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Venecia, de nuevo

Un equipo canario se encarga del comisariado del pabellón español de la bienal de arquitectura

Una de las propuestas que alberga el Pabellón de España de la Bienal 2021, el Pabellón de Brick de CUAC arquitectura. | | ELD

Ayer, viernes 22 de mayo, se inauguró de nuevo, y por fin, la Bienal de Arquitectura de Venecia con el lema Cómo vamos a vivir juntos de nuevo, que fue presentado meses antes de que comenzara la pandemia y el confinamiento del año pasado, y que provocó que la bienal de 2020 pasara a 2021. El lema resultó ser premonitorio.

En cuanto a España, un equipo canario, formado por los arquitectos tinerfeños Sofía Piñero, Domingo J. González, Andrzej Gwizdala y Fernando Herrera, ganaron el concurso del Gobierno de España para el comisariado del Pabellón español con su propuesta Uncertainty (incertidumbre). Palabra también muy apropiada, pues vivimos en plena incertidumbre, en un mundo que vemos como hostil y que poco a poco va presentándose, a medida que van pasando los meses, algo más benévolo según avanza la vacunación.

Del planteamiento de nuestro pabellón una de las ideas que más me gustan es que, a pesar de la incertidumbre, reconocen el valor de la arquitectura atemporal. En la página web de este equipo, Ángela Ruiz, doctora arquitecta, escribe desde Las Palmas de Gran Canaria sobre esta cuestión, pensando en los valores de la arquitectura de nuestro tiempo y de tiempos pasados. Es cierto que asistimos a miles de cambios y que la deriva de nuestro mundo, que ya no volverá a ser el que era, pero del que algo queda (como el Pantheon de Roma, por citar solo un ejemplo) es evidente. Vivimos derivas, cambios constantes.

Ella habla de algo que casi ningún político actual entiende, habla sobre el tiempo en la arquitectura y señala que “la arquitectura nos exige ser lentos para ser precisos, la intencionalidad del calculista certero. Nuestra estructura de pensamiento, sistémica y relacional, entrenada y acostumbrada a discernir en contextos complejos, suele responder con nitidez”.

Y yo añadiría “si les dejan” porque a veces no se deja a los arquitectos el tiempo suficiente para pensar sobre el lugar, la función, los usuarios de lo que se va a construir y que va a formar parte de las ciudades en las que vivimos.

La arquitectura, en nuestras vidas, es un puente que nos brinda la historia, en la arquitectura se mezclan diferentes épocas y se piensa el futuro. Y cómo pensemos el futuro influye en lo que hacemos en el presente, y en cómo lo hacemos.

Si visitamos los Giardini de Venecia este verano, pues la bienal estará abierta hasta el 21 de noviembre, nos encontraremos al entrar, a nuestra derecha, el primer pabellón que es el de España, y dentro del mismo 34 propuestas elegidas por el equipo canario, entre las mismas: estructuras arquitectónicas en 3D (de Carlos Bañón y Félix Raspall) o el Pabellón de Briks, construido con 45.000 envases de Tetrabriks, diseñado por CUAC Arquitectura. Proyectos de investigación sobre espacios y juegos, reflexiones sobre el transporte urbano, la fabricación distribuida y el uso responsable de los recursos, residencias de mayores (Miguel Arez), reformulación experimental de espacios públicos cotidianos, viveros y mucha preocupación por el futuro del planeta.

Es decir, nuestro pabellón patrio mostrará proyectos de arquitectura con mucho impacto social, mezclando diferentes disciplinas, propiciando innovadoras reflexiones y formas de ejercer la arquitectura en una sociedad que está en constante cambio.

Y además con la buena noticia de que este año el León de Oro, que se otorga a toda una carrera, a una trayectoria vital, recae también en un español, el gran arquitecto y profesor Rafael Moneo. Moneo destaca ¡por tantas cosas!: por su capacidad en cada proyecto arquitectónico de responder a las contingencias del sitio y la función, de manera que sus edificios trascienden y son algo más. Y como educador, ha sido la guía de varias generaciones de arquitectos a quienes ha logrado convertir, no solo en técnicos, sino en arquitectos con verdadera vocación por hacer del mundo un lugar mejor. Hasta a mí me hizo enamorarme de la arquitectura entre charla y charla y conferencia y conferencia que he tenido el placer de poder escuchar de él.

Dulce Xerach Pérez. Abogada y doctora en Arquitectura.

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