabras, unas mil páginas”.

El interés por los números se traduce en una obra de acertijos y criptogramas

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La extensión es la que necesitaba el autor porque “no quería dejar nada sin contar” en este texto “muy del estilo de Jeffrey Archer y Dan Brown”, e incluso Katherine Neville, una de las autoras que más le ha impactado, sobre todo por El ocho, “la primera vez que leí vi una historia que trancurría en dos épocas diferentes y se conectaban entre sí”.

Con el manuscrito en mano, la familia le animó a publicarlo. Una empresa complicada para un autor novel y que llevó su tiempo. Tras meses de negociaciones y numerosas negativas encontró respuesta. “Me fui a las editoriales medianas, recibí cuatro ofertas, y opté por Ediciones Ruser porque tiene contrato con Azeta Distribuciones para toda España”,

De la Nuez tiene voluntad de seguir escribiendo, y de hecho ya tiene tres capítulos en proceso. “Esta novela es distinta, no va a tener trasfondo histórico, nada que ver con la conquista de Canarias, y no quiero encasillarme como un escritor de temática canaria”.

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