Cataluña celebrará una 'diada' de Sant Jordi "descentralizada", al aire libre, con "espacios perimetrados" y que tendrá una duración de varios días, antes y después del 23 de abril, según ha anunciado este jueves la consellera de Cultura, Àngels Ponsa.

En declaraciones a Catalunya Ràdio, Ponsa ha concretado que el plan de Sant Jordi se ha trabajado y consensuado en los últimos dos meses con la Cámara del Libro, que engloba al sector editorial y librero, con las entidades municipalistas y con el Departamento de Empresa en relación a las floristerías.

Ese plan, ha asegurado Ponsa, ha sido compartido con los departamentos de Salud e Interior y aprobado por el Procicat, si bien, ha reconocido, "podría variar en algún territorio en el que la incidencia de la pandemia sea superior".

Ponsa ha señalado que "habrá paradas en la calle" y, con "una mirada descentralizada", se ha proyectado un Sant Jordi para Barcelona, que por su densidad tiene un carácter específico, para los municipios de más de 5.000 habitantes y para las poblaciones con menos de 5.000, que representan el 80% de los municipios de Cataluña.

En Barcelona, ha precisado Ponsa, habrá dos espacios en cada uno de los diez distritos, unos serán espacios que serán "al aire libre, perimetrados, con control de acceso y con paradas profesionales de librerías, editoriales y floristerías".

En las localidades de menos de 5.000 habitantes, los ayuntamientos podrán permitir que se incorporen a la celebración del libro y la rosa entidades y asociaciones locales.

Para las tan populares y deseadas firmas de autores habrá, según Ponsa, un protocolo específico, "priorizando las peticiones anticipadas" para evitar los riesgos de contagios.

Otra de las novedades es que para evitar concentraciones que la celebración de este Sant Jordi, que este año cae en viernes, se extenderá al miércoles y jueves previos, en los que ya habrá paradas en el exterior, y al fin de semana posterior, con actividades al aire libre, aprovechando el buen tiempo que suele haber en esas fechas.