El veterano José Sacristán (Chinchón, 1937), el actor que en decenas de películas encarnó al 'españolito medio', clausura este fin de semana una edición del Festival de Invierno de Torrelavega (Cantabria) marcada por la pandemia, y lo hace en un momento en que el teatro "se defiende como gato panza arriba".

En una entrevista telefónica con EFE asegura que, aunque a nivel personal no puede quejarse porque mantiene la fidelidad del público que acude a sus actuaciones, no deja de reconocer que la situación actual "está causando daños irreparables en el mundo de la cultura y el espectáculo" debido a la pandemia.

Sacristán regresa a Torrelavega con 'Señora de rojo sobre fondo gris', una obra adaptada por él mismo, José Sámano e Inés Camiña sobre un texto de Miguel Delibes, que el actor describe como una mirada de su amigo el escritor vallisoletano "sobre la condición humana, sobre la vida, el amor y la muerte".

Asegura que para un actor "tropezarse" con un texto como este supone "todo un privilegio", tanto por la riqueza dramática de la obra como en lo personal por haber sido amigo de Delibes, y poder ahora ofrecerle este homenaje representa "una satisfacción y da sentido al trabajo de una vida de actor".

La obra se desarrolla en el verano y otoño de 1975 cuando el protagonista pierde de manera prematura a su joven compañera debido a una enfermedad, retrato autobiográfico de Delibes que perdió a su esposa, dando así origen a un texto que, según Sacristán, es "un recorrido emocional de quien no consigue olvidar el amor a su mujer".

En la obra se entremezcla la situación de la hija mayor del pintor en la cárcel por su activismo político, por el que Sacristán también es conocido desde hace muchos años pues, afirma, "yo soy cada vez más de izquierdas", aunque dice no identificarse "con mucho de la izquierda de ahora".

"La situación (política) actual está jodida y no me gusta. No me gusta el comportamiento de la derecha ni de muchos sectores de la izquierda, porque todos debemos asumir un poco de responsabilidad en lo que ocurre. Pero yo sigo apoyando todo lo que tenga que ver con la defensa de la libertad y la justicia", destaca.

Precisamente la pandemia frenó su gira con 'Señora de rojo', aunque ahora la retoma mientras anuncia que a sus 83 años seguirá actuando "mientras la cabeza y funcione, y mientras la madre naturaleza siga siendo medianamente generosa con uno". "Y sigo porque amo mi trabajo", subraya.

Incluso ha tenido tiempo participar en un documental de una nieta de Fernando Fernán Gómez, pues confiesa que el confinamiento lo lleva bastante bien, ya que cuando se confino no sufre "la claustrofobia del confinamiento", pues siempre tiene algo que hacer: leer, escuchar música o trabajar en el jardín de su casa.

Respecto a la situación actual del teatro es tajante al afirmar que se debe agradecer el interés del público por volver a las salas, pero insiste en la necesidad de cumplir en todo momento las normas sanitarias, "porque son medidas que hay que respetar ya que lo contrario es suicida".

"Seamos sensatos. Lo estúpido en pensar que no pasa nada y que es posible vivir como si no pasara nada. Y no lo es porque el puto bicho este mata", afirma.

Además, en medio de todo ello reflexiona respecto a que cultura "nunca ha estado muy atendida, ni con pandemia ni sin pandemia", ya que, a su juicio, "en general las distintas administraciones nunca han prestado demasiada atención al mundo de la cultura".