El Teatro Pérez Galdós cierra su programación de 2020 con el último de los homenajes a la figura de Benito Pérez Galdós con motivo del centenario de su fallecimiento. Se trata de Fortunata y Benito, obra, escrita y dirigida por Laila Ripoll, un homenaje a los personajes femeninos de Galdós desde la perspectiva del siglo XXI, que se estrena en teatro capitalino este domingo 27, a las 20.00 horas.

No es la primera vez que Laila Ripoll colabora con el Teatro Pérez Galdós. La dramaturga, directora de escena, y fundadora de la compañía Micomicón en 1991, que ha desarrollado un notable trabajo de investigación, recuperación y reelaboración de los textos del Siglo de Oro Español, con especial atención a Lope de Vega, es una de las autoras de El último viaje de Galdós que se representó en octubre dentro del proyecto de artes escénicas Laboratorio Galdós con dirección de Mario Vega.

Fortunata y Benito es además la primera colaboración de la dramaturga madrileña Laila Ripoll con la compañía LaJoven, y se estrenó en febrero de este año en los Teatros del Canal de Madrid. El elenco de actores que participan en este proyecto teatral son: Zhilah Azadeh, Cristina Bertol, Yolanda Fernández, Julio Montañana Hidalgo, Eva Caballero, Juan Carlos Pertusa y Jorge Yumar.

Benito Pérez Galdós fue un gran creador de personajes femeninos a los que dotó de carne, carácter y alma. El escritor siempe estuvo rodeado de mujeres e influenciado por ellas, tal como reseña el Teatro Pérez Galdós acerca de esta obra: su madre, hermanas y amigas, las amantes. En este montaje, la modernidad de los planteamientos galdosianos se traslada a la actualidad, a un Madrid de ahora, que se convierte en un personaje más donde dar vida a esta versión urbana y moderna, en la que abunda la música y el baile.

A este respecto, Laila Ripoll ha decidido hacer una reintepretación libre de Fortunata y Jacinta. A partir de los propios testimonios de Galdós de su etapa universitaria, que lo dibujan como un joven estudiante normal de su época, Laila Ripoll va tejiendo personajes de carne y hueso que traslada a nuestros días para descubrir cuánto de aquella España, de aquellas mujeres y hombres, queda aún en nuestra sociedad.

Seductor y bohemio

“Siempre imaginamos a Galdós como un vejete con bigote, pero lo cierto es que hubo un tiempo en el que don Benito fue un joven alto, seductor y bien plantado que hacía pajaritas y vivía la bohemia y la noche de Madrid”, señala Laila Ripoll sobre el autor grancanario.

Asegura Ripoll que “Don Benito es inacabable, enorme y apasionante. Basta con decir que es el más grande novelista en español de la edad contemporánea, que sin él nadie seríamos lo mismo”. Con esta premisa, Laila Ripoll explica que “partiendo de la novela en el tranvía llegaremos a nuestra Fortunata, pero no sin antes añadir un chorreón de Episodios Nacionales, algo de Tristana, una pizca de las Memorias de un desmemoriado, unas gotas de Misericordia, un aroma de la desheredada y una generosa cantidad de música y baile”.