No por menos esperada, la noticia de la muerte de Pau Donés sacudió hace un año el panorama musical español y latinoamericano, una herida que aún no ha cicatrizado, mientras sus canciones y su lucha perviven entre sus fans y a través de su familia mediante el proyecto 'Jarabe contra el cáncer'.

Fue en la mañana del 9 de junio del pasado año cuando, en un breve comunicado publicado en las redes sociales, su familia dio a conocer el fallecimiento del líder de Jarabe de Palo a los 53 años, tras haber recaído en un cáncer que le fue diagnosticado en 2015, y del que un año después llegó a proclamar que se había curado.

El empeoramiento de su estado ya era visible desde meses antes, cuando Donés, en pleno confinamiento por la covid, decidió publicar el vídeo de la canción 'Vuelvo', grabado en el balcón de su casa, o en su aparición en el videoclip del sencillo 'Eso que tú me das', junto a su hija Sara, apenas dos semanas antes de su muerte. Conocedor de su fatal destino, había decidido adelantar parte de su último álbum, 'Tragas o escupes', su regreso oficial a la música, y la canción elegida, de tono vitalista y optimista, era una forma de agradecer a todos sus seguidores su apoyo en los momentos más difíciles de su vida.

'Eso que tú me das' fue también el título del documental que le dedicó el periodista Jordi Évole tras conversar con el cantante en sus últimos días en su casa de la Vall d'Aran, y donde Donés expresa a corazón abierto sus pensamientos, miedos y deseos. Un Donés extremadamente delgado, intubado y apenas con un hilo de voz que, en su conversación con el periodista, es capaz de bromear y de hablar con serenidad de su situación, y en la que asegura que se siente "feliz", aunque matiza que es "una felicidad cabrona", porque piensa que por qué no se puede quedar unos años más disfrutando de la vida.

Un documental que se presentó en el Festival de Málaga a finales de agosto, llegó a los cines el 30 de septiembre, donde cosechó un notable éxito, y que volverá a emitir la Sexta mañana, al cumplirse un año de la desaparición del cantante.

Las reacciones de pesar por la muerte del autor de 'La Flaca' y el reconocimiento de su influencia como referente de la música latina llegaron inmediatamente de artistas como Alejandro Sanz, Ana Belén, Luz Casal, Estopa, Hombres G, Bunbury, Antonio Orozco, Ismael Serrano, Pablo Alborán o Rozalén en España, y de Rubén Blades, Jorge Drexler, Juanes o Carlos Vives desde Latinoamérica, entre muchos otros.

Tres días después del deceso, en un encuentro que mantuvieron los Reyes en Madrid con profesionales del mundo de la creación y la cultura, Felipe VI quiso recordar la figura de Pau Donés, a quien unos años antes había llamado por teléfono para interesarse por su estado de salud, según había confesado el cantante en una entrevista.

Los 40 Music Awards de diciembre tuvieron su momento más emotivo con un homenaje a Pau Donés y la entrega de un Golden Music Award a título póstumo por su trayectoria, y el 11 de diciembre se publicó otro videoclip de Jarabe de Palo, en este caso de la canción 'Misteriosamente hoy', con imágenes grabadas durante los últimos días de vida de Donés, en las que se le ve paseando por la montaña con su perro Fideos.

El último Consejo de Ministros del año 2020 aprobó la concesión a Pau Donés, a título póstumo, de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.

El primer aniversario del fallecimiento de Donés traerá consigo nuevos actos de reconocimiento y homenaje al artista por parte de amigos y admiradores, así como iniciativas para recaudar fondos para los proyectos de lucha contra el cáncer en los que estaba involucrado. También el próximo 24 de julio se celebrará en la localidad oscense de Montanuy, muy vinculada al cantante y su familia, un concierto homenaje dentro del festival Sonna Huesca, en el que actuarán sus compañeros de Jarabe de Palo interpretando muchos de los temas más conocidos del grupo junto a otros músicos del panorama nacional, como Adriá Salas (La Pegatina), Marinah (Ojos de brujo) o La Mari (Chambao).

Serán unos actos con un indudable trasfondo emotivo con los que, de alguna manera, se intentará suturar una herida todavía demasiado reciente para que pueda llegar a cerrarse.