La vocalista estaodounidense Deborah J. Carter inaugura hoy sábado la programación del ciclo de conciertos el Rincón del Jazz, en el Auditorio Alfredo Kraus, con ‘Daytripper - A Jazz Tribute to The Beatles’. Las canciones del grupo británico caminan de su mano por el swing, gospel, blues o bossanova. Carter estará acompañada por Mark Zandveld, bajo; Yul Ballesteros, guitarra; Juan Ramón Veredas, piano; y Pedro Valdivielso, batería.
Abre la programación del Rincón del Jazz con Daytripper, un tributo a The Beatles que ha registrado en disco. ¿Qué sensaciones le trae este concierto aplazado, que es la tercera vez que se programa?
Nos hace ilusión poder estar en un escenario en estos días en que estamos un poco a la deriva. La musica sirve como un anclaje para el alma. Con ese repertorio canto historias de nuestra humanidad y por un corto espacio de tiempo podremos olvidarnos de lo que nos espera fuera de las puertas del Auditorio.
Daytripper es una selección de once composiciones de The Beatles, unas de gran repertorio como Yesterday, Can't buy me love, Something o And I love her; y otras menos populares como I Will o Fixing A Hole. ¿Cómo fue la selección, y en qué medida estas canciones son parte de la banda sonora de su vida?
He aprendido, desde el primer disco que hice, a elegir canciones de una forma intuitiva y natural. Hay un par de tracks en Daytripper que he escuchado toda mi vida, aunque yo era demasiado joven para ser testigo de la explosión que causaron en Estados Unidos cuando arrasaron con todo. Sus canciones seguían presentes décadas después. Yo los había oido por todos lados, y elegí un par canciones que conocía bien y me parecían preciosas. Y también canciones como Fixing a Hole, que casi no conocía, pero me parecía interesante meter un arreglo jazzístico. La manera en que fueron hechos en el estilo jazzístico, de swing, gospel, blues, bossanova, salsa, etc, fue como los escuchaba en mi cabeza con unos toquecitos de toda la musica que llevaba dentro, después de tantos años de escuchar y hacer musica.
“Daytripper’ es un buen ejemplo de una de las cualidades del jazz: hacer una canción suya”
¿Qué aporta, desde su punto de vista, este tributo respecto a otros tantos que han sacado a Beatles de su entorno natural?
Este album aporta arreglos sorprendentes y muy personales. Es un buen ejemplo de una de las cualidades mas destacadas del jazz: hacer una canción suya. Si tomamos en cuenta que una gran mayoría de los estándares de jazz son robados del repertorio de Broadway, un homenaje jazzístico a los Beatles no queda muy lejos.
Los medios especializados, la crítica, dicen en su favor que lo importante de Daytripper no es el repertorio sino la manera en que usted interpreta las canciones, cómo las hace suyas, y las lleva al gospel y jazz.
En cada proyecto he aprendido a ser fiel a la intención de trabajar con intensidad, sinceridad, passion por el arte y transparencia. A pesar de tener la meta de llegar al alma del oyente, nunca cuento con trucos o ganchos para ganar popularidad y tener mas ventas. Lo mio es la consistencia. Tengo mi estilo que es mi sello, mi signatura y si Dios quiere - sea Buddha, Allah, Krishna, etc- , voy a estar haciendo mi musica hasta que tenga cien años.
Usted se ha significado como cantante invitada de grandes orquestas europeas, al tiempo que mantiene varios proyectos personales. ¿En qué formato se siente más cómoda y en cuál encontramos la mejor versión de Deborah J. Carter?
Tengo una parte que disfruta, como una niña, cantando para un publico grande, delante de una orchestra de 80 músicos; y hay otra parte que disfruta plenamente haciendo un concierto intimo con un trio de piano, bajo, y batería, o solo voz y guitarra. La musica para cada acontecimiento es distinta y es una parte de mi del momento. De hecho, es una de las razones por las que me gusta tanto ser una performer en el mundo de jazz. De un concierto al otro, puede haber cambios y combinaciones significantes. Tener tanta variedad me ayuda a ser muy flexible, y vivir cada momento.
“Tengo una parte que disfruta como una niña cantando con una orquesta de 80 músicos”
De igual manera, ha experimentado con las distintas variantes de jazz. ¿Qué retos tiene por delante en cuanto a proyectos y grabaciones?
Tengo muchos proyectos. Con mi marido Mark Zandveld -bajista y productor- cada día intentamos hacer y acabar todo. Estoy a punto de comenzar mi sexta gira de teatro con un grupo de 9 músicos de Holanda, el Round Midnight Orchestra. No solamente tocamos buena musica de jazz, pero entre canciones contamos historias cortas y graciosas, sobre las personajes mas importantes de este género. Grabaremos un album de esta gira en la primavera. Tambien estoy escribiendo letras a la musica de un compositor ilustre de Holanda, Lex Jasper, que escribe en el estilo entre Johnny Mandel y Michel Legrand. Tiene cientos de composiciones, estoy eligiendo y y escribiendo letras para ellos. Haremos una grabación en un par de años. Mi marido es también compositor, tiene un cuarteto con vibráfono que se llama Zandscape, y habitualmente suelo ser la cantante invitada. Estamos trabajando en un nuevo disco.
Su residencia en España le hizo colaborar con numerosos artistas y recorrer buena parte de la geografía nacional. ¿Cómo influyó esta etapa en su carrera?
Me ha influido de una manera grandísima. Yo llegué a España cuando tenía 20 años, con mis estudios recién terminados, con ganas de usar todo lo que aprendí para llegar a llamarme artista. Mi vida en España era como otra escuela y aprendí cosas importantes. Por ejemplo, tener pasión y curiosidad por toda la musica que tenia delante, desde la musica de la cultura de España, hasta los ritmos brasileños y salseros que estaban muy presentes cuando llegaba. Tambien, e ironicamente, yo llegaba a apreciar mas mi musica de America a través de los ojos de gente que amaba a la musica negra. Y mas que nada, en España he aprendido como hacer una buena mezcla de todo que me venia a la mente. Con mucho mucho orgullo soy profesora de canto y jazz en el Conservatorio de Musikene en el Pais Vasco. Me honra poder entrenar algunos de las nuevas olas de cantantes de jazz en España. En las clases, abro el alma compartiendo absolutamente todo lo que se, sin guardar ningún secreto de profesion. Es mi manera de devolver todo que España me ha dado.
La docencia y las clases magistrales forman parte de su universo musical. ¿Qué les recomienda a sus alumnos y alumnas que aspiran a ser profesionales?
Durante la cuarentena he podido explorar las posibilidades de la enseñanza online con mis alumnos del Musikene , aparte de hacer clases presenciales una vez al mes. Este verano lo hice también un campamento de jazz, que fue organizado por la Comisión Europea para músicos de Grecia y Turquía, también de manera online. Es una nueva frontera para mi, y desde la pasada primavera he podido celebrar talleres, entrevistas, lecturas, etc. Estaban usando programas que ya existían pero ahora se los están tomando muchísimo mas en serio. Casi me quita el sueño pensando en las muchas posibilidades que abre para el futuro en ese terreno.
“Mi vida en España era otra escuela, aprendí a tener curiosidad y pasión por la música que tenía delante”
Son nuevos tiempos en todos los sentidos de vida.
Los tiempos han ido cambiando. Antes estaba preparando a mis alumnos para ser grandes artistas del escenario. Ahora, intento hacerles entender que nuestra música, en tiempos como vivimos ahora, tiene otras funciones, que no es no es solamente el entretenimiento. Si, hay que investigar las vías disponibles para ganarse la vida, pero también buscar las posibilidades de hacer llegar su música a la gente. Hoy en día , cuando estamos enfocados en la salud y también la economía, no debemos olvidar que la música, y la cultura en general, es muy importante para la salud mental. Y los primeros que tienen que estar convencidos de ello son los propios músicos. Tenemos que encontrar mas lugares donde se puede aplacar las almas sedientas aparte de los escenarios. Tenemos que hacerlo, y nuestra misión como artistas es buscarlo. Hay un dicho, de Joseph Campbell, que encapsula lo que quiero decir: “Si puedes ver el sendero delante de ti, paso a paso, probablemente no es el tuyo!”.
