La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Crítico de cine y fundador y ex director del Festival Internacional de Cine de Las Palmas

Claudio Utrera: “Un festival debe abrir una ventana al cine que exige un esfuerzo”

Claudio Utrera, crítico de cine y ex director del Festival de Las Palmas. |

Claudio Utrera, fundador del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, que dirigió a lo largo 14 ediciones, recibe este año la Lady Harimaguada de Honor que le concede esta muestra capitalina de referencia mundial que impulsó en el año 2000 y que cumple su vigésimo aniversario -con dos ediciones suspendidas en toda su historia-. Crítico cinematográfico y colaborador en el suplemento ‘Cultura’ de LA PROVINCIA, Utrera recoge este homenaje hoy, a las 17.45 horas, en un acto para aforo limitado en la sala 3 de Cinesa El Muelle, seguido de la proyección de la joya lynchiana ‘Mulholland Drive’

El mismo Festival de Cine que funda en Las Palmas de Gran Canaria en el año 2000, y que se abre un hueco propio en el mapa de festivales internacionales bajo su dirección durante 14 ediciones, le concede este año el Premio de Honor en su vigésimo aniversario. ¿Cómo recibe esta distinción?

Para mí, recibir este premio desde el Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria es una alegría inmensa, al igual que lo fue recibir el premio honorífico de la Muestra de Lanzarote en su décimo aniversario el pasado noviembre de 2020. Ambos son dos festivales que hablan mi mismo lenguaje y que apuestan por lo mismo que he apostado yo a lo largo de mi trayectoria como director, tanto de la Filmoteca Canaria como del Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria. Además, estos son dos festivales de cine de mucha talla y que me concedan sus premios honoríficos en sus respectivos aniversarios es un gozo y un placer, porque siento que es un verdadero reconocimiento a mi trayectoria desde una trayectoria que ha sido, en muchos aspectos, fundada por mí. Y ambos festivales, dicho sea también, han seguido esa magnífica línea de apuesta por un cine emergente, diferente, innovador y de la otra orilla, que ofrece miradas distintas sobre la realidad, la sociedad o los conflictos humanos.

¿Esa línea de programación basada en el cine de autor libre, entre lo artístico y lo experimental, bajo los principios de diversidad y riesgo, es el sello identitario que ha consolidado el Festival de Las Palmas entre los más destacados de España?

Yo creo que sí, y lo más importante es que, además, se ha ido profundizando en esa línea, lo cual es mérito de Luis Miranda, su actual director, y de su equipo, que es prácticamente el mismo que yo formé como director. Pero lo importante es que además se sigue profundizando en esa línea cada año, porque hay una convicción absoluta de que ese es el modelo de festival que hacía falta impulsar en esta ciudad. Por lo tanto, desde esa convicción, lo importante ahora es no dormirse en los laureles y, por el contrario, persistir y ahondar en esa idea de seguir mostrando películas nuevas que experimenten, que ofrezcan miradas y alternativas visuales nuevas que lleguen al deber moral y a los principios humanos del espectador. Creo que ese es el deber fundamental de un buen festival: no dirigirse al lado más confortable o complaciente del público, porque para eso ya está el cine mainstream o convencional, sino que, por el contrario, un festival debe abrir una ventana al cine difícil, que exige de un esfuerzo especial por parte del espectador, y con esto me refiero a un esfuerzo en el sentido más positivo, estimulante y creativo de la palabra.

“Este premio es un reconocimiento a mi trayectoria desde una trayectoria, en parte, fundada por mí”

decoration

En ese sentido, ¿la realidad del cine, a gran escala, está cada vez más polarizada entre un cine convencional o mainstream y un cine que se desvía de los cánones normativos para explorar nuevas fórmulas?

Yo creo que ese tipo de cine más convencional que denominamos mainstream, que se sigue haciendo cada vez más y cada vez peor, existía muchos años atrás, pero con un toque un poco más creativo. Me refiero al cine de los años 40, 50 o 60 del siglo pasado, en el que no había un cine alternativo pero, en cambio, sí que había un instinto de creatividad y un sello de identidad. Luego, en los últimos tiempos, hemos asistido a un cambio de paradigma en que el cine se ha vuelto un marasmo de imágenes y estilos, donde creo que la función de los festivales o de cualquier actividad cinematográfica como las filmotecas, cinetecas o cineclubs -en definitiva, todos los organismos dedicados a la expansión de la cultura cinematográfica- debe tener como punto de partida detectar ese cine con un sello más personal y genuino. Por eso es fundamental mirar con lupa a la hora de la selección de películas, porque se trata de empatar un título con otro bajo la premisa de que ese título y el otro dialoguen entre sí y constituyan un discurso similar que las aúne. Ese es el principio que yo mostraría a todos los programadores de todos los festivales.

El nacimiento del Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria abre una puerta a la modernidad en el panorama cultural de las islas. ¿Diría que, además de ganarse a un público fijo y estable, también ha contribuido a formar y a educar la mirada de esos públicos?

Sin duda. Creo que, de forma voluntaria o involuntaria, hemos establecido una pedagogía hacia el espectador y le hemos mostrado y, sobre todo, le hemos sugerido otro cine en el que existe otra manera de expresar historias, sensaciones, emociones y pulsiones interiores a través de una mirada diferente, que se sitúa en las antípodas de la mirada tradicional que impera en Hollywood. Ojo, con esto no quiero que parezca que soy un detractor del cine estadounidense, ni muchísimo menos; sin ir más lejos, últimamente estoy obsesionado con una película que, a mi juicio, resume todas las virtudes cinematográficas y artistas, Nomadland, que es una obra maestra absoluta estadounidense.

“Una de mis mayores satisfacciones como director fue descubrir a cineastas como Zhangke o Farhadi”

decoration

Y volviendo a sus años al frente del Festival, imagino que atesora muchísimos recuerdos memorables de los últimos 20 años de Festival, pero ¿cuáles han sido sus mayores satisfacciones como director?

Por supuesto, me vienen muchas a la mente. Por ejemplo, me enorgullece el hecho de haber sido los descubridores en todo el mundo de grandes cineastas como Jia Zhangke y Asghar Farhadi, que han sido premios honoríficos en el décimo y vigésimo aniversario del Festival, respectivamente. Nosotros identificamos su enorme potencial desde sus primeros trabajos, sin tener precedente alguno en ningún otro festival, y apostamos por estrenar sus primeras obras en España en el Festival de Las Palmas, al igual que hemos hecho con algunos cineastas independientes norteamericanos que despuntaron aquí. Creo que ese mérito es una de mis mayores satisfacciones como director.

Y como contrapartida, ¿cuáles fueron los momentos más agridulces en el transcurso de una cita que, en su último tramo, ha visto significativamente mermada su partida presupuestaria?

Pues hubo un momento, en la séptima u octava edición, en que íbamos a traer como invitada a Vanessa Redgrave, soberbia y magnífica actriz, pero que al final no pudo ser porque yo no quise someterme a las numerosísimas demandas que planteaba y que eran inasumibles desde cualquier punto de vista. Entonces, muchos medios no entendieron mi postura, cuando creo que lo justo era que me dieran la razón, porque ceder habría supuesto un gasto exorbitante para el erario municipal y no merecía la pena. Tampoco resultó posible negociar ninguna de esas condiciones con ella. Sin embargo, aquello fue un mal trago para mí por la presión y reacción de la prensa al día siguiente. Sin embargo, no me arrepiento de las decisiones que he tomado a favor del Festival como evento público.

“Los festivales deben seguir velando por la proyección y protección de ese “otro cine”

decoration

Por otra parte, en este contexto de restricciones sanitarias que ha provocado el cierre de las salas de cine y el auge del visionado de películas a través de plataformas en streaming, ¿cuál es el papel que deben desempeñar los festivales ante este cambio de paradigma en el sector?

Yo creo que los festivales deben seguir velando por la proyección y protección de ese “otro cine”. Por eso, es fundamental que los festivales se sigan celebrando, aunque sea en este contexto de restricciones por esta maldición del coronavirus, que esperemos que termine más temprano que tarde para que podamos volver a ver las películas en el espacio adecuado e ideal, que es el de las salas de cine. En mi opinión, las películas deben verse en pantalla grande y en versión original. En los últimos años han cambiado mucho las cosas y tenemos que afrontar esa realidad, porque hoy en día se ve más cine que nunca, pero la cuestión es qué tipo de cine se está viendo. En ese sentido, el papel de los festivales es velar por ese tipo de cine alternativo y por darle la difusión que merece, que hoy en día sigue siendo insuficiente. Aunque hay distribuidoras y plataformas independientes que saben que hay un público potencial para este tipo de películas en todo el mundo y que conservan esa relación de películas en sus catálogos, que es la razón por la cual existe y sigue existiendo ese “otro cine”, la realidad es que ese circuito se alimenta, sobre todo, del circuito de los festivales.

A menudo ha expresado que “el cine es el arte por antonomasia”. Ahora que el acceso a la creación cinematográfica es cada vez más generalizado, ¿mantiene esta máxima?

La sigo manteniendo, a pesar de que yo también soy pintor y he producido mucha obra plástica, pero es la suma de mi dedicación al cine, la pintura y la escritura la que cubre mis necesidades espirituales e intelectuales. Sin embargo, creo que el cine tiene un poder magnético que no poseen las demás artes. El espectro completo de las artes tiene su atractivo particular y su propia fascinación, y todas la ejercen sobre mí, porque nada de lo humano y creativo me resulta ajeno, como dice el proverbio.

“Creo que hemos establecido una pedagogía y hemos sugerido otra forma de expresar historias”

decoration

A lo largo de su trayectoria ha ejercido la crítica cinematográfica en los grandes festivales internacionales de cine, como Cannes, Berlín, Venecia, San Sebastián o Sitges, y que sigue desarrollando en el suplemento Cultura de LA PROVINCIA. ¿La crítica es una asignatura pendiente en los medios de comunicación en las islas?

Yo la echo mucho en falta. La crítica es un espacio imprescindible porque sirve como un puente entre la película y el público. En ese sentido, sí que defiendo la formación del crítico con un perfil de corte intelectual y con una sensibilidad especial para saber interpretar el cine, que se sumerge en cada película y la redescubre, para ofrecerle al lector-espectador la posibilidad de establecer un duelo dialéctico entre su propia concepción del cine y la del crítico. En mi opinión, la labor del crítico redunda en una relación de mucho provecho para el espectador, así como de creatividad y placer personal para el propio crítico y, por supuesto, de visibilización para el curso actual del cine. Por otra parte, yo soy de los que plantean la figura del crítico como creativo, porque considero que la crítica es un género literario, que han cultivado casi todos los grandes escritores de la historia de las letras, desde Oscar Wilde a Lord Byron. La crítica es el pilar fundamental que sostiene un arte y que posibilita que el arte crezca en complejidad, interpretación y visibilidad, lo cual es importantísimo.

“La crítica es el pilar fundamental que sostiene un arte y que posibilita que el arte crezca en complejidad”

decoration

Con todo, ¿su idea es permanecer vinculado al Festival de Cine en años próximos?

Por supuesto, yo he estado vinculado todos estos años al Festival como oteador, visionador y seleccionador de películas. Este año, por razones obvias, no he participado en la programación, porque no me parecía ético como premiado, pero siempre seguiré próximo al Festival mientras pueda, así como tampoco concibo la vida sin el cine y sin las artes, en general.

Compartir el artículo

stats