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Música

Chick Corea era el cabeza de cartel del Festival Canarias Jazz & Más

Se negociaba con el pianista su presencia en el Archipiélago, como la gran figura de la edición del 30º aniversario en julio próximo

El pianista Chick Corea en el Auditorio Alfredo Kraus, en 1999, último concierto que celebró en Canarias como Chick Corea & Origin. | | NACHO GONZÁLEZ

El pianista y compositor estaudounidense Chick Corea, que fallecía el pasado martes a causa de un cáncer a los 79 años de edad, llevaba largo tiempo en la agenda de la organización del Festival Canarias Jazz & Mas. El pianista de leyenda, que dio sus primeros pasos profesionales con figuras como Dizzie Gillespie o Miles Davis, frecuentó hasta en cuatro ocasiones los escenarios de Gran Canaria y Tenerife desde su primera visita en 1987, pero no había sido posible su presencia en ninguna de las ediciones del Festival de Jazz. El año pasado no pudo ser, y se negociaba que estuviera en julio en el 30º aniversario. 

“Estábamos cerrando fechas”, lamentaba ayer Miguel Ramírez, director del Festival Canarias Jazz & Más. “Ya el año pasado hablamos para que estuviera en el festival en 2020, que no pudo ser, y entonces ya estábamos negociando fechas para que fuera el cabeza de cartel de este año, en la edición del 30 aniversario”, prevista en julio próximo. “Esa era la idea”.

Una pérdida mayúscula la de Chick Corea, un pianista mayúsculo de leyenda que “era una gran referencia para miles de músicos”. El promotor y músico conoció a Chick Corea en la producción del último concierto que el estadounidense brindó en Canarias, en 1999, en el Auditorio Alfredo Kraus, como Chick Corea & Origin, pero no hubo más allá. “Trato personal con él no tuve, así como con Herbie Hancock si; con él estuve cerca, los saludos pero no llegamos a más como si hecho con otros músicos”, recuerda.

La edición del 30º aniversario no se detiene, y por parte de la organización no hay intención de celebrar homenaje alguno al que iba ser la gran figura del cartel. “Nunca lo hemos hecho”, puntualiza Ramírez, “ya llevamos unas cuantas pérdidas sonoras muy importantes, y nunca he querido poner una imagen de descanse en paz, el festival es otra cosa, ni lo he hecho ni lo pienso hacer”.

Chick Corea frecuentó las islas en cuatro ocasiones, cada una con distinto proyecto. Con los ecos lejanos de Return to Forever (1972), que como reconoce Miguel Ramírez, “para muchos de los que descubrimos este disco fue la puerta de entrada al jazz, gente del rock que jugaba con el jazz, y donde Chick Corea fue una pieza clave”, el pianista pisaba Canarias por primera vez en 1987 como Chick Corea Akoustic Band, en formato trío junto a John Patitucci y Dave Weckl, de mano del Festival de Jazz que organizaba la extinta Socaem. “Fue un concierto espectacular en el antiguo Insular”, rememora Ramírez, que tuvo otra fecha en Santa Cruz de Tenerife.

En 1994, el pianista regresaba a Tenerife, está vez una formación en la que estaban John Patitucci, Bob Berg y Gary Novack, músicos que al igual que Dave Weckl y otros tantos, participaron en distintos episodios de la Chick Corea Elektric Band. Su última visita a las Islas como Chick Corea & Origin, junto a un quinteto, con el contrabajista Avishai Cohen, entre otros músicos, fue en 1999 en el Auditorio Alfredo Kraus.

“El último movimiento en el jazz fue el jazz fusión y la primera referencia que te viene a la cabeza es Chick Corea”, relata el director sobre la figura del pianista. “Estuvo con los grandísimos, con Miles Davis, todos los músicos que tocaban con él se convertían en grandes líderes, él y Herbie Hancock fueron músicos de Miles, y tomaron su camino”. En definitiva, “un artista de primerísima división, ecléctico y abierto, y una influencia brutal en la música”.

Clases magistrales

Como ejemplo de la capacidad creativa de Chick Corea, repara Miguel Ramírez en una cita de estos días del productor Quincy Jones, que decía que no había música que Chick Corea no pudiera hacer. “Hacía lo que le daba la gana, coqueteó con todas las músicas que hizo, y los últimos años, incluso llegó a cambiar de agencia; estaba una oficina de jazz muy potente, y hace tres años cambió por otra igual de potente de música clásica, para dar conciertos solo a piano, encontrando la raiz de la música clásica y del jazz, y cada concierto eran auténticas clases magistrales”.

Con 65 nominaciones a los premios Grammy, de los que ganó 23, además de otros cuatro Latinos, entre ellos trabajos como The Enchantment (2006), Forever (2010) y Further Explorations (2011), el director del Canarias Jazz & Más repara en los “magníficos guiños al flamenco”, en su voluntad de “usar el jazz para dialogar con un montón de músicas”, y con artistas como Paco de Lucía y Jorge Pardo, “encuentros de los que surgió esa fusión del flamenco jazz”.

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