De La Húngara, como de Camela, se dijo de todo en su momento por su exitosa fusión de flamenco pop. "Que si era lo único que se escuchaba en los coches de choque, que era una hortera o que no cantaba", recuerda ella tras verse recientemente elevada a los altares de la modernidad por su bombazo musical junto a C. Tangana. "Hasta eso, yo jugaba en otra liga. Gracias a esa canción y a él he llegado a públicos que no me conocían y a países que no sabían de mí. He sonado hasta en Los 40 Principales, en sitios donde mi música no encajaba", reconoce la artista sevillana en una charla con Efe al hablar de la repercusión en su carrera de 'Tú me dejaste de querer'.

Aún recuerda el día que llegó el mensaje del madrileño a través de Instagram. "Yo sabía quién era él porque a mí me encantaba, pero tuve que llamar a mi sobrino, que me regaña porque me lo creo todo. Yo le decía: '¡Pero si tiene el simbolito ese azul, tiene que ser él!", rememora sobre su incredulidad. Cuando se dio cuenta, estaba en el estudio en Madrid frente al autor de 'Mala mujer' para grabar su parte. "Me lo esperaba en una limusina, pero es muy humilde. Me decía que estaba nervioso, a mí, que ni me salía la voz", relata divertida la artista, que al final aportó unos jaleos flamencos que se han convertido en uno de los detalles más icónicos del tema: '¡Tomaquetoma!'.

Sonia Prieto (Écija, 1980) se ha convertido así en la única artista femenina en el disco 'El madrileño', uno de los grandes éxitos del año, especialmente por ese 'Tú me dejaste de querer' que batió récords con 1,6 millones de reproducciones en su primer día en Spotify. "No tuve por más que preguntarle: 'Habiendo tantas niñas monas que cantan flamenco... ¿Cómo pensaste en mí?'. Y me respondió: 'Porque este tema estaba hecho para ti; no podría hacerlo otra que no fuese La Húngara, porque quiero que recuerde aquella época y esa voz solo la tienes tú", recuerda.

Para ella, que opina que la música es como los perfumes en cuanto a su capacidad para transportarte a otros momentos, esa ha sido una de las razones de su longevidad musical pese a las críticas: "Nunca he cambiado mi estilo, porque es lo que a mi público le gusta y con lo que me siento a gusto. A ti te podrá gustar más o menos, pero ahí estoy". Ha sabido trasladar a sus canciones la fuerza de la que ha hecho gala en una vida que vale por tres: a sus 41 años es abuela, madre de tres hijas, la primera de las cuales nació cuando solo tenía 15, mientras que al último, de origen senegalés, lo amadrinó en 2013, llevando en paralelo una carrera sin patrocinios en la que publicó 16 discos de estudio en 18 años.

"Yo siempre he sido muy mía, muy mujer, muy echada pa'lante, independiente y luchadora. No me ha gustado depender de nadie y cuando tuve a mi Laura no quería que nadie me diera nada, yo me lo curraba", reivindica quien siendo menor de edad hasta se montó una academia de baile para ganar dinero. Es lo que sabía hacer desde chica, cuando las demás crías "jugaban a los muñecos" y ella se paraba delante del espejo inmenso del cuarto de su madre, "descalza, a ensayar por la Pantoja todo lo que había aprendido", una rareza en una familia en la que solo una tía había mostrado inquietudes musicales.

"¿Pero de dónde habéis sacado a esta niña, si ninguno cantáis ni bailáis?", preguntaba una vecina. "La dejó una húngara debajo de un puente y yo la recogí", replicaba con sorna su madre. La broma, años después, sirvió para darle nombre artístico "con fuerza" cuando grabó su primera maqueta.

Fue tras ser descubierta en un karaoke por su aún hoy productor, Francisco Carmona, cantando por Rocío Jurado y en una despedida de soltera a la que no quería ir. A última hora aparcaron el minibús en la puerta de su casa y se subió. "Mi abuela decía: 'Lo que está pa ti ni aunque te pongas y aunque no, ni aunque te quites'", considera sobre el destino. Primero llegó 'A Camarón' (2001), su debut, y en 2019 'Yo te esperaré', el último disco hasta que este año publique el siguiente, para el que ya está seleccionando temas y del que ha avanzado 'Locamente', fiel a su estilo.

"A lo que hago no lo llamo flamenquito, porque a los flamencos no les gusta y yo los respeto, así que digo que hago música comercial flamenco pop", apunta, antes de reponer que ella sí se considera flamenca y que acaba sus espectáculos "por bulerías dando una patadita".

Tras el parón por la covid-19, se reconoce "nerviosa" como al principio ante su retorno a los escenarios este 3 de julio en un concierto en Flamenco Sur, en la plaza de toros de Valdetorres de Jarama (Madrid), junto a Camela y Rebujitos.