La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Soprano

Carmen Acosta: “El personaje se deja llevar por su pasión y dependencia emocional”

La soprano Carmen Acosta actuando en la ópera ‘La voz humana’ escrita por Jean Cocteau y con música de Francis Poulenc. | | LP/DLP

La soprano coloratura tinerfeña Carmen Acosta, junto al pianista Juan Francisco Parra, representará, el próximo 19 de marzo, la ópera en un solo acto ‘La voz humana’, que incorpora la música de Poulenc al monólogo escrito por Jean Cocteau. El amor, el odio, las decepciones amorosas, el miedo o el desprecio se convierten en esta pieza en un obra maestra que defiende ‘Ella’. Esta ópera se enmarca en el ciclo ‘Música y Literatura’ del Pérez Galdós.

La voz humana, es un monólogo de Jean Cocteau convertido por él mismo en pieza teatral, musicada como ópera por Francis Poulenc. ¿Cree que es un mixto bien logrado?

Es increíble cuando se unen un autor como Cocteau con la música de Poulenc. Se trata de dos genios que crean una obra referente del siglo XX.

La obra pesa sobre un solo personaje, Ella, y a veces, parece extenuante para la soprano que lo canta. ¿Cómo administra su voz y sus medios teatrales para llegar entera hasta el final?

Con mucha práctica. Metiéndome en el personaje ahorro energía, es decir, sintiéndola a ella, entrando en su psique, pero también, indudablemente, con un buen entrenamiento anterior, de preparación, sobre todo.

¿Qué tipo de preparación realiza?

Primero memorizar, porque se trata de un monólogo de 50 minutos que requiere un tiempo. También hay que hacer una preparación de idiomas porque, aunque los manejo con frecuencia al haber cantado mucha ópera en francés, tales como La hija del regimiento, entre otras, un monólogo requiere un dominio del lenguaje, por lo que hay que preparar el texto y se precisa una interpretación en la que utilizo mi técnica stanislavski para adentrarme en el personaje.

Este personaje es a la vez mundano y profundo, intelectual y al mismo tiempo intensamente emotivo. ¿Le gusta afrontar tantas facetas, colgada al teléfono durante toda la obra?

Yo creo que sí, que todas tenemos un poco de ella, momentos en la vida en que nos podemos reflejar en las situaciones y en los cuadros que nos presenta la intérprete. Por la obra maestra de Cocteau y Poulenc es fácil que uno se adentre en lo que ella siente en cada momento.

“Cocteau llama ‘Ella’ y ‘Él’ a las dos personas con una relación tóxica, para englobar a hombres y mujeres”

decoration

El hecho de nominar a la protagonista con el solo artículo femenino, ¿puede leerse como un intento de Jean Cocteau de resumir en él todas o casi todas las condiciones de la mujer en abstracto?

Creo que sí, que quiso que ella fuéramos todas, la mujer en abstracto. Él también aparece, aunque no exista lo llama él, que es el personaje con quien ella habla. Hay también otros dos que no existen, pero que tienen nombre y son su amiga Marta y su asistente Joseph. A las dos personas que crean esta relación tóxica y enfermiza los denomina él y ella para englobar, seguramente a los hombres y mujeres. A ella la podemos considerar un personaje que se deja envolver por sus pasiones, exageradamente dependiente de sus emociones. Los autores nos llevan a que revivamos esos momentos de nuestra vida en que hemos estado cruzando esa raya de lo sano para pasar a lo humillante. Creo que nos hace reflexionar sobre dónde poner los límites porque si no, puedes llegar al punto que alcanza el personaje al final.

¿Qué es lo que domina en esta historia, ¿el amor desesperado y la crueldad, o una dimensión trágica de la incomunicación humana?

Domina la dependencia emocional. Puedo sentir al personaje de manera diferente cada vez. A veces digo: ¡Dios mío, quién la aguanta! Por su constancia y exigencia. A veces también es una niña y, otras, una mujer amargada. En ocasiones, muy demandante con él, pero hay momentos en que la comprendes perfectamente. Dependiendo de la experiencia vital de cada uno te posicionas de un lado u otro. Hay gente a la que le molesta, le angustia verla, pero otra se reconoce y se emociona mucho. Hay público que lo ve a él como un maltratador. Al igual que en todas las obras maestras, se trata de lo que a cada cual nos llega, pero nos hace, sin duda pensar, reflexionar.

El teléfono es el único medio de comunicación entre Ella y su pareja, pero la expresión verbal y musical es básica para la atmósfera de distancia y ruptura. ¿Con qué registros expresivos aplica una soprano coloratura, como usted, la complejidad de tantas emociones?

Cuando dominas el texto la música de Poulenc ya en sí, pasa de ser muy directa, repetitiva e insistente para, de repente, sacar estas melodías maravillosas, sensuales, románticas y arrebatadoras. Hay que tener dotes interpretativas, pero al abrirse a las armonías y el lirismo de Poulenc, mezclados con los cambios abruptos de la partitura donde se reflejan las partes de ensueño, irreales y de vuelta a la realidad, observas que él ya me ha dejado, se ha marchado y el único vínculo es el teléfono… Todo esto hace que se vea como tema muy actual porque muchas de esas relaciones se mantienen a través de wasap y redes sociales. Creo que no hace falta mucho para entender el tema.

La obra de Poulenc es para soprano y orquesta, pero la versión para voz y piano (el gran Juan Francisco Parra en este caso) implica una desnudez que puede ser incluso más conmovedora…

Poulenc escribió las dos partituras, para piano y orquesta. Todo el mundo dice que es mejor la parte de piano, se encuentra más reconocida, porque la de orquestación no está tan bien conseguida y muchas veces, no favorece del todo a la cantante. Sin un pianista de la categoría intelectual e interpretativa de Juan Francisco Parra no hubiera llegado a los niveles que hemos logrado con esta obra. Se necesita una persona con una gran presencia, que entienda muy bien y con Parra ha sido un viaje estupendo.

“Estos autores nos hacen revivir esos momentos en que hemos cruzado de lo sano a lo humillante”

decoration

¿Le gusta ese momento de la cultura francesa en que coinciden el surrealismo de Cocteau con el neorrealismo de Francis Poulenc?

Claro que sí. Es una combinación mágica. Te sumerges en la vida parisina de los años 40. Su inspiración fue Edith Piaf, este tipo de mujeres emotivas, muy elegantes de París que muchas veces se metían en relaciones tóxicas que las llevaban a un descenso a los infiernos. Es una obra muy evocadora.

¿Cómo valora este ciclo Música y Literatura del Teatro Pérez Galdós?

En estas circunstancias de pandemia es increíble que se sigan manteniendo estos ciclos y que, además, agrupen la literatura y la música me parece fabuloso, porque la unión de un buen dramaturgo o escritor, con un buen compositor, aporta mucha satisfacción a un cantante. Valoro mucho las obras así, donde texto y música tienen igual importancia. Que en Canarias sigamos manteniendo la música, a pesar de la dificultad de los protocolos de sanidad y de los aforos, nos tiene que hacer sentirnos muy orgullosos.

Compartir el artículo

stats