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Cine

El tributo fílmico de Cayetana H. Cuyás

La artista y cineasta culmina el rodaje de ‘The Prado & The Moon’, un homenaje a su tío Antonio

La actriz Lili Naranjo y el actor José Cabrera Cuyás en una escena de ‘The Prado & The Moon’, de Cayetana H. Cuyás. | | LP/DLP

La artista Cayetana H. Cuyás (Las Palmas de Gran Canaria, 1981), a caballo entre la pintura, la dirección de arte y la dirección de cine, culmina el rodaje de su película ‘The Prado & The Moon’.

La artista grancanaria Cayetana H. Cuyás, que entreteje en su cosmosgonía creativa los lenguajes del cine, el arte y la pintura, se miraba en el enigma de su tío Antonio, a quien apenas conoció en su niñez, pero con quien compartía las líneas de su rostro y su apellido. El legado de Antonio Cuyás Gómez (1946-1991), figura destacada en los mundos de la moda y la cultura en los años 80 y 90 que ejerció, entre otras firmas, como Diseñador Jefe de la moda de hombre para Valentino, es la memoria sobre la que se construye The Prado & The Moon, el primer largometraje de Cayetana H. Cuyás, quien atesora una destacada filmografía de cortometrajes premiados y exposiciones pictóricas.

El pasado abril, la artista y cineasta culminó el rodaje de esta ópera prima que combina una parte documental con otra de ficción y que constituye el proyecto cinematográfico y artístico más personal de su trayectoria. «Siempre me han dicho que me parecía a mi tío», pero «la vida de Antonio siempre ha sido un misterio que he tenido que ir descodificando», relata Cuyás en el teaser de la película. Y es que este proceso de desencriptación se retrotrae al año 2015, cuando la cineasta inicia un periplo de investigación en las casas familiares y en los archivos personales y artísticos de su tío, cuyos hallazgos, imágenes y testimonios conforman la vertiente documental de la película.

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En paralelo, la dimensión ficticia de The Prado & The Moon se inspira en una idea homónima original del propio Antonio Cuyás Gómez: un guion inacabado de cuatro páginas coescrito con Gabriel d'Annunzio bajo el mismo título, que desempolvaron la cineasta y su madre de uno de sus cajones, junto con una carta de su abuela Margot que se desconoce si fue enviada a su destinatario.

Su gran ópera prima combina una parte documental con otra de ficción y constituye su proyecto más personal

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Para reconstruir este boceto argumental, la cineasta ha contado con miembros de su entorno familiar y afectivo como corazón del elenco. «Esta película es un viaje al espacio infinito de la memoria de mi familia y es, al mismo tiempo, el fruto de una búsqueda personal», explica Cuyás. «Pero este proyecto nace, sobre todo, porque quiero conocer y dar a conocer a mi tío y a su apasionante obra».

El apartado documental se enmarca entre Milán, Roma, Madrid, Barcelona, Lanzarote y Las Palmas de Gran Canaria, toda vez que esta última configura el escenario de la trama de ficción, filmada en localizaciones como la Casa de Colón, el Hotel Santa Catalina, el Castillo de Mata, el Estadio Insular, el estudio de música Dr. Watson, Las Coloradas o el Muelle de Santa Catalina, con la colaboración de la Corporación Boluda. En palabras de la directora, el montaje de la parte documental «ha sido muy orgánico y funciona muy bien» y su estética global es la de «una película muy pictórica, porque otro de los aspectos interesantes de esto es que, gracias a este proyecto audiovisual, me he encontrado en la pintura».

Antonio Cuyás Gómez, figura destacada en el mundo de la moda en los 80 y 90, trabajó con firmas como Valentino

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Su raíz isleña obedece a que «en la obra de mi tío había mucha influencia de Canarias aunque viviera en Italia, y por eso siempre trato de llevármelo de vuelta a casa». «En definitiva, esta es una pequeña locura en la que, tratando de ser lo más respetuosa posible, intento sacar a la luz la obra de mi tío», afirma, y recuerda que su tío preparaba su vuelta a España para montar su propia marca de alta costura cuando le sorprendió la muerte, como consecuencia del Sida, en 1991. «Antonio murió con 44 años, con una carrera despampanante que nadie conoce», señala Cuyás. «Y este es mi homenaje, que no es nada nuevo con respecto a lo que hemos hecho siempre en mi familia: rescatar el legado artístico de los que estuvieron antes y ponerlo en valor».

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