Ha sido vendida por 20 millones de euros en Londres. El cuadro se convirtió en todo un símbolo de la pandemia. En él, un niño juega con una muñeca vestida de enfermera con capa. Fue la forma del artista de agradecer a las heroínas y héroes que luchan cada día en primera línea. El dinero recaudado irá a parar al cuidado de enfermos de coronavirus.