La Provincia - Diario de Las Palmas

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Voces heróicas para el trovador

Esplendor vocal en el melodrama verdiano que abre la 54ª Temporada de los Amigos Canarios de la Opera. El numeroso cast de protagonistas resiste con brillantez el esfuerzo permanente de las grandes arias, depuradas de escenas de paso. Resumir cuatro actos y ocho escenas en dos horas sin intermedios, es mantener las voces en un alarde de virtuosismo continuo. La fuerza, juventud y calidad de los intérpretes de esta producción, a quienes exige Verdi tanto de líricos como de dramáticos, convierte la sesión en un recital canoro de muy alto voltaje.

El reparto reune varios nombres debutantes en la plaza y otros en los respectivos roles. Esta expectativa de novedad, añadida a la muy generosa acústica del Auditorio Alfredo Kraus en noches tan propicias como las actuales por la presión y la temperatura del ambiente, confiere una intensidad especial al “melos” de Verdi, inagotable genio en la invención de melodía argumental. Las normas pandémicas, cumplidas a rajatabla por el Auditorio, no estorban en absoluto el nivel de ejecución. Al contrario, la doble faceta artística y social de la ópera se unifica en un solo placer, que es el artístico.

Ni siquiera merece la pena dedicar recursos a una escenificación sumaria de cuatro elementos sólidos, luces y videos con imágenes convencionales, que replica pobremente el esplendor de las voces. El que esto opina preferiría la forma concierto o la semiescenificada sin decorados. Por fortuna, los cantantes hacen muy feliz al público, que les rinde homenaje con largas y ruidosas ovaciones.

Esas voces han sonado heróicas por extensión y carácter. De la soprano dramática Saioa Hernández, española que debuta en Las Palmas en medio de una carrera fulgurante por los primeros coliseos del mundo, es nobilísimo el color, la extensión de registro -del sobreagudo al de pecho- el virtuosismo en fermatas y filados y, por encima de todo, un talante mayestático que la singulariza con el efecto ralentizador de las notas sostenidas en su fraseo. Regia en todas sus arias y conjuntos.

El tenor spinto mexicano Arturo Chacón-Cruz, del que habla todo el mundo de la lírica, debuta aquí con otro gran éxito personal. En su primera trova dall’interno desconcierta un poco por la opacidad del centro. Necesita calentar, pero apenas colocado el timbre y depurado el color, suena resplandeciente, tan admirable por la vocalidad como por la dramaticidad. Condiciones de divo en plena juventud. Como era de esperar, un “do” agudo de “la pira” admirablemente colocado, fulgente, largo, seguro.

Junto a ellos, a un nivel altísimo, la grancanaria internacional Nancy Fabiola Herrera ofrece, a nuestro juicio, la mejor versión operística de su rica carrera. La opulencia de un volumen lleno y pleno, la limpidez de toda la vocalización, la extensión y la agilidad, la valentía del sobreagudo mezzosopranil y las dotes de expresión dramática son admirables para todo el público, habituado a aplaudirla en roles menos trágicos pero idóneos en su voz. Curiosamente, también debutaba esta Azucena, que pareció escrita para ella.

El barítono italiano Massimo Cavaletto, gran voz timbrada y llena, gran temperamento; y el excelente bajo español Manuel Fuentes, con una musicalidad y un poder dignos de los más grandes papeles, completaron un poema épico-vocal, grandioso y difícil en el momento histórico en que Verdi revoluciona los teatros sin dejar de lado el esquema “recitativo-arioso-aria y cavaletta” del clasicismo, que exige a los cantantes condiciones casi sobrenaturales. Buenas intervenciones corales y bastante mal la orquesta, sin respetar el tempo escénico ni el ajuste, amén de exageraciones molestas de los graves y las las grandes percusiones. Evidenciaron en todo momento la falta de ensayo en el propio Auditorio, y la escasa entrega de un director, Jordi Bernácer, bastante distraído.

Pero acabemos con un sentido ¡aleluya! La Opera de Las Palmas y su público no se rinden a la adversidad, el Auditorio facilita hasta la más pequeña condición legal y, pese a las limitaciones, podemos gozar de producciones memorables.

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